Una prueba específica valora la respuesta a la inmunoterapia de los alérgicos a avispas y abejas
Una prueba específica valora la respuesta a la inmunoterapia de los alérgicos a avispas y abejas
Alrededor de cien personas alérgicas siguen un tratamiento que consiste en una inyección que mejora la respuesta inmune del paciente
Sólo se dan casos graves en el tres por ciento de las picaduras de estos insectos
La Consejería de Salud ha estandarizado una prueba específica para valorar la respuesta de los pacientes alérgicos al veneno de avispas y abejas que siguen un tratamiento de inmunoterapia. Se calcula que este minimiza los efectos adversos del contacto con el veneno a más del 80 por ciento de estos alérgicos.
Esta prueba consiste en la repicadura frente a himenópteros que provoca una picadura real en el paciente diagnosticado con alergia al veneno y que está en tratamiento con inmunoterapia específica para comprobar su eficacia. Se realiza en la Unidad de Alergología del hospital Reina Sofía, donde casi 60 pacientes se han sometido a ella este año.
En la Región de Murcia, alrededor de un centenar de personas siguen tratamiento con inmunoterapia específica. Este consiste en poner en contacto de forma controlada, en este caso mediante inyección subcutánea, al paciente con el agente al que se ha sensibilizado. De esta forma, se consigue una modificación en la respuesta inmune que minimiza los síntomas en caso de exposición posterior.
Las reacciones alérgicas graves por picaduras de avispas y abejas han aumentado alrededor de un 20 por ciento en los últimos diez años, aunque no superan el tres por ciento de los casos, si bien la evolución a la gravedad puede ser muy rápida.
Atraídos por la fruta
El director general de Salud Pública, José Jesús Guillén, explicó que la mayoría de los episodios por picaduras de avispas o abejas se producen en verano, cuando estos insectos están más activos debido al clima y, además, se realizan más actividades al aire libre.
En este sentido, los alergólogos recomiendan ser más prudentes en esta época de año y evitar, en la medida de lo posible, comer fuera ya que, advierte Guillén, “los insectos acuden a los alimentos, especialmente a las frutas”.
Además, en las salidas al campo se debe usar ropa que cubra la piel, preferiblemente con manga y pantalones largos y calcetines, “y evitar los colores oscuros y brillantes, y los perfumes fuertes, ya que estos atraen tanto a avispas y abejas como a los mosquitos”, puntualizó.
Los especialistas en alergias consideran conveniente no acercarse a panales de abejas ni a nidos de avispas y, si uno de estos insectos se posa sobre alguna parte del cuerpo, no intentar matarlo ni espantarlo y permanecer quieto o hacer solo movimientos lentos hasta que se aleje.
Atención a los síntomas
Desde Salud Pública se aconseja observar la picadura, ya que una reacción local de hasta diez centímetros con dolor o molestias leves no se suele considerar preocupante. “Sin embargo, si esto se acompaña de urticaria generalizada, náuseas, mareos o sensación de asfixia, sí podemos estar ante una reacción alérgica grave y hay que consultar con un médico inmediatamente”, recordó el director general.
En caso de picadura de cualquier insecto, la primera medida es lavar abundantemente la zona con agua y aplicar frío, aunque nunca hay que poner el hielo en contacto directo con la piel. Esto evitará la inflamación y aliviará el dolor en la zona.
En caso de picaduras concretas como la de abeja y la avispa, estas suelen dejar el aguijón y en el caso de las abejas a menudo también se queda incrustado el saco de veneno. Por ello, es necesario retirarlo cuidadosamente sin romperlo.