Investigadores del CEBAS-CSIC desarrollan una innovadora kombucha a partir de desechos del vino con potencial antiinflamatorio, antioxidante, prebiótico y probiótico para mejorar la salud

Investigadores del CEBAS-CSIC desarrollan una innovadora kombucha a partir de desechos del vino con potencial antiinflamatorio, antioxidante, prebiótico y probiótico para mejorar la salud.
¡ Este logro, publicado en la revista 'Foods', es pionero al obtener esta bebida fermentada saludable a partir de hollejos de uva y lías de vino, no del té, lo que también permitirá a las bodegas reciclar estos subproductos cuya eliminación ahora resulta compleja y costosa.
¡ Además de las propiedades beneficiosas de este tipo de bebidas fermentadas, el equipo de Cristina García-Viguera ha incorporado colorantes naturales (antocianos) y otros polifenoles con demostradas propiedades analgésicas, cardioprotectoras y antitumorales, entre otras.
Este innovador sistema de producción de kombucha a partir de hollejos y lías podría, además, ofrecer una solución al complejo aprovechamiento de los subproductos que generan la elaboración de vino.
El responsable del LabFAS explica que “por cada tonelada de uva se produce un 30% de subproductos (hollejos y lías) y 720 botellas de vino. Si consideramos que en la Región de Murcia se producen unas 96.000 toneladas de vino anuales, es fácil calcular que la producción de vino genera importantes cantidades de subproductos cuya eliminación resulta costosa debido a su contenido en carbono y materia orgánica, además de bajo pH, añadiendo al problema su carácter estacional, lo cual complica aún más su manejo, ya que se generan grandes volúmenes en un corto período de tiempo (agosto y septiembre), justo en la estación más calurosa, con lo que se favorece la fermentación espontánea y la descomposición rápida de los subproductos acumulados”.
Esta investigación forma parte de Agroalnext-MU, un programa que moviliza un total de 8,56 millones de euros para fomentar la innovación científica y tecnológica en el sector agroalimentario que está financiado con fondos NextGenerationEU a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (5,56 millones de euros) y por la Comunidad Autónoma a través de la Fundación Séneca con 3 millones.