Montanaro de aquí: EL ORGULLO DE SER ESPAÑOL NO ES DE GÉNERO
EL ORGULLO DE SER ESPAÑOL NO ES DE GÉNERO
“Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas”, Oscar Wilde.
Un arcoíris de carrozas inunda las calles de Orgullo en Cartagena, ¿orgullo de quién?
El colectivo LGTBI puede vivir una tarde festiva pero ¿que pueden reivindicar? En España hace ya muchas décadas que dejaron de ser perseguidas las personas homosexuales y hoy no tiene ningún sentido celebrar algo que ni nos importa ni nos sugiere ni pena ni vergüenza. ¿A quién le importa la circunstancia y el orgullo de tenerla?, creo que en este país hay problemas más importantes que estar pendientes de una asonada multicolor con un fondo de promiscuidad implícita ya que siempre se adorna en una provocación y se engalana en algún lugar las incoherentes celebraciones, no siempre, en algunos casos, con el apareamiento callejero como colofón a la fiesta, simplemente vulgar y ordinaria, son hechos que lo plasman.
Otra vez y un año más aparecen los ilustrados de la majadería de este siglo de hojalata, los de la ignorancia tácita que nos encumbra a los españoles en un desgobierno vacío de dignidad y más lleno de imperfecciones y corrupción que nunca y además, ratifican por cupo electoral un orgullo español instalado en la homosexualidad, hace unos meses era el tardo feminismo de taberna progre que solo ha traído el caos con leyes absurdas y promiscuas, y hoy, el de la homosexualidad compartida, pero citando a Bernard Le Bovier “El orgullo es el complemento de la ignorancia” y cuanta ignorancia hay en una y otra acera.
España ha enarbolado la bandera de la homosexualidad y del orgullo inventado, pero es solo por desocupados del equilibrio. Orgullo…, una persona se puede sentir orgulloso de su profesión, del trabajo bien hecho, de los éxitos decorosos alcanzados, de las acciones solidarias, honestas, humildes…, de las acciones de sus hijos e hijas…, de su familia… ¿pero de su condición sexual? Berenjenal absurdo de un falso y progre ideal más basado en el fracaso que en el verdadero orgullo.
Por poner en antecedentes hagamos sucinto repaso ajenos a cualquier homofobia que ya coronan los defensores de esta juerga pagada, además por esta progresía de taberna barata dónde incluyo a conservadores petulantes como los de Cartagena, otra vez, un gobierno de “queda bien”. Friedrich Engels, padre del comunismo ya los criticaba en su escrito de finales del siglo XIX, según estos iletrados eso es hoy el pasado, excepto Franco que sigue siendo presente y será futuro durante muchos a la también orgullosa corrupción socialista. Friedrich Engels, hablaba de la degradación de los hombres en la antigua Grecia, afirmando que "cayeron en la abominable práctica de la sodomía". Maxim Gorki, ideólogo soviético y comunista en pleno siglo XX, en su obra “Humanismo proletario”, decía que en la tierra donde el proletariado gobierna valientemente y con éxito, la homosexualidad, con su efecto corruptor sobre los jóvenes, se considera un delito social punible bajo la ley, pero, en la ‘tierra cultivada’ de los grandes filósofos, eruditos y músicos, se practica libremente y con impunidad y había un dicho sarcástico: ‘Destruid la homosexualidad y el fascismo desaparecerá”, seguramente, este le llegó a Iglesias, La Montero, la Yoli y a Sánchez solo a medias, por las saunas familiares, -más hechos- con la ambigüedad y la sarta de mentiras en la que viven, en la inmensa corrupción, no lo dudéis, lo aplicaran de facto en los cupos laborales partiendo de algún vocerío tabernario por imperativo legal.
España es tierra de orgullosos guerreros, de nobles marinos, de ilustres inventores, es una tierra de histórico abolengo basado con denodado orgullo en el sacrificio, en la aventura e incluso en la insurrección, orgullosa de haber sido temeraria, pero nada temerosa, al contrario, además de innovadora, revolucionaría, ¿más…?, un país encerrado en alma de mujer, novia del Mediterráneo y amante furtiva del Atlántico dónde, en Cádiz alcanzó el éxtasis constitucional y de libertad, incluso, prometida de La Habana y con adulterio franco en Manila. Muchas cosas pueden parecer nuestro país, pero cuna y bandera del orgullo gay, la verdad es que no.
No imagino una España gay por muy de moda que parezca y por mucho que se empeñen en sustentarla, quizás, dejando correr la mente pueda encontrar en estos movimientos subsidiarios frustraciones escondidas de aquellos y aquellas que no se atreven a expresarse, que siguen queriendo ser un centro de atención a medias, entre el pudor y la vergüenza, anclados en su propia falta de personalidad y de libertad interior, como si a algunos nos importara este desarrollo pseudo-anímico con la que está cayendo. No se porqué hay que someterse a actividades pseudo Kulturales de la progresía mal entendida, por muy de moda que nos la quieran endosar, a la que, sin rubor, y con una crisis económica profunda, se suma nuestro pseudo-liberal y dadivoso gobierno local de la pesudo-cartagenera alcaldesa y, además, en pleno éxtasis de demagogia y corrupción política y mediática.
Quizás sea un buen momento para citar a Nicolás Márquez y El libro negro de la nueva izquierda dónde se explica como entre 1934 y 1980 fueron condenados cerca de cincuenta mil homosexuales a campos de concentración y como en las cárceles soviéticas, los homosexuales sufrían todo tipo de vejaciones. Hoy todavía la sufren, la legislación penal soviética considera la homosexualidad como punible, además es extensible a China dónde Louis-George Tin dio buena cuenta de ello hablando del Laogai chino que era parecido o incluso peor que en las prisiones soviéticas. ¿Y no luchan contra estas aberraciones o las propias de la ley islámica que los y las condena? ¿Cobardia?
El dictador comunista cubano Fidel Castro, adorado por estos comunistas de pacotilla y taberna reconvertida del republicanismo a la monarquía como Garibaldi, afirmó que, “Nunca hemos creído que un homosexual pueda personificar las condiciones y requisitos de conducta que nos permitan considerarlo un verdadero revolucionario. Una desviación de esa naturaleza choca con el concepto que tenemos de lo que debe ser un militante comunista”. Es más, el famoso y reverenciado Ernesto Che Guevara, un verdadero resto humano, líder espiritual de comunistas y podemitas, manifestaba un especial odio por los homosexuales, a los que consideraba “pervertidos sexuales”, es más, este ejemplo democrático que se pasea reverenciado en camisetas y gorras fundó el campo de trabajo de Guanahacabibes, el fin era la reducción de estas personas que para la dictadura comunista son considerados contrarios a su “ética revolucionaria”, los homosexuales, allí sufrieron maltratos, violaciones y ejecuciones en plan nazi.
La homosexualidad ha estado perseguida en las siguientes dictaduras comunistas como Albania, Alemania Oriental, Bulgaria, China, Corea del Norte, Cuba, Etiopía, Hungría, Laos, Mongolia, Polonia, Rumanía, Somalia, la URSS, Yugoslavia, Venezuela y repúblicas bananeras, no hablo del régimen musulmán que es de nota.
Todos tenemos derecho a estar orgullosos de nosotros mismos, sin duda, de nuestros desarrollos personales, ¿dónde establecemos la lógica frontera de lo necesario, lo real y reivindicativo en contra de lo absurdo y banal? ¿Porqué no hay orgullo de ser currante, de ser heterosexual, de crear familias y luchar día a día con los problemas de subsistencia como si fueran naturales?, el orgullo de la “ama de casa” al recibir la noche tras un día de abnegado y a la sazón inerte y desconsolado trabajo, ¿dónde se queda? ¿Orgullo o un consuelo tirano? ¿Orgullo o un profundo egoísmo?, ¿renta básica por ser homosexual o paridad laboral?, definitivamente, con la corrupción política y la deriva absolutista en este país en este país no cabe un tonto más, y esos somos lo que éramos la clase media trabajadora, se está promulgando la abstinencia laboral, el absentismo académico limitando los derechos constitucionales de los padres en la educación, la ocupación de la propiedad privada y las renta mínimas por la cara, nadie hace misivas en contra de las dictaduras comunistas homófobas dónde hoy, persiguen al homosexual, tampoco contra la degradación en el Islam de la homosexualidad, y ahora, también ser homosexual pretende ser objetivo de más paguitas…, joder, trabajar en este país es de imbéciles.
Hoy en el siglo XXI, no se quien se siente perseguido para enarbolar pendones acalorados y coloreados, ¿o no es más que seguir llamando la atención con el concubinato social e institucional?, ¿complejos y frustraciones?
“Asinque”, ver “valientes” social comunistas presentándose y ubicándose como defensores de los homosexuales es el máximo del contrasentido, además de los nostálgicos partidarios de Castro, Chávez, Stalin, Marx, Mao, o seguidores de Maduro, de emires, sultanes y demás referentes de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos.