Huermur y Ecologistas en Acción presentan alegaciones contra una ordenanza que legaliza puentes, hormigón y subvenciones a dedo en las acequias de la Huerta

Huermur y Ecologistas en Acción presentan alegaciones contra una ordenanza que legaliza puentes, hormigón y subvenciones a dedo en las acequias de la Huerta
Las entidades ecologistas denuncian que se pretende convertir los cauces históricos en canales de hormigón bajo la excusa falsa de mejorar el riego. Señalan que en las acequias no se pierde agua, y han aportado informes técnicos que lo demuestran para desmontar ese discurso falaz que pretende asumir el ayuntamiento.
La nueva ordenanza permitiría construir puentes y pasos de vehículos sobre acequias protegidas, contraviniendo el PGOU y abriendo la puerta a legalizar construcciones en la huerta. “No se puede permitir que algo excepcional se convierta en la regla general”.
Murcia, 5 de agosto de 2025.
Las organizaciones Huermur y Ecologistas en Acción han presentado alegaciones conjuntas al borrador de la nueva Ordenanza Reguladora de la Red de Regadío de la Huerta de Murcia, presentado por el ayuntamiento. Ambas entidades denuncian que el texto no solo falla en proteger adecuadamente los cauces tradicionales, sino que habilita su transformación progresiva, su artificialización con cemento y el uso discrecional de fondos públicos.
Las organizaciones señalan tres aspectos especialmente graves del borrador:
En primer lugar, los puentes y pasos vehiculares sobre los cauces. El texto permite construir accesos y puentes para vehículos sobre acequias y canales, algo que ambas entidades consideran ilegal e inaceptable. Tal y como recuerdan, el propio Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), y los informes técnicos emitidos por la concejalía de Urbanismo que instan a que la construcción de pasos y puentes en las acequias sea algo altamente excepcional y no la regla general, impiden dar licencias de obra en terrenos que lindan con los cauces y acequias, por lo que los puentes no solo serían innecesarios, sino que actuarían como puertas traseras para consolidar construcciones contrarias al PGOU. “Legalizar estos pasos equivale a blanquear el urbanismo a la carta y la ocupación del suelo de huerta”, advierten.
Igualmente, señalan los muros de hormigón y revestimientos estancos que vienen reflejados en el borrador de la ordenanza, que destruirían las acequias de tierra tradicionales y su papel ecológico, patrimonial y agrícola. Huermur y Ecologistas en Acción han aportado informes técnicos que desmontan la supuesta justificación de “eficiencia del riego” para usar cemento y hormigón en las acequias, y denuncian que esta medida convierte los cauces en canales artificiales sin valor ambiental ni natural.
Y por último, el uso de subvenciones a dedo a la Junta de Hacendados, para la limpieza o mejora de la red. El artículo 4 del borrador permite subvencionar directamente a esta entidad privada, lo que supondría duplicar el gasto con dinero público para lo que ya pagan los propios comuneros de riego. “Es pagar dos veces por lo mismo: con las cuotas de los regantes y con el dinero del contribuyente”, sostienen.
Además, las entidades ecologistas reclaman que cualquier intervención en los cauces, como permisos excepcionales para talas de arbolado o entubamientos, se someta a consulta pública, en aplicación del Convenio de Aarhus y la normativa ambiental vigente, ya que la propio borrador de ordenanza contempla que la red de regadío tradicional de la huerta de Murcia es un asunto de interés general. También proponen que los suelos donde discurren las acequias sean incluidos como sistemas generales en el planeamiento municipal, para garantizar su protección real como infraestructura esencial del paisaje y del patrimonio hidráulico de la huerta.
Igualmente, se han alegado otros tantos motivos sobre el texto del borrador de la ordenanza, como por ejemplo instando que sean más los servicios municipales los que deban emitir informes para autorizar actuaciones sobre las acequias y cauces.
Asimismo, Huermur y Ecologistas en Acción han solicitado que la ordenanza contemple la protección expresa de los tablachos, partidores, azudes, norias y demás elementos históricos del sistema de riego tradicional, muchos de los cuales siguen en uso y forman parte del patrimonio hidráulico y etnográfico de la Huerta de Murcia. Estos dispositivos no solo garantizan el reparto del agua entre heredamientos, sino que representan un legado técnico y cultural que debe preservarse íntegramente. Además, las organizaciones ecologistas han recordado que numerosos cauces coinciden parcial o totalmente con el trazado histórico de vías pecuarias y sendas verdes, lo que añade una dimensión adicional de protección legal y patrimonial que la ordenanza no puede ignorar.
“Esta ordenanza no protege la red de regadío de la Huerta de Murcia, la desmantela por tramos. No puede aprobarse en estos términos. Lo que necesita la huerta es conservación, no cemento, vehículos ni clientelismo político. Los cauces de la huerta no son suelo urbanizable ni canales de hormigón: son parte viva de nuestra historia, de nuestro paisaje y de nuestro futuro común”, concluyen Huermur y Ecologistas en Acción.