El Hospital Santa Lucía, profesionalidad y Sanidad Pública

Hospital Santa Lucía

El Hospital Santa Lucía, profesionalidad y Sanidad Pública
Inicio este escrito con una profunda tristeza por el fallecimiento de mi hermano Alfonso, ocurrido el pasado martes seis de febrero, en los Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena. Pero junto a la tristeza, aflora un sentimiento de gratitud a todos los profesionales de ese centro sanitario.
Mi hermano llevaba casi dos años siendo tratado de una grave enfermedad, inicialmente en Urgencias, luego Medicina Interna, seguido de Anestesia, Cirugía, Oncología y diversas consultas de Enfermería (ulceras, hospital de día, PICC). Pues bien, absolutamente en todas ellas encontró siempre un personal amable, cordial y siempre cariñoso, que consiguieron disminuir el peso de la enfermedad y los rigores del tratamiento. En sus últimos momentos, ya inconsciente esas atenciones fueron incluso con los familiares. Son tantos los nombres que no soy capaz de recordarlos a todos, aunque mi hermano si los conocía, es justo resaltar a Teresa Jefe Clínico de Oncología, Arancha de Cirugía y Julia de Intensivos, ellas junto a un elevado nivel de conocimientos y experiencia clínica, ejercían su actividad con una humanidad espontánea y siempre cercanas. Pero no solamente estas tres doctoras nombradas, desde celadores, técnicos, auxiliares y por supuesto enfermería, de todos los servicios y unidades, como si fuera una consigna del Hospital, siempre con una sonrisa amable, te ofrecían su ayuda para lo que pudieras necesitar, haciendo sentir  al paciente (y a familiares) casi como en familia.
He trabajado en varios hospitales en España y alguno en el extranjero, y puedo asegurar, que este hospital dispone además de unas instalaciones modélicas, de un personal altamente cualificado que derrocha humanidad. Y esa humanidad en el ámbito sanitario se debe unir de forma indisoluble a el conocimiento cienUfico o técnico, consiguiendo el clásico perfil del personal sanitario: conocimientos, habilidades y actitudes , estas ulti son las más dificultosas de conseguir pero son las que le dan el carácter de excepcionalidad de nuestra profesión. En estos Fempos, en que la Sanidad Pública a veces es enjuiciada severamente, el Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena me ha convencido que seguimos teniendo la mejor Sanidad Pública del mundo.

 


Antonio Hernández Mijares

Catedrático de Universidad (jubilado)

Departamento de Medicina

Universidad de Valencia