Efemérides de Juan Manzanares García del 6 de mayo

Efemérides de Juan Manzanares García del 6 de mayo

6 MAYO

La Frase de hoy.

Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás y sabes por donde vienen

WILLIAM FAULKNER

PERSONAJE DEL DÍA

PABLO MORILLO Y MORILLO

Pablo Morillo nació en Cartagena el 5 de mayo de 1775, falleciendo el 27 de julio de 1837. Primer Conde de Cartagena y primer Marqués de la Puerta. Militar.

Nació en una familia campesina. En 1791 se alistó en el Real Cuerpo de Infantería de Marina y fue destinado a Ferrol. En la guerra contra la Francia revolucionaria participóen infinidad de campañas.

En octubre de ese año fue destinado a Cádiz, donde participó en su defensa contra el ataque inglés de 1797. En la batalla de Trafalgar del 21 de octubre de 1805 fue herido combatiendo a bordo del San Ildefonso, que sería apresado por la flota de Nelson. Pablo Morillo pasó los siguientes tres años acuartelado en Cádiz a la espera de ser destinado a uno de los pocos barcos supervivientes de la derrota.

Con la invasión de Napoleón, Pablo Morillo renunció a su mediocre carrera en la Marina y se alistó en el cuerpo de voluntarios de Llerena, donde, gracias a su experiencia militar participó en la batalla de Bailén el 19 de julio de 1808, a las órdenes del general Castaños.

Llegó a Vigo, donde el comandante de la guarnición francesa, sitiada por partidas guerrilleras, se negaba a rendirse a civiles reclamando un militar de alta graduación.

Morillo era el único oficial presente pero su rango de capitán no era suficiente, por lo que sus hombres y los guerrilleros que cercaban la plaza le proclamaron coronel y con esta investidura concluyó las negociaciones de rendición de Vigo. La reacción francesa fue inmediata y el mariscal Michel Ney ocupó Santiago de Compostela, para dirigirse hacia Vigo. Morillo se interpuso en su camino en el puente de Sampayo en Pontevedra los días 7 y 8 de junio de 1809, donde le obligó a retirarse.

Esta victoria fue decisiva para Pablo Morillo, ya que a resultas de ella el alto mando español le confirmó el rango de coronel, su fama se extendió entre soldados y guerrilleros, que le conocerían como “el León de Sampayo” y fue el origen de la formación del Regimiento de la Unión, unidad que le acompañaría durante muchas campañas.

Pese a que Morillo tuvo que abandonar la libertad de movimientos de la que hasta entonces disfrutaba para pasar a integrase en una unidad extranjera, a la larga, le terminaría resultando muy provechoso pues tendría la ocasión de aprender sobre el funcionamiento de un ejército bien organizado y porque le terminaría otorgando la confianza de Wellington.

La ofensiva final se inició a mediados de 1813 y tuvo su punto culminante en la batalla de Vitoria el 21 de junio de 1813, en la que Morillo, al mando de sus hombres, inició el ataque aliado marchando contra las posiciones francesas fuertemente defendidas del Alto de la Puebla. La intervención de Pablo Morillo fue decisiva para la victoria aliada, sus hombres demostraron una férrea disciplina y él mismo se distinguió al permanecer en el campo de batalla pese a haber sido herido al principio del combate. Su comportamiento en la batalla le valió ser ascendido, apenas dos semanas más tarde, a mariscal de campo, y Wellington le eligió para ser uno de los pocos generales españoles que le acompañarían en la próxima invasión de Francia.

Con el regreso de Fernando VII, la Administración española se apresuró a abordar la multitud de problemas que estaban sobre la mesa y, entre los más urgentes, el encontrar una adecuada respuesta a los hechos que habían sucedido en tierras americanas, donde la autoridad del Monarca se había puesto en duda.

De las varias opciones barajadas se optó por el envío de una fuerza expedicionaria y como su jefe se nombró, en agosto de 1814, a Pablo Morillo como uno de los generales más prestigiosos con los que contaba el Ejército español. Morillo se trasladó a Cádiz para organizar todos los detalles y en esta ciudad tendrían lugar dos hechos muy importantes para su futuro: allí se integró en los círculos políticos liberales y conoció a María Josefa de Villar, perteneciente a una acaudalada familia vinculada al comercio con América, con la que se casó por poderes en 1816.

En apenas unos meses se reunieron más de doce mil hombres, entre Infantería, Caballería y Artillería, y numerosos buques de escolta y transporte que zarparon el 17 de febrero de 1815. Que una España agotada tras varios años de guerra contra los franceses fuese capaz de semejante esfuerzo da prueba tanto de la prioridad otorgada por las autoridades a esta misión como de las dotes de organización de Pablo Morillo.

Las instrucciones recibidas por Morillo establecían que los objetivos principales de la expedición eran, la tranquilidad de Caracas, la ocupación de Cartagena de Indias y auxiliar al jefe que mande en el Nuevo Reyno de Granada. Para lograr la tranquilidad de Caracas se le ordenaba sofocar el levantamiento en Isla Margarita. Tras un desembarco algo accidentado y después de reducir una desesperada, aunque poco organizada, resistencia, Morillo tomó posesión de la isla el 11 de abril de 1815. Morillo entró en Caracas el 8 de mayo de 1815, donde permaneció sólo el tiempo necesario para reorganizar sus tropas y partir a cumplir el siguiente punto de sus instrucciones: ocupar Cartagena de Indias.

Morillo había estudiado muy bien las defensas de la plaza y extraído correctamente las lecciones de la victoria de Blas de Lezo contra el ataque del almirante inglés Edward Vernon en 1741, por lo que decidió que había de rendir la plaza por hambre, evitando a toda costa un ataque directo. Cercó Cartagena por tierra y mar aplicando una política de mano dura sin contemplaciones.

No obstante, cuando capituló Cartagena de Indias el 6 de diciembre de 1815, tras ciento dos días de asedio, Morillo hizo todo lo que estuvo en su mano para socorrer a los habitantes: se abrieron fosas comunes, limpiaron las calles, fumigaron las casas y repartió una “sopa económica” con lo obtenido mediante una suscripción voluntaria entre jefes y oficiales. Ocupada la plaza, determinó emprender camino hacia el interior del virreinato, en esta ocasión no estaba dispuesto a cometer ningún error por lo que dictó medidas drásticas para asegurar su retaguardia.

Usando el mismo sistema empleado en la Península Ibérica con los afrancesados, abrió procesos a los principales jefes independentistas que no habían conseguido escapar en los últimos días del asedio, y nueve de ellos fueron ejecutados (los nueve mártires de Cartagena de Indias).

En enero de 1816, Morillo partió a la reconquista de la Nueva Granada. Dividió sus fuerzas en cinco columnas que, actuando de manera coordinada, barrieron de Norte a Sur todo el territorio obteniendo en pocos meses un éxito total en todos los frentes. Cansado de recibimientos apoteósicos por parte de una población que pocos meses antes había brindado idénticos homenajes a los hombres de Bolívar, Morillo entró de incógnito en Santafé de Bogotá el 27 de mayo de 1816. Convencido de que solamente la firmeza extirparía el germen de la independencia, aplicó una durísima represión en la que cayeron gran parte de la elite social e intelectual de Nueva Granada. En los seis meses que Morillo permaneció en Bogotá se pronunciaron y ejecutaron noventa y seis sentencias de muerte, cincuenta y ocho de ellas en la capital. Durante este tiempo Morillo emprendió la reorganización del ejército expedicionario, pero también tomó medidas sobre la educación, la economía, obras públicas, etc., superando con mucho las atribuciones derivadas de sus instrucciones, por lo que no tardó en enfrentarse con las autoridades locales y especialmente con el propio virrey Francisco Montalvo. Las acusaciones y pleitos entablados contra Morillo darían como resultado que entre el 31 de julio de 1817 y el 9 de junio de 1818 le fueron suspendidos sus amplios poderes.

Cuando Morillo entró en Caracas, comprobó que la situación no era tan grave como le habían dicho, pero ya era tarde para volver sobre Margarita, por lo que no le quedó más remedio que proseguir su campaña. A partir de este momento, Morillo pasaría el resto de su tiempo en América obsesionado por enfrentarse a Bolívar en una batalla campal que decidiese, de una vez para siempre, el destino de estas tierras. Pese a vencer en el Hato de la Hogaza el 2 de diciembre de 1817, sólo pudo enfrentarse a partidas guerrilleras de escasa entidad. En su búsqueda de Bolívar, fue sorprendido por éste en Calabozo el 11 de febrero de 1818 donde resistió tres días de asedio del que sólo pudo escapar con dificultades. Morillo ejecutó brillantemente la retirada y en El Sombrero se preparó para recibir al enemigo, al que infringió una severa derrota el 15 de febrero de 1818. La victoria de Morillo tuvo dos importantes consecuencias: poco tiempo después se le restituirían sus poderes y, un año más tarde, le sería concedido un título de nobleza. Gravemente herido de un lanzazo en el costado, Morillo hubo de guardar reposo en Caracas, pero aprovechó para enviar a sus generales en una ofensiva en la que cosecharon numerosas victorias.

Pese a la avalancha de éxitos, Morillo tuvo que esperar hasta principios de 1819 para reanudar la búsqueda de Bolívar, a quien seguía empeñado en derrotar en una batalla definitiva. Bolívar, por su parte, decidió llegado el momento, lanzar una ofensiva contra Bogotá, Bolívar cruzó los Andes y, tras derrotar a las pocas fuerzas que habían quedado de guarnición entró en Santafé de Bogotá. Pese a estas derrotas, en las que Morillo no estuvo presente, Fernando VII le concedió los títulos de conde de Cartagena y marqués de La Puerta. Con los independentistas controlando los enormes recursos del virreinato y con sus tropas agotadas, la única esperanza de Morillo estaba en obtener refuerzos desde la Península, pero el alzamiento de Rafael Riego en Cabezas de San Juan dejó bien claro que éstos nunca llegarían. El nuevo Gobierno liberal, por convicción o por necesidad, identificando la causa liberal en la Península con la independentista en América, cambió la política de enfrentamiento por una de conciliación, enviándole instrucciones a Morillo para que concluyese un acuerdo que permitiese una salida honrosa. Dado que las fuerzas de Bolívar también necesitaban de una tregua para asimilar su triunfo, tras complicadas negociaciones, se firmaron los Tratados de Trujillo el 25 de noviembre de 1820, que fueron ratificados en la entrevista personal que mantuvieron Morillo y Bolívar en el pueblo venezolano de Santa Ana el 27 de noviembre de 1820.

En abril de 1821 Morillo llegó a Madrid y poco después hubo de salir al paso de ataques sobre su actuación en América publicando en su defensa el Manifiesto que hizo a la Nación Española. Ya integrado en las filas realistas, se enfrentó a los liberales gallegos venciéndoles en la segunda batalla del Puente de Sampayo el 24 de julio de 1823.

A finales de 1832, ante la proximidad de la muerte de Fernando VII y la debilidad de la posición de la reina María Cristina y de su hija, la futura Isabel II, fue llamado de nuevo por el Gobierno y nombrado capitán general de Galicia, donde combatió el levantamiento carlista, hasta que su salud le obligó a retirarse a un balneario en el Pirineo francés, donde falleció el 27 de julio de 1837.

EFEMÉRIDES DE CARTAGENA DEL 6 DE MAYO

©Juan Manzanares García

-1245. Alfonso X otorga el privilegio de no cobrar el diezmo del pan y vino a los moradores de Cartagena y sus aldeas, con la intención de facilitar el incremento de la población. 

-1257. Doce años después, el rey Alfonso X otorga una Real cédula consistente en otorgar los fueros y derechos de los hijosdalgos de Toledo a quien tenga en Cartagena un caballo y una Ballesta que valgan al menos 30 maravedíes.

-1602. Paga el Mayordomo del Ayuntamiento a la Cofradía de San Sebastián, 118 reales por los cirios de cera que se gastaron en 54 días que la imagen de la Virgen del Carmen estuvo en la ermita donde se llevó en procesión en rogativa de agua.

-1605. El licenciado Don Baltasar Jaén, con dos regidores, hacen un padrón de los animales que tienen los ganaderos para repartir proporcionalmente los gastos que se ocasionen por matar todos los lobos y zorros que abundan en el término municipal. Según el padrón existían 9.870 cabezas de ganado cabrío, 357 asnos, lanar 20.360 y porcino 4.450 cabezas.

 

-1615. El licenciado Don Juan Osete, natural de Cartagena, presenta una solicitud de que se certifique su hidalguía, puesto que era público y notorio al haberlo sido todos sus antepasados. 

-1618. Se celebra una procesión con la imagen de la Virgen de los Remedios desde la Iglesia Mayor a la ermita de San José. En esta procesión que fue verificada en acción de gracias, se gastaron 152 libras de cera que costaron 792 reales.

-1667. Es nombrado Regidor del Ayuntamiento de Cartagena, Don Vicente Imperial.

-1702. El regidor Juan Bautista Tacón llama la atención al cabildo de la ciudad sobre el peligro del contagio de la "fiebre levantina" por la continua llegada a la ciudad desde Berbería de cautivos redimidos.

-1749. Después de la abolición por parte del rey de los trabajos en galeras, los penados de la Marina salen de Cartagena para las minas de azogue de Almadén. (No sé qué es peor).

-1766. Es nombrado Regidor del Ayuntamiento de Cartagena, Don Juan Francisco González de Rivera.

-1823. Entran en Cartagena los milicianos y tropa de Marina que salieron a capturar el buque francés que embarrancó en el Estacio, conduciendo prisionera a la tripulación del mismo que constaba de 102 marineros y oficiales y un Guardia Marina de tan corta edad que hubo de llevarlo en brazos durante la marcha.

 

-1914. El alcalde Don Miguel Tobal escribe al presidente del Gobierno pidiendo que el submarino Peral fuese enviado a Cartagena, paralizando de este modo la orden de desguace. Sería en 1929 cuando el almirante García de los Reyes, primer jefe del arma submarina logre autorización para remolcarlo desde Cádiz hasta Cartagena.

A finales de 1890, la Armada anuló el proyecto del "Submarino Isaac Peral". El casco fue vaciado, y en 1892 se desmonta el tubo lanzatorpedos y los motores, quedando arrumbado en el Arsenal de la Carraca.

-1992. Carthagineses y Romanos. Se inscribe en el Registro de Asociaciones la Tropa Cartaginesa, TROPAS DE TIRO, fundada el 8 de febrero de 1992, siendo su primera presidenta María de los Remedios López Moreno.

-1996. El lugar donde los cartageneros nos encontramos con nuestra Patrona no es una ermita, no es una parroquia y tampoco es una catedral, es el templo donde reside la Caridad. Este templo tiene forma de rotonda bajo una monumental cúpula, proyectada por el ingeniero Tomás Talleríe Ametller. Su diseño arquitectónico responde al estilo "greco-romano" según unos entendidos o de estilo neoclásico según otros expertos, pero creo que ese tema no preocupa a los cartageneros, creyentes o no, que lo visitan.

La cúpula empezó a presentar problemas de estructura que aconsejaban una gran reparación por lo que se hizo necesario cerrar el templo al público y esto fue el 6 de mayo de 1996.

-2003. Se inaugura la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación, ubicada en el paseo del muelle de Alfonso XII.