Protege tu piel en verano para evitar sustos

CUIDADO DE LA PIEL EN VERANO - PROFESORA UCAM
CUIDADO DE LA PIEL EN VERANO - PROFESORA UCAM
Protege tu piel en verano para evitar sustos

Protege tu piel en verano para evitar sustos

La dermatóloga y profesora del Grado en Medicina de la UCAM, Ana Ramírez, señala la radiación ultravioleta como principal responsable del envejecimiento cutáneo prematuro y de enfermedades dermatológicas, recomendando para su prevención una protección continua, incluso en días nublados e invierno, y consultar con profesionales sanitarios si tomamos alguna medicación

Murcia, 24-07-2025. El sol aporta múltiples beneficios al organismo, como la síntesis de ciertas vitaminas, efectos antidepresivos, acción bactericida o ayuda al sistema de termorregulación. Sin embargo, la dermatóloga Ana Ramírez, profesora del Grado en Medicina de la UCAM, señala que una exposición inadecuada al sol, “tanto intermitente como prolongada”, puede derivar en alteraciones dermatológicas severas y acelerar el envejecimiento de la piel, especialmente en zonas con alta radiación, como son la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana. Por ello destaca la importancia de saber cómo protegernos.

¿Qué protector usar?

Con el simple hecho del paso de los años, nuestra piel va envejeciendo, a lo que se suma el efecto provocado por el exceso de radiación ultravioleta (UV), “que puede ser UVA —que representa el 95% del espectro— la más preocupante por su capacidad de penetrar profundamente en la piel y generar daños acumulativos, incluso cáncer; la UVB, causante del bronceado y de las quemaduras solares, y la UVC, bloqueada por la capa de ozono", señala Ana Ramírez. En este contexto “se hace indispensable aplicar cremas solares de alto espectro, con factor de protección solar (FPS) de al menos 50” y señala además que a la hora de protegernos del sol también es importante saber el fototipo de piel que tenemos, para, dentro de la gama de protectores que existen en el mercado - físicos, químicos y mixtos-, elegir el que mejor se adapte a cada persona. Además, hace hincapié en no olvidar de protegernos del sol no solo en verano: “En cualquier estación del año deberíamos llevar factor de protección, siendo suficiente en invierno con uno entre el 30 y el 50 para inhibir esa acción no beneficiosa de la radiación ultravioleta. Es importante no olvidar ponerse crema los días nublados, porque las radiaciones ultravioletas también atraviesan la atmósfera y son capaces de generar en nosotros alteraciones, en este caso secundarias, lo que denominamos fotoenvejecimiento, como pueden ser manchas en la en la piel, que no nos gustan, aparición de reacciones liquenoides y acné”.

A esto hay que sumar, indica Ana Ramírez, evitar las horas centrales del día -entre las 11:00 y las 18:00 horas—, utilizar barreras físicas como sombreros, gafas de sol y ropa con protección UV y proteger zonas sensibles como labios, cuello, escote y dorso de las manos.

Ojo con las medicaciones

Asimismo, incide en que es fundamental preparar la piel antes de exponerse al sol, asegurando una correcta hidratación y la ausencia de patologías dermatológicas. “Hay muchas enfermedades cutáneas que empeoran con el sol, aunque se tome medicación, lo que se tiene que saber antes de exponerse. Por otra parte, toda persona que, por cualquier circunstancia esté tomando una medicación, debe consultar con un profesional sanitario antes de exponerse y decirle, ‘Bueno, si me tomo este fármaco, ¿puedo tomar el sol?, ¿cuándo?, ¿puedo dejarlo en verano?, etc.’. Esto es muy importante porque vemos muchos efectos secundarios debido a esta falta de prevención”.

¿Y los menores?

La doctora Ramírez también pone el foco en los más pequeños, debiendo evitar exponer al sol antes de los 7 meses, “incluso antes del año”, matiza. En el caso de hacerlo después de este tiempo “se deben utilizar siempre filtros físicos, nunca químicos, para que no tengan reacciones y, por supuesto, nada de horas centrales. Evidentemente, si hay que tener cuidado con una piel clarita, en el caso de un bebé, mucho más. Un baño de mar es bueno, pero a las 6 de la tarde".

Para terminar el verano sin sustos que puedan pasar factura a largo plazo, la dermatóloga recomienda seguir una alimentación sana, una buena hidratación interna y externa, en este caso, “ponernos cremas hidratantes, emolientes, evidentemente sin perfumes, que nos permitan preparar esa piel, y después de los baños de sol, evitar que esta sufra sequedad intensa y que nos encontremos con picor, con el denominado prurito". Y remarca la importancia de cuidar la piel “porque es la barrera que nos protege del exterior. Protegiéndonos del sol y de otros agentes externos vamos a ser capaces de tener una piel, no solamente sana, sino también bonita”.

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