Mirar hacia abajo para llegar arriba, por José Manuel López Nieto

Llevamos varias jornadas en las cuales el primer equipo no muestra ninguna mejoría clara en su juego y no para de cosechar empates. Vemos el mismo y tedioso fútbol plano, con gran cantidad de errores y parones en el juego, con centrocampistas cuya única función es cortar juego y mantener la bola sin riesgo. Un fútbol que algunos señalaron, cuando no había urgencias, de pragmático o de eficaz. Sin embargo, ni más lejos de realidad, los resultados son los que me esperaba al ver este fútbol, empates, una victoria de suerte y derrotas.

El problema se magnifica cuando observas al filial en el “miniderby” de ayer, un fútbol de posesión con triangulaciones a un solo toque, con jugadores que sobre el papel tienen menos calidad que los de la primera plantilla. Un equipo con actitud, hambre y orden táctico, una auténtica máquina de generar fútbol comandada por nuestro entrenador “interino” Pepe Aguilar. Este equipo se basa por lo táctico en varios puntos muy interesantes, una salida de balón con 3 atrás, subidas de los laterales a partir de un balón largo del pivote defensivo, diagonales y cambios de posición constantes de sus dos puntas (Teddy y Santisteban) y centrales altos y rápidos (Uri y Farru)para recuperar el balón cuando sale rechazado por la defensa rival. Que junto a la actitud y el estado mental y físico de los jugadores da como resultado una ingeniería de alto nivel para ganar partidos. Un equipo que a día de hoy podría competir de tú a tú (salvo detalles individuales) con el equipo de la Liga Smartbank.

Los que me hayan podido leer sabrán que suelo criticar y ver el fútbol de forma colectiva y relativizando factores, por tanto, voy a exponer una propuesta contando con una perspectiva más amplia, tanto si el equipo se mantiene como si desciende. Volvamos a la temporada 15/16, segunda B con Víctor Fernández y Monteagudo como entrenadores ese año, aquel año se sentaron las bases del equipo que rozó un ascenso partiendo de la misma propuesta de juego que la del equipo B de este año. Este equipo dispuso de una plantilla relativamente joven con Moisés, Sergio Jiménez, Rivero, Cristo, Jesús Álvaro... La idea que bajo mi opinión considero más acertada sería construir un nuevo equipo, usando como base a jugadores como Uri, Farru, Nacho Pais, Teddy, Edu, Santisteban... Todos ellos liderados por Pepe Aguilar y acompañados por jugadores que den un extra en las posiciones que se puedan ver más debilitadas, con la idea de tener un bloque de jugadores comprometido y unido por la causa, con un entrenador que los entienda y los coordine para dar el mejor rendimiento e ir mejorando el bloque poco a poco hasta alcanzar mayores metas.

Al principio puede resultar un shock competitivo para el equipo en cuanto a resultados, sin embargo, si ponemos 11 jugadores con una calidad contrastada y los acompañamos de este bloque, poco a poco se empezará a construir un equipo equilibrado tanto en mentalidad como en juventud. Esta fórmula entiendo que parezca a primera vista una locura, pero es un modelo que han aplicado equipos como la Real Sociedad, Espanyol o Villarreal cuando descendieron de primera y en el caso de la Real y el submarino han conseguido llegar a competiciones continentales con esa base. La historia está para conocer los aciertos y los errores y perseguir los primeros y evitar los segundos, por ello le pido humildemente a Belmonte que piense como en el 2015 y tras haber salvado al equipo construya un equipo con esa idea y mentalidad humilde, con un bloque equilibrado con sus roles tácticos y de vestuario y posiciones claras, sabiendo de dónde venimos y con ganas y ambición de progresar en sus carreras.

José Manuel López Nieto