Los resultados de un estudio sitúan a la Arrixaca a la vanguardia internacional en la investigación en trasplantes

Los resultados de un estudio sitúan a la Arrixaca a la vanguardia internacional en la investigación en trasplantes

El trabajo confirma que durante la extracción de órganos de donantes en asistolia no hay posibilidad de que se recupere la actividad cerebral

 

 

El estudio de la donación de órganos en asistolia (fallecimiento del donante por cese de la función cardiorrespiratoria) realizado por el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca ha sido reconocido internacionalmente por su interés clínico y repercusión científica con su publicación por la prestigiosa revista ‘American Journal of Transplantation’, que lo seleccionó para ser el tema principal de portada en su número de agosto. 

El trabajo ofrece una evidencia concluyente: la técnica de ‘Perfusión Regional Normotérmica’ (PRN), que se emplea en la extracción de órganos de donantes en asistolia, no provoca repercusión cerebral, lo que reafirma la seguridad de la obtención de órganos de personas fallecidas debido a un paro cardiorrespiratorio irreversible. Es decir, no hay posibilidad de recuperar la actividad cerebral durante el proceso. Sus conclusiones despejan las últimas dudas que habían llegado a dificultar el programa de donación en asistolia en algunos países.

En definitiva, este hallazgo confirma que la técnica asegura una excelente preservación de los órganos sin comprometer de ninguna manera la integridad del cerebro del paciente fallecido.

La PRN es una técnica avanzada que mejora la extracción de órganos de donantes fallecidos por parada cardíaca, que consiste en reconectar el sistema de circulación de la sangre de la persona fallecida a una máquina externa especial. Este dispositivo hace circular sangre oxigenada, mantenida a la temperatura normal del cuerpo, exclusivamente por los órganos abdominales (como hígado y riñones) y a veces el tórax, con el objetivo de revitalizar los órganos que se van a trasplantar y preservarlos en óptimas condiciones durante más tiempo antes del trasplante, lo que aumenta significativamente las probabilidades de éxito de la operación.

Esta técnica es crucial en la conservación óptima de los órganos, ya que hace circular sangre oxigenada y a temperatura media, lo que garantiza la viabilidad de los destinados a la extracción. La necesidad de propiciar y mantener la circulación sanguínea en el tronco del fallecido de manera artificial nunca llega a volver a perfundir el cerebro, y aunque ya se tenía certeza clínica, el equipo investigador murciano del hospital de La Arrixaca lo ha constatado con pruebas diagnósticas.

El estudio, titulado ‘Una mirada gammagráfica a la norma del donante fallecido en la donación después de la determinación circulatoria de la muerte con el uso de perfusión regional normotérmica: un ensayo intervencionista de un solo centro’,  se presentó el pasado mes de junio y en su elaboración han colaborado los equipos de Coordinación de Trasplantes, Medicina Intensiva y Medicina Nuclear de hospital de referencia del Área de Salud 1-Murcia Oeste.

La solidez de los resultados del estudio ha sido destacada en varios editoriales posteriores de publicaciones británicas y canadienses. Este reconocimiento sitúa al Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca a la vanguardia de la investigación internacional en el ámbito de los trasplantes.

Innovación y seguridad 

Desde hace unos años, la donación en asistolia ha tomado gran protagonismo en el área de los trasplantes. Si tradicionalmente la donación se hacía a partir de la muerte cerebral del paciente, ahora se encontraba la manera de poder hacerlo tras el paro total e irreversible del riego sanguíneo, y siempre antes de que este paro provocara la trombosis general de las vísceras y quedaran inservibles. 

El equipo de la Arrixaca utilizó una gammagrafía portátil para monitorizar el cerebro de los donantes. Durante la PRN, se inyectó un trazador radiactivo que tiñó todas las áreas donde estaba ocurriendo la reperfusión, para comprobar que no alcanzaba la cabeza.