Cómo organizar una estancia temporal en Málaga sin sorpresas

Cómo organizar una estancia temporal en Málaga sin sorpresas

Cómo organizar una estancia temporal en Málaga sin sorpresas

 

Málaga tiene ese “algo” que te atrapa. Puede que vengas por trabajo, por estudio o simplemente porque te apetecía cambiar de aires, pero una cosa es segura. Sin embargo, si no organizas bien tu estancia, el paraíso puede tornarse un pequeño caos. Y no queremos eso, ¿verdad? 

Por eso, en este artículo te contamos cómo montártelo bien para disfrutar tu estancia temporal en Málaga sin dramas, sin sustos y, sobre todo, sin sorpresas que te arruinen el plan.

Encuentra un alojamiento que te haga sentir en casa

Antes de hacer las maletas, lo primero es buscar un sitio decente donde dormir, cocinar y tirarte en el sofá sin miedo. Y en este sentido, los alquileres amueblados a corto plazo en Málaga son una bendición. Entras con tu maleta y ya tienes todo listo para vivir.

Eso sí, no te fíes solo de las fotos idílicas. A veces lo que parece un piso luminoso en el centro es, en realidad, una cueva con ventana a un patio interior. Por lo tanto, es mejor pedir una videollamada o alguna reseña reciente del sitio. 

Haz números y no te autoengañes

Todos caemos en lo mismo: “Va, no será tan caro”. Y luego llega el primer mes y te preguntas dónde se ha ido el dinero. Es verdad que Málaga no es Londres, pero tampoco es barata si te dejas llevar por el entusiasmo.

Por esta razón, lo más apropiado es tener un presupuesto realista y dejar un colchoncito para imprevistos. Porque sí, siempre habrá un “por si acaso” como una cena improvisada, una excursión o ese taxi que tomaste porque el bus nunca llegaba.

Ah, y recuerda que los precios cambian según la temporada. En verano o Semana Santa la ciudad se llena y los precios se disparan. Así que, si puedes venir fuera de esas fechas, tu bolsillo se pondrá muy contento.

Acepta el ritmo malagueño o te vas a desesperar

Málaga se vive sin prisa. Aquí los horarios se estiran como el chicle: la gente come tarde, trabaja sin agobios y se toma el café mirando al mar. Por lo que si llegas con el ritmo de Madrid o Barcelona, prepárate para un pequeño shock.

Pero no te preocupes, es cuestión de días. En cuanto te contagies del ambiente, te darás cuenta de que vivir así es mucho mejor. El estrés baja, las sonrisas suben y hasta las cervezas saben más frías. Y si estás teletrabajando, aprovecha. Cierra el portátil, baja a la playa y tómate un rato para ti. 

No te olvides del papeleo

Vale, no es la parte más emocionante, pero hay que hacerlo. Si vas a quedarte un tiempo largo, asegúrate de tener todo en regla incluyendo contratos claros hasta un seguro médico decente.

Y, por lo general, la mayoría de los alquileres amueblados a corto plazo en Málaga ya incluyen wifi y servicios, pero no está de más preguntar antes de cerrar el trato. No hay nada peor que llegar y descubrir que no hay conexión o que el agua caliente dura tres minutos.

Disfruta sin obsesionarte con tenerlo todo bajo control

Por último, organizarse está bien, pero tampoco te conviertas en un robot de la planificación. Málaga es de esas ciudades que se disfrutan mejor cuando te dejas llevar un poco. Así que relájate, sonríe y deja que la ciudad te sorprenda. Te prometemos que Málaga tiene un encanto que se mete bajo la piel… y cuesta soltarlo.

Como ves, organizar una estancia temporal en Málaga no tiene por qué ser un drama. Con un poco de cabeza y ganas de disfrutar, puedes hacer de la experiencia algo inolvidable. Y quién sabe, quizás después de vivir aquí un tiempo, te pase lo que a muchos: que cuando toque volver, ya estés pensando en cómo quedarte un poquito más.

 

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