Concentración en Cartagena, por el Día de la Hispanidad
Fiesta nacional de España y Día de la Hispanidad
12 de octubre
Buenos días a todos, bienvenidos a esta celebración local de la Fiesta Nacional de España y del Día de la Hispanidad, uniéndonos al acto oficial presidido por Su Majestad el Rey, Felipe VI, y a la manifestación que se celebra hoy, como desde hace años, en Barcelona, capital de la Hispanidad.
Ahora, más que nunca, es preciso difundir el espíritu de la Hispanidad, una vez que el gran bulo de la “Leyenda Negra” ha sido sólidamente descalificado. España fue pionera con la Ley de Indias en la defensa de los derechos humanos y la abolición de la esclavitud siglos antes que el presidente Lincoln (1863).
Es necesario mostrar el orgullo de los lazos seculares que nos unen con los países hermanos de Hispanoamérica: lazos de sangre con el mestizaje, historia y lengua común y ese bagaje de valores fundamentados en el más sólido humanismo – el humanismo cristiano-, elemento esencial para el establecimiento de la democracia, ahora gravemente amenazada en España y en tantos países de Hispanoamérica.
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Tenemos por delante grandes retos que -como en otros tiempos- lograremos alcanzar trabajando juntos desde Europa y con los países hermanos de ultramar: somos hispanos, españoles e hispanoamericanos (no latinoamericanos, como algunos han difundido) y estamos orgullosos de:
• Nuestros cinco siglos de historia común;
• Nuestra lengua común, el español, la lengua hablada en un mayor número de naciones;
• Y estamos orgullosos de ese legado secular de integrar la diversidad, de transmitir la cultura de raíces greco-romana que, desde la Hispania romana que pasó a ser la España cristiana se materializó en universidades, hospitales, catedrales, escuelas, avances médicos y tecnológicos, con los asentamientos en el nuevo mundo que nunca fueron considerados colonias, como sí ocurrió con otros países europeos.
España supo encabezar el progreso más importante del universo conocido, asumiendo también avatares y tragedias como las del pasado siglo, que finalmente supimos enderezar con la reconciliación obrada en la Transición a la Democracia de 1978, pasando a ser una democracia liberal moderna. El mundo entero reconoció este proceso de reconciliación entre todos los españoles como un éxito ejemplar y se felicitó por haber sido capaces de promulgar una Constitución de todos y para todos, que ahora es maltratada por un Gobierno irresponsable, cautivo de los peores enemigos internos y externos (Grupo de Puebla y Foro de Sao Paolo, entre otros).
Con la aprobación de la Carta Magna, los españoles adquirimos la irrenunciable obligación de transmitir el tesoro de la reconciliación, de la lealtad y el respeto de todos a la Constitución, en el espíritu y en la letra. La identificación de la Nación con la Constitución simboliza la unidad nacional y el que juntos trabajemos para hacer realidad el principio básico de que todos los españoles somos iguales ante la ley, que es la base de la concordia y la antesala de la convivencia.
España y la Hispanidad representan, gracias a nuestra herencia histórica común, un valor único en el concierto internacional, un tesoro intangible y trascendental en el mundo de hoy. De ahí la particular obligación de proteger nuestras democracias: la libertad, justicia e igualdad de todos. Nos unimos hoy todos en un clamor por la dignidad, la justicia y el imperio de la Ley, especialmente en Venezuela, Nicaragua y Cuba, junto a otros países, incluida España, en los que estas premisas elementales de la democracia están siendo pisoteadas.
Celebramos hoy la gran fiesta de España y de Hispanoamérica, con la patrona de la Hispanidad: la Virgen del Pilar (patrona también de nuestra ejemplar Guardia Civil). Nuestra historia, idioma español, cultura enriquecida por lo que cada nación aporta, nuestras raíces cristianas, nuestra manera de entender la vida, nuestra inmediata y fraternal conexión... nos deben impulsar a proteger y potenciar todo ello en beneficio del conjunto de las sociedades que representamos.
Nuestro deber es luchar a diario por el bien común a ambos lados del Atlántico, así como en otros lugares del globo enriquecidos por la cultura de la Hispanidad. Esa obligación que hemos de fortalecer día a día, aportando lo mejor de nosotros mismos con el deber de avanzar en la modernidad, pero bien anclados en nuestras raíces.
Por todo esto, pedimos a los medios de comunicación, profesores, guías turísticos, empresas, así como a nuestros gobernantes y servidores públicos, que no admitan las falacias de la “Leyenda Negra” y nos acompañen en la defensa de la historia, lengua y cultura de la Nación española y de la Hispanidad, tanto internacionalmente como a nivel nacional, autonómico y local.
Saquemos, desde ahora mismo, la Bandera de España a nuestros balcones y coloquémosla también en nuestros establecimientos, invitemos al resto de españoles a que hagan lo mismo en cada rincón de España. Honrando nuestra Bandera reforzamos la Unidad, Libertad y Dignidad de todos, así como nuestro excepcional pasado, el ilusionante presente y el esperanzador futuro.
Unámonos en un ¡Viva la Libertad!, ¡Viva Hispanoamérica!, ¡Viva El Rey!, ¡Viva España!
#12O Pon la Bandera en tu balcón
#AhoraEspaña – Hispanidad