Castejón se despide en su último pleno, tras 20 años de servicio público con un “hasta siempre” lleno de afecto y compromiso

DISCURSO RENUNCIA
DISCURSO RENUNCIA
Castejón se despide en su último pleno, tras 20 años de servicio público con un “hasta siempre” lleno de afecto y compromiso

Castejón se despide en su último pleno, tras 20 años de servicio público con un “hasta siempre” lleno de afecto y compromiso

 


 

Ana Belén Castejón, quien ha formado parte de la Corporación municipal de Cartagena durante las dos últimas décadas, pronunció hoy su último discurso en el salón de plenos del Ayuntamiento, cerrando una etapa marcada por el compromiso, el diálogo y la vocación de servicio público.

Castejón, que ha sido alcaldesa y vicealcaldesa durante ocho años al frente del Gobierno municipal —liderando equipos “compactos” y capaces de alcanzar acuerdos incluso con quienes pensaban diferente—, ha ejercido el resto de las legislaturas como portavoz de la oposición, la mayor parte con el PSOE y esta última con la formación que fundó, Sí Cartagena.

Han sido dos décadas intensas, llenas de retos, alegrías, decisiones difíciles y aprendizajes profundos”, aseguró en su intervención. “He tenido el honor de representar a mis vecinos unas veces desde el gobierno y otras desde la oposición, pero siempre con la misma convicción: que trabajar por Cartagena merecía cada esfuerzo”.

Castejón subrayó que la política municipal “va mucho más allá de celebrar debates o adoptar decisiones: es mirar a los ojos a tus vecinos, escuchar sus preocupaciones, compartir sus alegrías y también sus desvelos”. En ese sentido, reivindicó el valor de la cercanía, la escucha, el respeto y la humildad como pilares fundamentales del servicio público.

La exalcaldesa expresó su profundo agradecimiento a la ciudadanía por la confianza depositada en ella durante todos estos años. “Gracias por el privilegio de haberme permitido representarles y por dejarme formar parte de la historia de Cartagena durante dos décadas inolvidables”, afirmó. También quiso reconocer “a quienes han estado cerca y a quienes han pensado diferente, porque de todos he aprendido”.

En un discurso cargado de emoción, Castejón dejó claro que su despedida no supone un final: “No es un adiós con tristeza, sino un hasta siempre lleno de afecto y compromiso hacia este lugar que forma parte de quien soy. Los cargos son temporales, pero el amor por esta tierra, el deseo de verla crecer y la voluntad de seguir aportando a su futuro permanecerán para siempre”.

Hoy me marcho con el corazón en paz, con serenidad y con la satisfacción de haber dado lo mejor de mí, y con el mismo cariño por Cartagena que tenía el primer día que crucé la puerta de este salón de plenos”, concluyó, deseando que la Corporación “continúe trabajando por esta tierra con altura de miras y sentido de la responsabilidad”.

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