Efemérides de Juan Manzanares García del 2 de agosto

2 AGOSTO

La frase de hoy.

Ojo al dato.

JOSÉ MARÍA GARCÍA. Periodista deportivo.

PERSONAJE DEL DÍA

ANÍBAL BARCA

Aníbal Barca, en fenicio Hanni-ba´al (Quien goza del favor de Baal) Barqa (Rayo).

Fue un general y estadista cartaginés. Los historiadores de la época le llamaron “padre de la estrategia” y, fue admirado incluso por sus enemigos que le bautizaron como, “el más grande de los generales”, de hecho, su mayor enemigo, Roma, adaptó ciertos elementos de sus tácticas militares a su propio acervo estratégico. Su legado militar le confirió una sólida reputación en el mundo moderno y ha sido considerado como un gran estratega. Su vida ha sido objeto de muchas películas y documentales. Según todos los comentarios de los historiadores, Aníbal era un excelente estratega que, estaba a la altura de Alejandro Magno, Julio César o Napoleón Bonaparte.

Su vida transcurrió en el conflictivo período en el que Roma estableció su supremacía en el Mediterráneo, en perjuicio de otras potencias como la propia República cartaginesa. Fue el general más activo de la segunda guerra púnica, en la que llevó a cabo una de las hazañas militares más audaces de la Antigüedad: Aníbal y su ejército, en el que se incluían treinta y ocho elefantes de guerra, partieron de Hispania y atravesaron los Pirineos y los Alpes con el objetivo de conquistar el norte de Italia, esta aventura le costó la pérdida de su ojo derecho. Allí derrotó a los romanos en grandes batallas campales como la de Cannas, que aún se estudia en academias militares en la actualidad. A pesar de su brillante movimiento, Aníbal no llegó a entrar en Roma. Existen diversas opiniones entre los historiadores que van desde carencias materiales de Aníbal en máquinas de asedio a consideraciones políticas que defienden que la intención de Aníbal no era tomar Roma, sino obligarla a rendirse. No obstante, Aníbal logró mantener un ejército en Italia durante más de una década, recibiendo escasos refuerzos.

Acabada la guerra contra Roma, entró en la vida pública cartaginesa. Se enfrentó a la oligarquía dirigente que lo acusó ante los romanos de estar en tratos con Antíoco III el Grande, por lo que hubo de exiliarse en el año 195 a. C. Pasó al servicio de este último monarca, a cuyas órdenes se enfrentó de nuevo a la República romana en varias batallas donde fue derrotado. Una vez más huido, se refugió en la corte del rey de Bitinia. Los romanos exigieron al bitinio que entregara al cartaginés, a lo que el rey accedió. Sin embargo, antes de ser capturado, Aníbal prefirió suicidarse.

Pero es conveniente conocer cómo se desarrolló la BATALLA DE CANNAS.

Aníbal, que no tenía intención de atacar Roma en un primer momento, pretendía saquear los territorios de Apulia. En la primavera del 216 a. C., el general emprendió la iniciativa de atacar el importante depósito de suministros de Cannas. Mediante esta acción, se situaba entre los ejércitos romanos y su principal fuente de víveres. Confiados en la victoria, los nuevos cónsules incrementaron el ejército hasta un total de aproximadamente 100 000 hombres, el más numeroso de su historia. Los cónsules renunciaban así a la lenta pero eficaz táctica de evitar el conflicto, optando por un choque frontal.

La batalla, considerada como la obra táctica maestra de Aníbal, se libró finalmente el 2 de agosto del 216 a. C., sobre la ribera izquierda del río Ofanto en el sur de Italia. Desde que tomaron el mando los dos cónsules, decidieron alternar diariamente el mando del ejército. Varrón, comandante de las fuerzas ese día, estaba decidido a vencer a Aníbal. A la cabeza de 50 000 hombres, el general cartaginés se aprovechó del ímpetu de los romanos, y lo condujo a una trampa en la que aniquiló a su ejército. Aníbal envolvió a los romanos, reduciendo el área del campo de batalla y eliminando así su ventaja numérica. Colocó el centro de su infantería hispana y gala en un semicírculo convexo, poniendo en las alas a su infantería africana. Contigua a esta puso en su flanco izquierdo junto al río Ofanto a 6000 jinetes de la caballería pesada hispano-gala bajo mando de Asdrúbal y en el derecho a unos 4000 jinetes númidas mandados por Maharbal. En el ala derecha romana se situaron los 2000 jinetes de la caballería romana bajo mando de Emilio Paulo y en la izquierda los 4500 de la itálica bajo mando de Varrón. El combate se inició con la derrota junto al río de la caballería romana de Emilio Paulo. Mientras, las legiones romanas, que se extendían sobre aproximadamente un kilómetro y medio del terreno, se lanzaron contra el centro del ejército púnico, que fue retrocediendo de manera controlada cambiando su forma convexa a una cóncava en forma de "U", encerrando a los legionarios en su interior. La caballería de Asdrúbal, que no debe confundirse con Asdrúbal Barca, situada en el flanco izquierdo, tras eliminar a sus oponentes romanos, rodeó por la espalda a las tropas romanas y atacó a la caballería de Varrón, que hasta ese momento había permanecido en un combate equilibrado contra la caballería númida. Esta maniobra puso en fuga a la caballería itálica que fue inmediatamente perseguida por los númidas, dejando de este modo solos a los infantes romanos. Aprovechando además que en ese momento se desató viento polvoriento de cara contra el frente romano, que les impedía ver la situación, Aníbal ordenó a su infantería africana de las alas que girasen 90.º para encerrar los flancos de los romanos. Por la espalda la caballería pesada hispano gala completó el cerco. El ejército romano estaba encerrado, comenzando entonces una masacre de los legionarios, que supondría su casi total aniquilación.

Cuando terminó la batalla, Aníbal recuperó los anillos de los cadáveres de los équites romanos que habían perecido en combate. Con ellos pudo proporcionar al gobierno cartaginés la prueba irrefutable de su victoria en Cannas.

Gracias a su brillante táctica, Aníbal, a pesar de su inferioridad numérica, aniquiló las fuerzas romanas casi por completo. La batalla de Cannas ha sido considerada como la derrota más desastrosa de Roma hasta esa fecha. Las pérdidas romanas se estiman entre 25 000 y 70 000 hombres. Entre los muertos figuraban el cónsul Lucio Emilio Paulo, dos ex cónsules, dos cuestores, 42 tribunos militares y 80 senadores. Además, 10 000 soldados romanos fueron capturados por Aníbal. La batalla de Cannas ha sido una de las más sangrientas de la historia por la cantidad de muertos en un solo día. El ejército cartaginés solo hubo de lamentar 6000 bajas.

La victoria de Aníbal se explica, no solo por las tácticas empleadas durante la batalla, sino también por la habilidad psicológica del cartaginés, que se aprovechó de los errores de sus oponentes. Este conocimiento se debe tanto a su padre como por la obsesión de Aníbal de vencer a Roma. Aníbal provocó a los cónsules, que cayeron en varias ocasiones en sus trampas, como en el caso del lago Trasimeno, por sus deseos de lograr una victoria antes de finalizar su mandato. Para idear sus estrategias, Aníbal debía gozar de un detallado conocimiento de las instituciones romanas y de la ambición de los políticos republicanos. Para ello resultaba inestimable la ayuda de los espías púnicos, a menudo camuflados bajo la apariencia de simples comerciantes.

Después de Cannas, los romanos ya no se mostraban tan decididos a enfrentarse directamente a Aníbal, y preferían volver a la estrategia de Fabio Máximo: buscar la derrota del adversario mediante una guerra de desgaste basada en su ventaja numérica y su rápido acceso a los suministros.

La gran victoria cartaginesa hizo que numerosos pueblos en el sur de Italia decidieran unirse a la causa de Aníbal. Tal y como escribió Tito Livio, «el desastre de Cannas fue el más grave del que se tenían precedentes, e hizo que la fidelidad de los aliados, que hasta ahora se había mantenido firme, comenzara a tambalearse, sin ninguna razón seguramente, más allá de que perdían la confianza en el Imperio». Dos años después, las ciudades griegas de Sicilia se rebelaron contra el control político romano y el rey Filipo V firmó en 215 a. C. una alianza con Aníbal, provocando el estallido de la primera guerra macedónica.

EFEMÉRIDES DE CARTAGENA DEL 2 DE AGOSTO

©Juan Manzanares García

-216 (A.C.)- Aníbal Barca, general de Cartago y uno de los grandes estrategas militares de la historia, derrota a las tropas del ejército de Roma en la batalla de Cannas. Aníbal doblegó a un ejército muy superior en número al suyo recurriendo a una táctica envolvente y aprovechando las condiciones del terreno, muy angosto y plano. Su movimiento de tenaza ha sido muy estudiado y replicado por los alemanes en la 1ª Guerra Mundial.

-1601. El maestro de hacer murallas, Bartolomé Cachiolo, presenta al Cabildo el modelo y dibujos que ha pintado para la reparación y prolongación del muelle principal que estaba casi destruido. 

-1609. Estando muy avanzadas las obras del convento de San Diego, se aloja en el mismo la comunidad de frailes que estuvo provisionalmente en la ermita de San José, siendo instituido primer guardián fray Andrés López, que después de perforar 4 pozos a gran profundidad sin encontrar agua, el quinto resultó tan abundante que en un día se sacaba agua suficiente para regar la huerta.

-1614. Al ir el Alcalde al Ayuntamiento se encuentra con el soldado del Castillo, Lorenzo Tello, con vara alta de justicia. Requerido por el Alcalde, dijo que era alguacil de Don Juan Escarramán y al indicarle que le mostrara los títulos que le acreditaban como tal, contestó de tan mala manera que el Alcalde se vio obligado a detenerlo en el preciso momento que llegaba Don Juan Escarramán, el cual se fue hacia el Alcalde empuñando la espada y zarandeándolo de manera escandalosa. Acudió mucha gente, algunos regidores y corchetes, deteniendo a Don Juan y a su alguacil que ingresaron en la cárcel, dando cuenta al rey. El rey y sus consejeros aprobaron la conducta del Alcalde.

-1751. En esta mañana debía ser pasado por las armas el soldado de Marina Manuel Manzanares por el delito de deserción, mandándose suspender la ejecución al estar el reo reclamado por la autoridad eclesiástica. Al elevar el proceso a la autoridad de Su Majestad el rey, fue puesto en libertad, volviendo al servicio de la Marina.

-1779. Deseosa la Junta de Gobierno del Hospital de Caridad de acreditar su gratitud a este pueblo que le sostiene con sus limosnas, ha construido distante de la ciudad, un cementerio para sepultar los cadáveres, cortando así una de las causas que han contribuido a aumentar y hacer malignas las fiebres tercianas, es decir, los enterramientos en la propia ciudad.

-1804. Por Real Orden, se aplaza el proyecto de desmonte del Castillo de la Concepción hasta el plano horizontal del piso de la antigua Iglesia Catedral.

Se calculaba que el desmonte duraría veintiséis años y medio y que resultaría una superficie edificable de 754.624 palmos cuadrados, descontando el terreno destinado para calles y plazas.

-1824. Es trasladada desde Santa María de Gracia al convento de Santo Domingo, de donde se había sacado hacía dos años, la imagen de la Virgen del Rosario.

-1854. Por la madrugada estalló un horroroso incendio en el callejón de Bretau, llegando a ser tan intenso que amenazó con incendiar la Iglesia que linda con el almacén de maderas donde se inició el fuego. Finalmente se consiguió derribar las paredes del almacén y aislar el incendio. Debido a esto quedó arruinado Don Fulgencio Medina, que tenía depositada en el piso superior del almacén una cuantiosa y valiosa cantidad de tejidos y que no tenía seguro de incendios.

Hay que recordar que 78 años antes, en el 1776 tuvo lugar en el mismo sitio otro horroroso incendio de triste memoria.

-1862. En la Plaza de Toros de Cartagena se celebra una corrida con toros de la Ganadería de Don Justo Hernández que lidiaron los diestros "Cuchares" y "Suárez".

-1995. La temporada futbolística 1994/95 fue realmente dramática. El EFESE debía 60 millones a sus jugadores, que era imposible abonar y mucho menos la deuda por otros conceptos que rondaba la cifra de mil millones de pesetas, según reveló la prensa deportiva. El EFESE descendió a tercera división. 

EFEMÉRIDES DEL 2 DE AGOSTO

-216 (A.C.). Aníbal Barca, general de Cartago y uno de los grandes estrategas militares de la historia, derrota a las tropas de Roma en la batalla de Cannas. Aníbal doblega a un ejército muy superior en número, recurriendo a una táctica envolvente y aprovechando las condiciones del terreno, muy angosto y plano. Su movimiento de tenaza será muy estudiado y replicado por los alemanes en la Primera Guerra Mundial.

-1601. El maestro de hacer murallas Bartolomé Cachiolo presenta al Cabildo el modelo y los dibujos que ha pintado para la reparación y prolongación del muelle principal, que estaba casi destruido.

-1609. Estando muy avanzadas las obras del Convento de San Diego, se aloja en el mismo la comunidad de frailes que estuvo provisionalmente en la Ermita de San José, siendo instituido primer guardián fray Andrés López. Éste, después de perforar cuatro pozos a gran profundidad sin encontrar agua, ve cómo el quinto resulta tan abundante que, en un día, se saca agua suficiente para regar la huerta.

-1614. Yendo el alcalde al Ayuntamiento, se encuentra con el soldado del castillo Lorenzo Tello, con vara alta de justicia. Requerido por aquel, dice que es alguacil de don Juan Escarramán. Y al exigir que le muestre los títulos que le acreditan como tal, contesta de tan mala manera que el alcalde se ve obligado a detenerlo en el preciso momento que llega don Juan Escarramán. Éste se va hacia el alcalde, empuñando la espada y zarandeándolo de manera escandalosa. Acude mucha gente, algunos regidores y corchetes, deteniendo a don Juan y a su alguacil, que acaban ingresando en la cárcel, dándose cuenta al Rey. El monarca y sus consejeros aprobarán la conducta del alcalde.

-1751. Esta mañana debía ser pasado por las armas el soldado de Marina Manuel Manzanares, por el delito de deserción. Pero se manda suspender la ejecución al estar el reo reclamado por la autoridad eclesiástica. Al elevar el proceso a la autoridad de Su Majestad el Rey, es puesto en libertad, volviendo al servicio.

-1779. Deseosa la Junta de Gobierno del Hospital de Caridad de acreditar su gratitud al pueblo, que le sostiene con sus limosnas, constituye fuera de la ciudad un cementerio para sepultar los cadáveres, cortando así una de las causas que han contribuido a aumentar y hacer malignas las fiebres tercianas, es decir, los enterramientos en la propia Cartagena.

-1804. Por Real Orden, se aplaza el proyecto de desmonte del Castillo de la Concepciónhasta el plano horizontal del piso de la antigua Iglesia Catedral. Se calcula que el desmonte pueda durar veintiséis años y medio, y que resulte una superficie edificable de 754.624 palmos cuadrados, descontando el terreno destinado a calles y plazas.

-1824. Es trasladada, desde Santa María de Gracia al Convento de Santo Domingo, de donde fue sacada dos años antes, la imagen de la Virgen del Rosario.

-1854. De madrugada, se produce un pavoroso incendio en el callejón de Bretau, llegando a ser tan intenso que amenaza la Iglesia que linda con el almacén de maderas. Finalmente, se consigue derribar las paredes del almacén y aislar el fuego. Debido a esto, queda arruinado don Fulgencio Medina, que tiene depositada en el piso superior del almacén una cuantiosa y valiosa cantidad de tejidos, y que no tiene seguro de incendios. 78 años antes, en 1776, tuvo lugar en el mismo lugar, otro horroroso incendio de triste memoria.

-1862. En la Plaza de Toros de Cartagena se celebra una corrida con reses de la Ganadería de don Justo Hernández, que lidian los diestros Francisco Arjona Herrera, Cuchares y Antonio Suárez.

-1995. La temporada futbolística 1994/95 es realmente dramática. El EFESE debe 60 millones a sus jugadores, que es imposible abonar. Y mucho menos asumir la deuda, por otros conceptos, que ronda la cifra de mil millones de pesetas, según revela la prensa deportiva. El EFESE acabará descendiendo a Tercera División.