La UCAM contribuye a mejorar la respuesta de la OTAN ante emergencias
La UCAM contribuye a mejorar la respuesta de la OTAN ante emergencias
En las maniobras ‘OTAN BULGARIA 2025’, la Alianza Atlántica ha incorporado por primera vez investigaciones y tecnologías de centros científicos para el rescate de víctimas de catástrofes, siendo la Católica de Murcia la única universidad de España que ha participado
La Universidad Católica de Murcia ha cerrado su participación en el ejercicio internacional OTAN BULGARIA 2025 con un balance altamente positivo, situándose como un referente europeo en la aplicación de tecnologías inmersivas para la gestión de emergencias y el rescate de víctimas.
Por primera vez en la historia de estos ejercicios, la OTAN ha abierto la puerta a la comunidad investigadora para evaluar y mejorar sus protocolos de actuación en catástrofes, una decisión que, como subraya el catedrático Manuel Pardo, investigador principal del Grupo Nuevas Tecnologías para la Salud, responde a la necesidad de integrar la ciencia y la innovación en situaciones en las que tradicionalmente sólo participaban cuerpos militares y de protección civil. Según el investigador, la Alianza Atlántica ha entendido que las herramientas tecnológicas y el conocimiento académico “pueden aportar soluciones reales para optimizar la respuesta ante desastres naturales, accidentes industriales o situaciones de riesgo extremo”, por lo que han considerado fundamental la presencia de equipos científicos como el de la UCAM.
En esta edición, el grupo de investigación murciano ha desplegado ocho escenarios virtuales y gemelos digitales que reproducían con alto realismo desde edificios colapsados hasta accidentes con múltiples víctimas, entrenando a más de 190 profesionales de la OTAN. A través del uso de cámaras 360º, sensores de neuroimagen y chalecos hápticos que simulaban las vibraciones y el impacto de los incidentes, los intervinientes pudieron enfrentarse a situaciones límite mientras los investigadores analizaban su carga cognitiva, su respuesta emocional y su capacidad para seguir protocolos bajo presión.
Pardo destacó que la calidad de las simulaciones fue tal que algunos participantes con experiencia real en conflictos internacionales reconocieron que los escenarios “se parecían extraordinariamente a situaciones que habían vivido en lugares como Afganistán”, lo que ha permitido a la UCAM validar tanto la fidelidad técnica como la utilidad formativa de las herramientas utilizadas.
Los datos recogidos —incluyendo mediciones fisiológicas, encuestas y entrevistas— serán ahora analizados para extraer conclusiones que permitan mejorar los procedimientos operativos de la OTAN en futuras ediciones. Para Pardo, la experiencia ha demostrado que la combinación de realidad virtual, neurociencia y análisis de datos “no solo incrementa la preparación técnica de los equipos, sino que también ayuda a comprender mejor la dimensión humana de la respuesta en emergencias, un aspecto clave para la toma de decisiones en situaciones críticas”.
Con esta participación, la UCAM se consolida como la única universidad española seleccionada en estas maniobras internacionales, reforzando su proyección en el ámbito científico-tecnológico y su compromiso con la formación avanzada de profesionales para escenarios de alta complejidad operativa.