Regantes, Confederación e investigadores comparten una perspectiva «muy complicada» para el regadío a partir de 2027

Regantes, Confederación e investigadores comparten una perspectiva «muy complicada» para el regadío a partir de 2027
El déficit hídrico se cuadriplicará por el aumento del caudal ecológico del Tajo y las restricciones al uso de agua subterránea, según prevé el SCRATS
6.mayo.2025.- “Problemática”, “complicada”, “fastidiada”... los representantes de las comunidades de regantes, de la Confederación Hidrográfica del Segura y de la cátedra Trasvase y Sostenibilidad de la UPCT han coincidido esta mañana en la Escuela de Agrónomos de la Politécnica en señalar las dificultades que enfrentará el regadío en el Campo de Cartagena y en el resto de la cuenca a partir de 2027, cuando entren en vigor los nuevos caudales ecológicos del Tajo y la reducción de usos de las aguas subterráneas.
“Los regadíos están diseñados en base al Trasvase y no es recomendable que subsistan únicamente con agua desalada”, ha afirmado el director de la Cátedra, Victoriano Martínez, indicando que sólo las desaladoras con doble paso consiguen niveles óptimos de boro que no superan los 0,5 miligramos por litros. “El agua desalada es un complemento muy adecuado, pero no una alternativa al Trasvase”, concluyó el catedrático del departamento de Ingeniería Agronómica.
Los presidentes del Sindicato Central (SCRATS) y de la comunidad de regantes del Campo de Cartagena, Lucas Jiménez y Manuel Martínez, han señalado que para el uso de la desaladora de Torrevieja faltan conducciones al conjunto de la cuenca y no van a estar concluidas antes de 2027, como ha confirmado poco después el presidente de la Confederación, explicando que las obras para conducir el agua hacia el embalse de la Pedrera han recibido informes negativos de la Generalitat Valenciana.
“El déficit se va a cuadriplicar”, ha denunciado Jiménez, añadiendo a la menor disponibilidad de agua trasvasada los límites previstos al uso de la subterránea. "Hay que ejecutar las obras del plan de vertido cero al Mar Menor y extraer el agua del acuífero. Los regantes están dispuestos a colaborar económicamente", asegura. “Con los 2,6 hectómetros mensuales que prevemos de media a partir de 2027 no podemos vivir en el Campo de Cartagena”, ha indicado por su parte Manuel Martínez.
“Estamos estudiando las afecciones para el regadío del incremento de los caudales en el Tajo para que puedan replantearse”, ha explicado el presidente de la CHS, Mario Urrea, reconociendo que la situación a partir de 2027 será “muy complicada” y recordando que el plan de explotación del acuífero cuaternario conectado al Mar Menor posibilitará la extracción de agua. Con todo, Urrea ha defendido que las reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura presentadas por el Ministerio de Transición Ecológica dan estabilidad a los envíos y minimizan los escenarios en los que no será posible trasvasar.
“La importancia del Trasvase es vital para nuestra Región y nuestros investigadores están contribuyendo desde la ciencia para dar soluciones técnicas”, remarcó el rector de la UPCT, Mathieu Kessler, detallando que la cátedra Trasvase y Sostenibilidad - José Manuel Claver acaba de renovarse por cuatro años y lleva ocho en funcionamiento, en los que se han formado una docena de becarios y dos doctorandos, y ha posibilitado la captación de un millón de euros para investigación.
La Escuela de Agrónomos de la UPCT ha acogido esta mañana la jornada 'Retos y perspectivas de la gestión del agua en el Campo de Cartagena', en la que se han planteado los problemas que afronta el regadío, la creciente relevancia de los suministros de agua marina desalinizada para riego y las mejoras en la programación del riego basada en sondas de humedad.
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Imagen adjunta del Rector, inaugurando la jornada, junto a la alcaldesa de Cartagena y los presidentes de la CHS y del SCRATS.