Efemérides de Juan Manzanares García del 17 de julio
17 JULIO
La frase de hoy.
El hombre más lento, que no pierde de vista su objetivo, va siempre más veloz que el que vaya sin perseguir un punto fijo.
EPHRAIM LESSING
Personaje del santoral del día.
ALEJO MENDIGO
Bella y larga es la historia de este hombre que, desde la Edad Media, alimenta la fantasía, piedad y sentimientos religiosos por parte de los cristianos. Su figura, que debió ser formidablemente llamativa y ejemplar, viene narrada en el género novelesco, llena de encanto, pródiga en situaciones que mantienen el suspense, con abundancia de escenas que alucinan y toda ella plena de actitud ejemplarizante y moralizadora. En fin, la historia de Alejo es tan pletórica de imaginación, viveza y adornos que su autor suscita la envidia de los que escriben.
En este estupendo relato, Alejo viene descrito como el hijo único del importante, opulento y caritativo senador de Roma llamado Eufemiano. Presentado Alejo por el autor de su biografía novelada como un joven que es el compendio de todas las virtudes y gracias que puede tener un ser humano, deja inconcebiblemente la casa paterna y a su dulce esposa. Quizá sucediera que recordó la exigencia evangélica de posponer todo al Reino de los Cielos y se dispuso a ponerla por obra.
Dice su leyenda o novela que comienza entonces un largo peregrinaje hacia extrañísimas tierras llegando hasta Edesa, pasado el Éufrates. El bullicio, la piedad, el humo y aroma del incienso en la basílica del Apóstol Tomás, el que metió su puño en el costado abierto de Jesús, cuyos restos cercanos son día y noche venerados, la oración privada pública, las continuas idas y venidas de las gentes que besan las estatuas de los santos rebajando las piedras con los labios y las manos, el visiteo a la estatua del rey Abgar a quien Cristo escribió una carta, son el ambiente normal de Edesa a donde ha arribado Alejo. Llegó rico, pero ahora es un mendigo más de los que abundan entre los pórticos y en los ambientes más frecuentados por el hormigueo de la gente. Entre rezo y rezo, contento y alegre, pide limosna y la reparte entre los más pobres. Vive gozoso y sin ataduras, pensando que así lo quiere Jesús. Disfruta con el gozo de sentirse cercano a los restos mortales -reliquias- del discípulo del Señor, entre aquellas piedras que huelen a fe, participa hondamente en misterios sagrados, entre el bullicio está sumido en contemplación y hace todo el bien que puede a los desafortunados.
Se preocuparon tanto en la casa paterna por la pérdida del hijo y su actitud tan extraña, infrecuente e inesperada que el padre ha enviado a más de cien esclavos para que recorran la tierra, prometiendo llenar de honor y de riqueza a quien lo encuentre. Emisarios por el mundo buscan infatigablemente al hijo del potentado buen padre.
Alejo se ve obligado a abandonar Edesa porque algunos prodigios sucedidos le sacan del anonimato. Llena de accidentes, sorpresas y naufragios está descrita la historia de su nuevo peregrinaje por el mundo huyendo de la notoriedad, hasta que de modo imprevisto se ve de nuevo en Roma donde termina viviendo en la casa de su padre que, aunque continúa buscándolo afanosamente en la lejanía, no lo reconoce próximo y cercano; hasta llega a darle albergue, como a un mendigo más, en el hueco de la escalera del patio principal de su casa, por caridad.
Por el espacio de diecisiete años -según dice una antigua tradición romana explicando la historia de la iglesia de san Alessio, situada en el Aventino- vivió allí Alejo, siendo un ejemplo de paciencia, humildad y pobreza; allí supo ayunar y rezar; allí soportó las burlas de la servidumbre; allí quiso permanecer ignorado de sus padres y de su esposa que sólo le saludaban de vez en cuando como a un mendigo desaliñado y pestilente; allí también lo encontraron muerto un día. En su mano encontraron ese día una carta dirigida a sus padres y a su esposa en la que declaraba quién era y todo su amor.
Alejo quiso ser un mendigo por Dios. No es el único en la historia de los santos. Pero Alejo lo fue en casa propia e irreconocible para los suyos.
EFEMÉRIDES DEL 17 DE JULIO
©Juan Manzanares García
-1603. Jura el cargo de Regidor del Ayuntamiento, Don Agustín García de Cáceres.
-1604. Es nombrado Mayordomo del Pósito, Francisco de Córdoba.
-1639. Se celebra una procesión por la ciudad llevando en andas la imagen de San Agustín para implorar que desaparezca la plaga de langostas que devasta los campos.
-1703. Es nombrado Regidor del Ayuntamiento de Cartagena, Don Nicolás Montanaro.
-1822. Toma posesión de la cátedra de filosofía en el Seminario San Fulgencio de Murcia, el cartagenero Benigno Risueño Amador.
-1823. Se suministran siete mil raciones diarias a las tropas que componen la guarnición de la plaza de Cartagena amenazada por los franceses.
Asimismo el antiguo convento de Santo Domingo es convertido en cuartel para los milicianos voluntarios.
-1844. Se produce un leve terremoto en Cartagena, ocasionando una gran alarma en la población.
-1873. El Cantón. La Junta Cantonal de Cartagena cita a los contribuyentes para que adelanten un trimestre de la contribución.
-1923. Confirma la alternativa en la plaza de toros de Madrid, el torero cartagenero, Enrique Cano Iribarne "Gavira", alternando con "Bañuelos" y "Paco Madrid".
-1957. Se instala en la calle Campos, el Banco de España.
-1970. Es nombrado obispo auxiliar de Cartagena, el sacerdote navarro, Javier Azagra Labiano.
-1984. Cierra sus puertas el Bar Mastia, ubicado en la calle Mayor, siendo su último propietario, Antonio Macián Bobadilla.
Estas efemérides se podrán escuchar a partir de las 12,20 en el programa Hoy por Hoy Cartagena de Radio Cartagena Cadena Ser (91.8 FM y 1.602 OM) y por Internet en la siguiente dirección: play.cadenaser.com/emisora/radio_cartagena/