Las casi 200 tortugas bobas nacidas en la Región en los últimos tres años son destinadas a un programa de conservación de la especie

Las casi 200 tortugas bobas nacidas en la Región en los últimos tres años son destinadas a un programa de conservación de la especie
De las 53 crías del último nido de Calblanque, 47 están en el IMIDA en San Pedro del Pinatar, mientras tres necesitan estar bajo control veterinario y las tres recién nacidas en incubadora permanecerán unos días en el centro de El Valle
08.09.2025 La Región de Murcia vuelve a consolidar su papel como enclave para la recuperación de la tortuga boba (Caretta caretta). En los tres últimos veranos, los cerca de 200 ejemplares que han nacido en las playas de la Región de Murcia se han incorporado o se sumarán en breve al programa ‘headstarting’, una técnica de conservación que consiste en criar a los ejemplares recién nacidos bajo supervisión veterinaria hasta que alcanzan un mayor tamaño y peso, lo que multiplica sus posibilidades de supervivencia en el medio marino.
El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, visitó hoy las instalaciones del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA), en San Pedro del Pinatar, donde se encuentran 47 de las 53 tortugas nacidas en el último nido localizado en Calblanque (hay 3 que necesitan estar bajo control veterinario unos días más y otras 3 recién nacidas en incubadora que necesitan estar cinco días más en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle).
Los ejemplares permanecerán allí bajo controles veterinarios y alimentados cuidadosamente durante sus primeros meses de vida, antes de ser distribuidas en distintos centros especializados.
El consejero explicó que parte de estos ejemplares se quedarán en el IMIDA, otros viajarán al Oceanogràfic de Valencia, mientras que el Centro de Recuperación de Especies Marinas (CRAMA), ubicado en el Bioparc Acuario de Gijón, también ha solicitado la acogida de varios neonatos. “La colaboración con centros de referencia nacionales es fundamental para ampliar la capacidad de cría y diversificar los lugares de control, lo que incrementa las posibilidades de éxito del programa”, indicó.
Juan María Vázquez subrayó que “cada nacimiento en nuestras playas es un símbolo de esperanza para la conservación de la tortuga boba en el Mediterráneo. Estamos ante una especie catalogada como vulnerable cuya tasa de supervivencia en estado natural es extremadamente baja, ya que apenas uno de cada mil neonatos alcanza la edad adulta. Gracias al ‘headstarting’, multiplicamos por diez sus opciones de regresar al mar y completar su ciclo vital”.
En los últimos cinco años, la Región de Murcia ha registrado anidaciones en 2019, 2020, 2023, 2024 y 2025, con un total de 256 eclosiones. Solo en los tres veranos más recientes se han alcanzado cerca de 200 nacimientos, una cifra inédita que refleja el creciente papel de la Región de Murcia como refugio de esta especie y, en especial, Calblanque, por la calidad de sus arenales, la implicación de las asociaciones de la zona y la gestión con personal propio que facilita la detección y cuidado de los nidos, aunque también se han localizado nidos en Isla Plana, La Manga y Calarreona.
Colaboración de los voluntarios y programa Territorio Tortuga
El consejero recordó que el éxito de estas actuaciones no sería posible sin la participación ciudadana y la red de voluntariado ambiental del programa Territorio Tortuga. “Son los ojos en nuestras costas y quienes muchas veces avisan de los primeros rastros o la presencia de hembras desovando. Gracias a su implicación, a los agentes medioambientales, a los técnicos del CRFS y a la coordinación con ayuntamientos costeros, hemos construido un dispositivo ejemplar que garantiza que los nidos lleguen a buen término”, afirmó.
En este sentido, Vázquez destacó que “cada liberación supone una jornada de concienciación, en la que familias, escolares y visitantes conocen de cerca los esfuerzos que realizamos para salvar a esta especie. La educación ambiental es tan importante como la investigación científica, porque asegura que la sociedad se sienta corresponsable de la protección de nuestro patrimonio natural”.
El consejero también puso en valor la colaboración científica que rodea al programa. El IMIDA, el CRFS El Valle y el Oceanogràfic de Valencia participan en distintas fases de la cría, análisis genéticos y estudios de comportamiento, generando un conocimiento aplicado que refuerza la estrategia regional. “Estamos contribuyendo desde Murcia a la conservación de una especie emblemática de todo el Mediterráneo, con resultados que ya son referencia a nivel nacional e internacional”, recalcó.
Como proyecto de investigación está la detección, translocación, protección, incubación y ‘headstarting’ en nidos de tortuga boba en la Región de Murcia. Esta se enmarca y es parte de los objetivos que persiguen las actuaciones desarrolladas en el proyecto ‘Profundización en el conocimiento de las amenazas que afectan a los cetáceos y tortugas marinas en la Región de Murcia (CAMEMMUR)’ concedido por la Fundación Biodiversidad dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia 2021 financiado por la Unión Europea. Así, se pretende ir un paso más allá en el conocimiento científico para reforzar el anidamiento de tortuga boba en el litoral mediterráneo español.