La duda, el pecado en el fútbol profesional. Por José Manuel López Nieto

Como sabemos, el Cartagena está en una situación muy delicada en el apartado deportivo, como cualquier problema complejo, nunca va a depender solo de un único factor, como puede ser por ejemplo el entrenador o un jugador en concreto, el Cartagena, visto desde un punto de vista global, ha cometido una serie de pecados que en las ligas profesionales se convierten en verdaderos pecados capitales.

Plantilla al inicio de la campaña 20/21

Empecemos por el principio, la planificación de la plantilla. Lo fundamental en el deporte es tener claro lo que quieres hacer desde un principio, cuantas más dudas más errores se cometen. El primer momento de duda fue con los casos de Jurado y Elady, dos jugadores que a la postre resultaron pilares del once para Borja, que tuvo como consecuencia que entraran con un estado alejado del óptimo, luego apostaron fuerte por Carrasquilla, Delmás, Clavería y Nacho Gil para que desaparecieran de las alineaciones, y para finalizar, la plantilla se llenó con un número excesivo de jugadores de renombre y veteranos que, pese al entusiasmo que generaron, carecían de las condiciones mentales y ambición necesarias para competir como un colectivo. Estos hechos nos muestran que la “mejor dirección deportiva de la historia del club”, aunque siendo eficiente con los recursos, no tuvo en cuenta factores determinantes para el rendimiento de un equipo como eran estructura y cohesión de la plantilla, mentalidad y vejez de la misma.

Aquí dentro de mi opinión personal me hubiera gustado saber cómo hubiera rendido el equipo con Sergio Ayala, era un jugador consolidado, algo lento pero que en el resto de facetas era impecable, y más si añadimos las lagunas defensivas que hemos sufrido este año sobre todo con las titularidades de CD, Álex Martín y Rhyner y la salida de balón más que espesa que ha mostrado este equipo.

El siguiente de los factores de los que podríamos considerar como un error fue el entrenador, pero Borja no era tan mal entrenador como se pretendió vender al público, lo más importante para valorar a un entrenador no es el rendimiento inmediato, ya que depende de cientos de factores y no muestra la valía como tal de un proceso como es implantar las nuevas ideas por parte de un entrenador, lo importante es si el equipo es reconocible y durante 5-6 partidos lo logró al punto de que nos llamaban la revelación de la temporada. Sin embargo y visto desde fuera puedo decir con cierta certeza que la plantilla que tuvo no era la que él hubiera pensado, ciertamente cometió errores, pero unos cuantos de ellos fueron, en parte, debido a las dudas que la plantilla le generaba ya que hubo jugadores que dieron un rendimiento decepcionante desde el principio, otros que no encontraban el sitio, otros crucificados por la afición... Una de sus grandes decepciones para mi fue que apostase en sus últimos partidos por un bloque que no funcionaba y que el fútbol que ofrecía era paupérrimo, todo ello por la presión de resultados, gustos de la afición y entorno, lo cual mostraba su falta de control sobre la situación y sobre el vestuario, que supuso su "muerte" como entrenador. Por otro lado el conjunto de circunstancias hizo que despreciara el filial, este factor es llamativo puesto que el B estaba rindiendo a un nivel superlativo y este factor junto con los bajos rendimientos y las sanciones hubiera sido un buen marco para que saliera algún jugador de abajo para revitalizar al equipo. Aún con todos estos defectos, la sensación es que el mejor fútbol de la temporada lo hemos visto con Borja en el banquillo pero que ciertas decisiones, el vestuario y una "cama" en la Copa del Rey le condenaron. Aún así aplaudo a la ByB por aguantarlo ya que entendieron estos factores hasta que la presión de entorno y los resultados se hizo insoportable.

El cambio llegó con Aguilar, este cambio me generó mucha ilusión por su trabajo en el B, pero al contrario de lo que esperaríamos no pudo revertir el descalabro de una nave tocada desde el despegue, aún así intentó plasmar su sello al menos a nivel de salida de balón de una forma que la conclusión que saqué de sus 3 partidos es que con una situación diferente podría haber cuajado. Posteriormente llegó Carrión y una revolución de la plantilla, me reservaré mi opinión para ver como evoluciona, aunque ya nos da a entender que la planificación y el reparto de responsabilidades en ella está mal ejecutado. Tres entrenadores y ninguno cuaja... Mala señal, ya que el entrenador debe ser la pieza sobre la que gire la planificación ya que va a saber gestionar los recursos que ha solicitado, si tienes una plantilla hecha de “parches de lujo”, los entrenadores lo van a tener casi imposible para sacar partido de ella, lo que conlleva más dudas y por lo tanto más errores.

Se merecen una mención especial las tácticas del equipo, llevamos usando un 4-4-2 el 85% de la temporada. Este esquema, junto con las deficiencias en ciertos perfiles técnicos y tácticos como pueden ser la ausencia de un "8", tener 4 delanteros veteranos lastrando al equipo a la hora de lanzar la presión, la presencia de Álex Martín que redujo considerablemente la confianza del equipo por sus incontables errores y dudas y la deficiente contundencia defensiva de David Simón y DLB en las bandas, falla estrepitosamente para esta plantilla. Si nos reducimos solamente al esquema, se trata de un esquema diseñado para la defensa que ni ofrece soluciones en la salida de balón, al tener un hombre menos en el medio, ni profundidad. Esto hace que en muchos partidos nos dominen con facilidad ya que los medios no pueden cubrir tanto terreno ellos solos y parece que por lo visto en el campo los entrenamientos son suaves y la intensidad brilla por su ausencia. Este esquema no se adapta bien a jugadores del Cartagena que tienen un perfil más técnico y no son especialistas defensivos. Todos estos factores hacen pensar que una forma de mejorar al equipo sería con otro esquema que abrigue mejor el mediocampo.

Para finalizar voy a señalar a la afición, en este caso se puede generalizar en cierta medida. En muchos aspectos no hemos estado a la altura, hemos dado por hecho victorias que nunca llegaron, nos hemos dejado llevar cuando las cosas iban bien y nos hemos pasado en la reacción cuando se han torcido. La consecuencia de todo esto ha sido que el clima del entorno se ha vuelto irrespirable, la confianza de dirigentes y entrenadores se ha visto limitada dando lugar a que puedan tomar peores decisiones. La crítica nunca puede ser ciega y sin fundamentos, lo único que hacemos así es generar más dudas en el club y dañarlo. Sé que todos queremos ver ganar al equipo, pero tenemos que hacer un análisis más profundo que mirar el resultado si no, las consecuencias pueden ser catastróficas al simplificar un problema.

Como el deporte nos enseña, la duda es el causante de la mayoría de derrotas, las ideas claras van a funcionar mejor que ir adaptándose a las circunstancias, por tanto a la directiva le pediría que deje de tomar las decisiones “en función del mercado” y que elabore un plan estructurado desde el principio siguiendo una idea de juego concreta, con gente joven acompañada de refuerzos puntuales de lujo y que no se desvíe de él, solo así el club crecerá y podremos ver fútbol de élite. Mientras tanto esperemos que el equipo pueda empezar de nuevo desde la Liga Smartbank y no desde la Primera RFEF.