Investigadores de la UMU y la Universidad de Oviedo desarrollan una solución internacional para mejorar la seguridad de los dispositivos conectados a Internet

Rafael Marín, investigador de la Universidad de Murcia

Investigadores de la UMU y la Universidad de Oviedo desarrollan una solución internacional para mejorar la seguridad de los dispositivos conectados a Internet

 

 

Una nueva tecnología diseñada por investigadores de la Universidad de Murcia y la Universidad de Oviedo ha sido aprobada por el organismo internacional IETF (Internet Engineering Task Force) como solución para proteger los dispositivos del Internet de las Cosas (IoT), un ámbito especialmente vulnerable dentro del ecosistema digital actual. Este término se refiere a una red de objetos cotidianos que, gracias a sensores y conexiones inalámbricas, pueden comunicarse entre sí a través de Internet sin intervención humana. Ejemplos comunes son los termostatos inteligentes, cámaras de seguridad, electrodomésticos conectados, relojes o vehículos, que funcionan como pequeños nodos digitales dentro de una red global.

 

El trabajo ha sido desarrollado por Rafael Marín López, profesor del Departamento de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones de la Facultad de Informática de la UMU, y Dan García, del área de Telemática del Departamento de Informática de la Universidad de Oviedo. Su aportación permite mejorar la seguridad en las comunicaciones de dispositivos IoT, garantizando el envío y recepción de datos de forma segura, incluso en aquellos con recursos computacionales muy limitados.

 

Estos dispositivos conectados se han integrado de forma natural en la vida diaria de las personas, facilitando múltiples tareas del hogar, la industria, el transporte o la sanidad. Sin embargo, su limitada capacidad para incorporar medidas de seguridad robustas los convierte en objetivos atractivos para los ciberdelincuentes. Por ello, dotarlos de herramientas que garanticen una comunicación segura es un reto prioritario en el ámbito de la ciberseguridad.

 

La solución ahora aprobada por el IETF ( RFC 9820)  es fruto de más de una década de investigación, debates técnicos y colaboración internacional en el seno del grupo de trabajo Authentication and Authorization for Constrained Environments (ACE), en el que han participado especialistas de todo el mundo. Su aprobación refuerza el papel de la investigación universitaria en el desarrollo de estándares globales para un uso más seguro de la tecnología.