El exceso de calor en las aulas de la Región, la asignatura pendiente que suspende cada curso

El exceso de calor en las aulas de la Región, la asignatura pendiente que suspende cada curso

El exceso de calor en las aulas de la Región, la asignatura pendiente que suspende cada curso.

Por ANPE Murcia, Sindicato Independiente de la Enseñanza Pública

31-Mayo de 2025

Año tras año, mientras se debaten los calendarios de cierre de curso y se perfilan las fechas de inicio del siguiente, un problema tan predecible como ignorado se cuela por las ventanas abiertas de nuestras aulas: el del exceso de calor.

Con la llegada de mayo, y hasta bien entrado octubre, alumnos y docentes deben enfrentarse a temperaturas que superan los umbrales de lo razonable, en unas condiciones térmicas que afectarían negativamente a cualquier trabajador… salvo, al parecer, a los del sector educativo.

Desde ANPE, volvemos a alzar la voz por una causa que llevamos reivindicando desde hace años: la necesidad urgente de adaptar las condiciones ambientales de los centros educativos a lo que dicta la legislación vigente y, más importante aún, al sentido común.

Un incumplimiento sistemático.

La legislación vigente (Real Decreto 486/1997) establece que la temperatura en trabajos sedentarios debe mantenerse entre 17ºC y 27ºC, con una humedad del 30% al 70%. Sin embargo, en los meses de calor, muchas aulas superan con creces estos valores, sin que se tomen medidas efectivas.

El problema se repite cada curso, acompañado de soluciones improvisadas como ventiladores o persianas bajadas, mientras el alumnado sufre fatiga, falta de concentración e irritabilidad. Los menores, por su fisiología, son más vulnerables al calor, lo que agrava la situación.

Efectos reales y consecuencias visibles.

Las altas temperaturas en las aulas afectan de forma directa al rendimiento escolar: dificultan la atención, incrementan la fatiga y elevan el malestar emocional. El profesorado también se ve afectado, especialmente en Secundaria, donde las clases se prolongan hasta las 15:30 h, a diferencia de Primaria. Mientras tanto, muchos despachos sí disponen de climatización, lo que evidencia una clara desigualdad en el trato de los espacios escolares.

Y la Administración… ¿Qué hace?

Pese a la activación del Plan Nacional para combatir los efectos del calor, la respuesta de la Administración regional ha sido prácticamente inexistente. No se han adoptado medidas concretas ni protocolos preventivos. Las aulas siguen sin acondicionamiento térmico, los patios sin sombra, y los compromisos se posponen curso tras curso. La inacción institucional convierte este problema en una asignatura pendiente que nadie quiere aprobar.

Propuestas concretas:

Desde ANPE proponemos una batería de medidas urgentes y necesarias:

  1. Instalación progresiva de sistemas de climatización en todos los centros educativos, priorizando aquellos con condiciones más adversas.
  2. Adaptación de horarios escolares en los meses críticos para minimizar la exposición al calor en las horas centrales del día. ANPE exige que los días en los que haya alerta por exceso de calor, se interrumpa la actividad lectiva a las 12h de la mañana.
  3. Protocolo autonómico de actuación ante olas de calor, con medidas inmediatas que no dependan del criterio individual de cada centro.
  4. Sombreado de patios y zonas comunes exteriores, mediante arbolado o estructuras desmontables, para evitar la exposición directa al sol en recreos o actividades al aire libre.

Por una Escuela saludable y segura.

No se trata de un capricho ni de una reivindicación estética. Se trata de salud laboral, de bienestar infantil y de derecho a una Educación en condiciones dignas. Lo que exigimos desde ANPE es:

·        el cumplimiento de una Ley que ya existe,

·        el compromiso político con una realidad que no admite más dilaciones,

·        y el respeto a una comunidad educativa que no puede seguir siendo la gran olvidada del verano.

Porque no hay calidad educativa sin condiciones dignas para que se dé el correcto desarrollo del proceso de Enseñanza/Aprendizaje. Porque nuestros alumnos y docentes no pueden seguir pagando el precio del inmovilismo con sudor, agotamiento y bajo rendimiento. Y porque, si realmente creemos en una Educación de calidad, ha llegado el momento de abordar -de verdad-, esta asignatura pendiente.