Más del 70% de los adultos con autismo tienen problemas de sueño

Más del 70% de los adultos con autismo tienen problemas de sueño
En el estudio, liderado por la UCAM, con la colaboración de investigadores de otras universidades, se ha observado que el insomnio en personas con TEA comienza en la infancia y se perpetúa a lo largo de las etapas de la vida
Murcia, 30/06/2025
Pura Ballester, investigadora del grupo ‘Nutrición, Estrés Oxidativo y Biodisponibilidad’ de la UCAM, lidera esta investigación, en la que se analiza la evolución del sueño en personas con trastorno del espectro autista (TEA), desde la infancia hasta la edad adulta. En ella han participado investigadores de la propia Universidad Católica, así como de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Murcia, la Universidad la Trobe de Melbourne, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y el Hospital General Universitario Dr. Balmis.
Empleando un dispositivo de monitorización circadiana ambulatoria, analizaron el descanso nocturno, la actividad diurna y el ajuste ambiental del horario habitual de sueño en 214 personas con TEA, con y sin discapacidad intelectual, agrupadas por franjas de edad. El objetivo fue comprender cómo se mantienen y manifiestan los trastornos del sueño a lo largo de los años, así como el papel que juegan las condiciones de vida.
El estudio encontró alteraciones significativas en la calidad del sueño en todos los grupos, especialmente en los adultos, quienes tardaban más en dormirse y se despertaban con mayor frecuencia durante la noche. Solo un 26% de los jóvenes y un 28% de los adultos presentaban una eficiencia del sueño dentro del rango considerado normal. En el caso de los niños, aunque el tiempo total de sueño se aproximaba a lo recomendado, más del 55% no alcanzaba los estándares esperados. Además, se detectaron cambios en el horario natural del sueño a medida que aumentaba la edad, con un inicio del sueño más tardío en niños y adolescentes, con un centro de sueño en torno a las tres de la madrugada, y más temprano en los adultos mayores, probablemente influido por los horarios estructurados en centros residenciales.
“Gracias al apoyo de dos proyectos de la UCAM y la estrecha colaboración con centros de la Región de Murcia, queremos ahora explorar dos aspectos del sueño. Por un lado, cuándo la vida en la residencia genera ese adelanto de la fase de sueño en los adultos jóvenes y, por otro lado, cómo afecta el sueño a la funcionalidad del día siguiente”, destaca Pura Ballester, investigadora principal del estudio.
Este trabajo aporta evidencia sobre una problemática que afecta de forma transversal a las personas con TEA y subraya la necesidad de adaptar entornos y rutinas para favorecer un descanso reparador. Por parte de la UCAM, han participado también investigadoras como Ana María García, María Luisa Sánchez de Ocaña, Desirée Victoria Montesinos, Cristina López Anguas y María Dolores Meseguer. Estos hallazgos, fruto de una colaboración internacional, contribuyen a mejorar la comprensión del bienestar integral de las personas con TEA y pueden tener un impacto directo en su calidad de vida.