Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: MATEMÁTICAS SOCIOAFECTIVAS

Paco Marín
Paco Marín
PENSANDO EN VOZ ALTA: MATEMÁTICAS SOCIOAFECTIVAS

PENSANDO EN VOZ ALTA

MATEMÁTICAS SOCIOAFECTIVAS

Estaremos de acuerdo en que en la enseñanza de las matemáticas nos tropezamos con un problema primario, cual es la expresión: «Las matemáticas no me gustan». Gran parte del alumnado se amparaba y se ampara bajo dicha bandera; casi siempre apoyado por los padres: «A mí tampoco me gustaban».

¿A qué se debe que no gusten las matemáticas? ¿A las dificultades propias de la persona o a la manera de enseñarlas? Parece ser que hay formas de cambiar ese “no me gusta” en el momento en que se encuentre la herramienta y el oficio de contar las matemáticas de distinto modo.

¿El ser chico o chica influye en como se cuenta las matemáticas? ¿Hay que dar un enfoque de género? ¿Qué afectividad hay que implementar? ¿Cómo han de explicar los profesores las matemáticas para que “enamoren” a los alumnos, alumnas y alumnes? Parece ser que se va a ofrecer un incentivo económico a aquellos profesores que enseñen las matemáticas socioafectivamente. El ministerio de Educación se ha propuesto fomentar las clases de matemáticas de marera relajada para que el personal no se estrese. Tienen que conseguir explicar la materia con la vista puesta en la vida cotidiana de los alumnos, alumnas y alumnes. ¿Qué aplicación tiene en su día a día, para quien asista a clase, por ejemplo, tg (x) dx?

Hay quien apunta que la adquisición de destrezas emocionales dentro del aprendizaje de las matemáticas fomenta el bienestar del alumnado, el interés por la disciplina y la motivación por las matemáticas sin distinción de género. Sin distinción de género porque, no creo equivocarme, las matemáticas es una ciencia al margen de cualquier ideología de género.

He de apuntar desde mi perspectiva, como antiguo explicador matemático, que llevamos más de veinte años instalados en un deterioro progresivo de la enseñanza de dicha materia. La mayoría de las veces por un pedagogismo ideológico; y ahora hemos entrado en una fase de delirio. Delirio muy medido e interesado.

Las matemáticas hay que explicarlas a personas, sin pararse a pensar si el alumno es masculino o femenino; si estamos explicando a un chico o a una chica. Como apunta un maestro en la materia: «Los conceptos son los que son y uno trata de transmitirlos lo mejor posible sin tener en cuenta el sexo de a quien van dirigidos estos conocimientos».

Por todo ello pienso que la “sociosfectividad” es un brindis al sol por parte del legislador con la idea de quedar bien ante un público fanatizado y, sería lo peor, un paso más en esas injerencias en la libertad de los ciudadanos, además de, en este caso, en la libertad de cátedra.

P. D. La solución para los alumnos, alumnas y alumnes a ∫ tg (x) dx es “-Ln cos (x) + c”. Me imagino que al verla os sentiréis mejor.