Rincón Literario de Paco Marín: "No tuve opción"
TÍTULO: No tuve opción
AUTOR: Delfina Martínez Poyato
EDITA: Mascarón de Proa (2023, junio)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 14 x 21 cm. Número de páginas: 258. PVP: 21,50 €. ISBN: 978-84-11317-94-8
“No tuve opción” es una narración ágil y, en muchos momentos, dura. Te hace dudar de la condición humana.
Pero busquen y lean “No tuve opción”.
«La realidad cruel de una época dónde la sociedad mira para otro lado, los abusos se ignoran y los secretos se esconden en la familia».
Tras la muerte repentina de Iria, su nieta Blanca hereda «Villa Flavia», la casa familiar. Allí encontrará el diario de la abuela que le desvelará la incógnita de la desaparición del abuelo Ramón, sucedida el día en el que su madre cumplió trece años. Un secreto que han mantenido oculto Iria y Aida, su fiel ama de llaves, que la acompaña desde su boda con Ramón.
Con diecisiete años Iria cree haber encontrado el amor, sin embargo, le espera una vida llena de brutalidad y maltrato, que ella tolerará hasta descubrir las oscuras intenciones del marido hacia su hija Gloria. A partir de ese momento trazará un plan para protegerla, ayudada y arropada por Aida en todo momento.
La novela entrelaza la sumisión de una mujer atrapada en una época desprovista del apoyo de la sociedad, con la decisión firme de defender a su hija a cualquier precio, lo que incluye el rencor y el desprecio de Gloria hacia su madre a la que hace responsable del abandono del padre.
Delfina Martínez Poyato (Cartagena, 1956) es doctora en Medicina y especialista en Psiquiatría. Master en Psicoterapia Psicoanalítica Grupal por la Universidad de Deusto. Ha ejercido como psiquiatra durante 36 años y todas sus publicaciones han sido de carácter científico relacionado con su especialidad. En 2017 publicó su primer libro, “Enfocar nuestras emociones positivamente”, entre la divulgación científica y la autoayuda. En 2020 publicó su primera novela, “Votos de soledad”, ficcionada sobre hechos reales y coincidiendo con el periodo de pandemia del Covid, lo que conllevó numerosas dificultades de difusión. “No tuve opción” es su segunda novela, en la que a pesar de ser ficción refleja la realidad conocida y oculta de una época.
Dialogamos con Delfina sobre su novela y cuestiones personales. Muy interesante. Gracias…
P.- Por favor presente a Delfina Martínez Poyato.
R.- Delfina Martínez (Dely) es una psiquiatra con vocación de escritora o al revés. He dedicado mucho tiempo a mi trabajo y a mis hijos y mis escritos han vivido en un cajón. La literatura es un amante exigente.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace "No tuve opción"?
R.- Escribía algo que continúa a medias. Leía “Guía de venenos mortíferos de Agatha Christie” y apareció una historia de maltrato feroz y empecé a cruzar unas cosas con otras y apareció la novela. Hace más de dos años que empecé a escribirla.
P.- Los responsables del título y de la portada ¿son?
R.- Voy haciendo una lista de posibles títulos de forma aleatoria y cuando está acabada la someto a votación entre algunas personas concretas. El más votado fue “No tuve opción”.
La portada es un regalo especial: una fotografía de mi pareja hecha por él mismo. Pensamos que era adecuada para la novela y a la editorial le gustó mucho.
P.- Podríamos decir que son dos historias, las relatadas, ¿la idea de redactar una de ellas, la del pasado, en cursiva es invento personal o se lo indicaron?
R.- La idea de cursiva es mía. Sitúa al lector en otro tiempo y le ayuda a diferenciar la historia presente de la del pasado. Con la connotación de otra letra para el diario. Creo que le da intimidad.
P.- En la actualidad ¿hay más abusos escondidos que denunciados?
R.- Si. Mucho más del que creemos y mujeres jóvenes, profesionales o empresarias y que son ellas las que arrastran diagnósticos psiquiátricos. No solo clase social vulnerable.
P.- A lo largo de su vida profesional ¿ha tratado a personas que hayan sufrido "cualquier" tipo de abuso: sexual, laboral, etc?
R.- Desde luego, en la consulta es frecuente. He llevado grupos de terapia de mujeres con diagnóstico de “Depresión Crónica” y en más del 90% subyacían historias de maltrato.
P.- ¿Es complicado mantener secretos?
R.- Sin duda, muy complicado. Creo que hasta se necesita un entrenamiento. Aunque yo soy un sarcófago en ese sentido.
P.- ¿Como lectora cuáles son sus géneros y autores favoritos?
R.- Soy un poco anárquica. Prefiero la narrativa en este momento, de ficción, de auto ficción y la novela negra, la escandinava es mi favorita. He leído mucha novela histórica también.
Mi autor favorito, sin duda, García Márquez. Mis otros favoritos Siri Hustvedt, Delphine de Vigas, Emmanuela Carrere, Ian McEwan….
P.- ¿Como ve el panorama literario en España?
R.- Demasiada inmediatez. La literatura no son guiones de cine o de series, ni vídeos de TikTok que todo pasa en unos minutos. La veo poco reposada. No obstante, hay un gran elenco de autoras y autores excepcionales que merece la pena leer.
P.- A la hora de leer, prefiere ¿libro electrónico, papel o audio libro?
R.- Papel, sin duda papel. Excepcionalmente electrónico: avión, playa…
P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo? Recomiende, por favor, un par de obras.
R.- Releo clásicos, en este momento: ”La montaña mágica”, además estoy leyendo “Elisabeth Finch” de Julián Barnes y entre medio he empezado “Eclipse” de Jo Nesbø.
Recomiendo leer “Yo canto y la montaña baila” de Irene Solá y “El verano que mi madre tuvo los ojos verdes” de Tatiana Tibuleac . Ninguno acaba de salir, pero merecen la pena. Otro “Los apegos feroces” de Vivían Gornick.
P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?
R.- Escribo por la mañana temprano, si puedo muy temprano con todos durmiendo. Primero escribo a mano cuando acabo el capítulo lo paso a ordenador y después lo imprimo para corregir y vuelvo a empezar. Imprescindible leer libros mientras escribo y tener a mano “El amor en los tiempos del cólera”, cuando acabo lo vuelvo a empezar. Cómo un ritual o un fetiche que me ayuda con lo que estoy escribiendo.
P.- Relate alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido... si la hubiere.
R.- Una anécdota: en junio del año pasado tuve un encuentro ‘con la autora’, en Mister Witt, de mi primera novela “Votos de Soledad” y antes de empezar se acercó un chico, más o menos y me compró un libro porque con “esa cara el libro tiene que ser bueno”. Me mosqueé un poco, pero lo he guardado como algo divertido.
P.- Por favor, venda su libro ¿por qué hay que leer "No tuve opción"?
R.- Es necesario saber que las mujeres han sufrido maltrato y en caso de la novela que la protagonista es capaz de defender a la que cree la próxima víctima de su abusador. Quizá no sea una novela negra en regla, pero cumple con el requisito de denuncia social, alargada en el tiempo hasta hoy mismo.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Esta es la más difícil, ja, ja. Seguir leyendo y escribiendo. Bailar y disfrutar de mi tiempo sin otra expectativa que el puro placer de vivir.