TOQUINHO CONVIERTE LA NOCHE EN UN LIENZO QUE COLOREAR, EN LA MAR DE MÚSICAS CARTAGENERA

TOQUINHO CONVIERTE LA NOCHE EN UN LIENZO QUE COLOREAR, EN LA MAR DE MÚSICAS CARTAGENERA
La noche avisa. Ese bochorno cartagenero está al acecho, pero no consigue frenar las ganas de disfrutar de la magia. Porque la música es mágica. Une a personas de cada rincón del mundo, de varias generaciones que tararean con los ojos brillantes.
Observo a lo lejos como un hilo de hormiguitas. Suben alegres hasta un lugar emblemático de la ciudad. El castillo de los patos, nuestro Parque Torres donde los pavos reales dibujan verdaderas obras de arte en sus plumas azules y verdes. Se inhala historia y despierta recuerdos de la niñez cuando alimentábamos a los patos deseosos de un trocito de pan.
Sí, recuerdos de mi niñez he despertado yo al entrar al auditorio. Esos asientos de piedra y un escenario que de niña me parecía tres veces más grande. Allí, de la mano de Carmen Baños bailé y disfruté con vestidos que mi madre me hacía para la ocasión. Rasos fucsias y amarillos, tutús verdes… Estaréis pensando que cuerpo de bailarina no tengo, pero era de graciosa bailando el Coco guagua de Enrique y Ana o el Twist de mi colegio de Parchís…
Disculpadme, que buceo en los recuerdos y…
Cartagena celebra treinta años de La Mar de Músicas. Y este auditorio del que os hablo y donde estamos esta noche, se llama desde hace unos años Auditorio Paco Martín.
Hace treinta años Cartagena se convertía en verano casi en uno de esos pueblos vacíos de los que tanto se habla. Lo digo de verdad. Salíamos todos de estampida a las playas, y el turismo se quedaba en los lugares de mar de nuestra costa.
Y llegó Él. Valiente, atrevido, defensor de la cultura y no tardó más que montar un festival de música en el mes de Julio. Paco Martín, director de este festival durante muchos años, al que le debemos en parte el convertir nuestra ciudad de mar en un destino de verano para turistas. Y en una ciudad con vida y alegría para los cartageneros y cartageneras que les gusta disfrutar del ocio en tiempos estivales.
¡Gracias a todas las personas que trabajáis a diario para que Cartagena sea alegría, arte, historia, cultura, tradiciones, innovación! Una Cartagena atrevida, a la que le urge vivir, adelantarse a los tiempos y presumir.
Como esta noche de julio, que cuando Toquinho ha salido al escenario las sonrisas estaban dibujadas en las caras de todos. Es un referente en la música popular brasileña que lleva recorriendo el mundo y regalando alegría más de sesenta años. Y por eso Cartagena, de la mano de nuestra alcaldesa Noelia Arroyo le ha querido entregar el premio La Mar de Músicas 2025. ¡Un galardón precioso de nuestro gran escultor cartagenero Fernando Sáenz de Elorrieta!

A partir de ahí todo ha sido cantar, bailar en los asientos, reír con las anécdotas del artista y disfrutar de las sorpresas de la noche.
Toquinho tiene claras sus prioridades en la vida. No sé si la vida le ha dado lecciones o si siempre fueron esas. Amor, alegría y VERDAD. Nos anima a disfrutar de cada instante, como ha hecho él siempre.
Tiene una carrera musical de más de 60 años por todo el mundo. Es un poeta que compone melodías y canciones que se han convertido en himnos.
Aquarela ha sido cantada por el grupo Seguridad Social y Rosario. Y nuestro galardonado de esta noche ha hecho colaboraciones con C. Tangana. Así, con esa unión musical de la que tanto habla, consigue que su música llegue a todas las generaciones y nunca se olvide.
La noche va sintiendo esa brisa bienvenida del mar, y el artista nos cuenta cómo a los 12 años ya sentía ese arte dentro.
Nos narra también ese Brasil de represión de finales de los 60, cuando los músicos salían del país. Un amigo italiano le dijo que se fuera con él a Italia, que tenía una veintena de shows para ellos, y allí que se fue Toquinho, con la maleta repleta de notas musicales y la ilusión en alza.
Al llegar, nos cuenta con esa simpatía que le caracteriza, que no había shows pero sí un amigo que se sentía sólo. Así que se quedó allí diez años con él y salieron canciones preciosas.
Y así toda la noche. ¡La de historias y experiencias de este artista! ¡Inspiración pura, de vida, para todas esas canciones que narran las vivencias increíbles de Toquinho!

Ah, y Toquinho no venía sólo. Camila Faustino lleva a su lado nueve años, seis días y dos horas. Ja, ja. Ya os digo que no paró de bromear en toda la noche. Camila canta como los ángeles y la fusión es extraordinaria.
Y no faltaron las sorpresas. La colaboración de la gran Pasión Vega, preciosa, de rojo carmesí como nuestra Cartagena trimilenaria llegaba al escenario con fuerza para deleitarnos con su voz.

Y si pensáis que todo quedó ahí… Pablo Alborán llegó a nuestra ciudad para cantar junto a Toquinho en una noche en la que llegamos a ver las estrellas.

Y siempre hay una que brilla más. Si os fijáis, Paco Martín estaba celebrando la noche con todos nosotros, con un guiño especial para Eugenio González, como diciendo, chico, lo estáis haciendo genial.
Queridos lectores de La ventana de Eva, la música es imparable. Yo esta noche me quedo con en los mapas del cielo el sol siempre es amarillo y aquello de que ni los árboles nunca podrán ocultar el camino de su luz hacia el bosque profundo de nuestro destino.
LA MAR DE MÚSICAS 2025
Y es que en Cartagena somos, LA MAR DE BONICOS.
*las fotografías son con el móvil, me olvidé la cámara, no me lo tengáis en cuenta.
LA VENTANA DE EVA
EVA GARCÍA AGUILERA