El Bar La Paz congregó a más de 100 clientes, antiguos empleados, vecinos y amigos en su gran fiesta de despedida
El Bar La Paz congregó a más de 100 clientes, antiguos empleados, vecinos y amigos en su gran fiesta de despedida
Cartagena. Martes, 30 de diciembre de 2025.
JR Comunicación y Protocolo.
El histórico Bar La Paz organizó una gran fiesta de despedida en la que congregó a más de 100 clientes, antiguos empleados, vecinos y amigos en su mítico local de la calle Alfonso X El Sabio de Cartagena.
Entre los asistentes se encontraron los empleados que siempre ha tenido: Rosi, María, Alicia, Cristian y Jorge «El churrero de toda la vida» que acompañaron a su dueño, Raúl Rodríguez, en la clausura del memorable bar.
Rodríguez afirmó que «cogí las riendas del Bar La Paz en el 2012, consciente del legado que me transmitían Antonio y Mariano, sus fundadores en el año 1967. Ahora comienzo un nuevo proyecto abriendo el próximo 2 de enero una churrería en el antiguo quiosco de prensa situado a escasos metros de aquí y por la cual tanto he luchado».
Un grupo conformado por los más antiguos clientes le entregaron una placa conmemorativa a Raúl. «Le hemos querido mostrar nuestra gratitud por todos estos años de servicio y atención en desayunos emblemáticos llenos de momentos emotivos y que, cada año, han hecho más mítico este local».
En la fiesta se sirvieron tortillas, saladitos, empanadillas, quesos y diversas viandas, todo regado con buen vino, cerveza y refrescos. Los asistentes brindaron por la apertura de la churrería que, a buen seguro, tendrá la misma calidad, tradición y servicio del histórico Bar La Paz.
En la ciudad se cierra otro de sus negocios históricos, el Bar La Paz, tras casi seis décadas siendo un referente para generaciones enteras de cartageneros en su día a día. Ahora comienza una nueva etapa con la churrería que espera recoger el testigo de los míticos churros que siempre lo han caracterizado.
Durante más de medio siglo el Bar La Paz se convirtió en un punto de encuentro imprescindible dado que abría a las 6 de la mañana sirviendo desayunos, churros recién hechos con chocolate espeso, matrimonios, ensaladilla rusa, tortillas de tres alturas, exquisita magra con tomate, buñuelos gigantes de bacalao, tiernas croquetas de jamón y freituras de pescado de la vecina pescadería de Paco Sánchez.
Por la tarde predominaban los asiáticos, los tacos de bizcocho, los cubatas y las partidas de dominó con jugadores de primer nivel entre los que se encontraban empresarios, médicos, abogados y algunos policías retirados. Todos números 1 en el dominio de este juego.
Desde su terraza generaciones enteras vieron el amanecer año tras año desayunando churros con chocolate. Esta fue la verdadera esencia del Bar La Paz y por la que siempre será recordado por miles de cartageneros.