LAS REFLEXIONES DE PAULA

El portal de Paula
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LAS REFLEXIONES DE PAULA

Bueno, después de casi un año sin escribir, aquí estoy. El otro día ayudando a mi madre a empaquetar unos libros, me dijo: “ya que has terminado este curso, ¿por qué no vuelves a escribir?” Y yo, la verdad,  sí que tenía ganas de hacerlo aunque no sabía sobre qué. ¿Y si escribo sobre algún lugar que me guste? Umm, no ¿Y sobre el verano? Umm, eso ya lo hice el año pasado. Me hice veinte preguntas más hasta que llegó mi madre y me dijo: “¿ Por qué no escribes sobre tus reflexiones?” Al principio la idea no me convencía, pero en cuanto fui recopilando en mi cabeza un montón de cosas, lo tuve claro. Porque yo soy una chica que piensa mucho todo, y seguramente de una reflexión mía algunas personas se sientan identificadas.

Después de un duro curso de primero de bachiller he llegado a la conclusión de que no hay que esforzarse en exceso, porque puede conllevar a consecuencias negativas. Que no dejes para mañana las cosas que puedes hacer hoy. Aprovecha cada momento al máximo, como si fuese el último. Todos sabemos que estamos aquí y ahora, pero no sabemos cuándo nos vamos.

Haz las cosas que te gustan sin importar lo que digan los demás. Yo desde pequeña he sido una niña a la  que le gustaban cosas diferentes. Y sí, es verdad que  entonces me importaba mucho más lo que me decían los demás , pero desde hace un par de años me visto como quiero , me corto el pelo como quiero, escucho la música que me apetece y hago todo lo que me gusta sin que me importe lo que me digan los demás. ¡Siempre va a haber alguien que no le guste como seas y que te quiera hacer sentir inseguro, irrespetuosos hay en todos lados!

 

Así que lucha por lo que quieres y no te rindas, por muy difícil que sea llegar a tu meta y por mucho que se opongan los demás. Yo desde hace unos años decidí que me quería dedicar a las matemáticas. Y desde ese momento tuve los primeros comentarios del tipo, “la nota para entrar en la universidad está muy alta”,” casi nadie termina la carrera”, “es muy complicado”, “todos los cálculos los hacen las máquinas, no hay salidas”. Recuerdo que el primer día de curso en bachiller la profesora fue uno por uno preguntando qué queríamos hacer. Cuando llegó mi turno le dije que me apasionaban las matemáticas, y nunca se me olvidará el comentario que hizo después:” muchos alumnos llegan a bachiller con una idea de su futuro, pero a medida que avanza el curso cambian de opinión al ver que  no les va a dar la nota”. Desde ese momento me planteé otras alternativas por si no llegaba, y empecé con una media bastante baja para lo que quiero estudiar. Pensé en rendirme, pero ese comentario de mi profesora que no paraba de retumbar en mi cabeza no iba a frenarme. Así que desde ese momento empecé a subir, a ignorar los típicos comentarios y he acabado el curso con una de las medias más altas de bachiller.

¿Mi consejo? No seas cuadriculado, déjate llevar, no todo tiene que estar planificado, porque si una cosa no sale como tú quieres, no se acaba el mundo. En la vida no sólo existe el plan A, también el B, C y D, incluso E por si acaso.

Que no hay que cerrarse a nada, lo mejor en esta vida es vivir muchas experiencias. No digas nunca no, te puedes perder muchas cosas por tu indecisión y por tu miedo al qué dirán. Las experiencias por malas o buenas que sean se van a quedar contigo toda la vida y vas a aprender de ellas. Pero de un simple no... Aunque te cueste, sal de tu zona de  confort. No  te cierres a nuevas oportunidades. De no lanzarte, estarás toda tu vida llevándote por la inercia sin cosas que marquen tu existencia por aquí.

La gente viene y va, y aunque a mí hasta hace poco no me entraba en la cabeza,  ya lo tengo muy asumido. Porque como dice mi madre: “nada es para siempre”.

 

Disfruta de tu familia como si no hubiese un mañana, basta de estar meses sin llamaros, de no quedar. Aprovecha, porque nunca sabes cuándo vas a dejar de verlos y sobre todo, escucharlos. Porque yo con mi abuelo y sus historias de la mili, que duran una hora, a veces desconectaba un poco. ¡Es que  tiene mil! Así que no desaproveches esos momentos. Hay que escucharlos,  agarrarlos de la mano, darles cariño, porque los abuelos no son eternos.

Las cosas buenas son limitadas, se acaban, porque si no,  nos acostumbraríamos a ellas  y no sabríamos valorarlas.

No te dejes ni un solo te quiero callado, porque te de vergüenza. Di lo que sientas, no escondas un sentimiento dentro.

 

Y así quiero terminar hoy. Vengo pisando fuerte, y este verano seguiré escribiendo. Espero que os hayáis sentido identificados con estas reflexiones  y que las próximas semanas me sigáis leyendo. Y recordad, aprovechad cada momento y estar con los vuestros, con todas aquellas personas que sólo estando a su lado, ya te hacen bien.

PAULA HERNÁNDEZ GARCÍA.