Opinión

El Papa que yo quiero

Juan M. Uriarte
Juan M. Uriarte

I. “No quieres ir a misa, pero quieres entrar en el cónclave”. Vi la frase en una foto de un cartel como una ocurrencia. No vas a misa, pero estás nerviosa porque se acerca la primera comunión de tu hijo. Nuestra sociedad secularizada convive sin problemas con esas contradicciones, porque desconoce que los sufrimientos del alma tienen mejor diagnóstico y tratamiento en la Iglesia que en el coaching o libros de autoayuda.  El Papa Francisco dijo: «Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar heridas… Y hay que comenzar por lo más elemental». Francisco, un pontífice extrovertido, ¿era un actor ocurrente, un argentino dicharachero, un creador de metáforas bellas sin más? ¿Significa algo la frase? Hospital de campaña significa que hay guerra, que estamos muy jodidos, que podemos morir y necesitamos curarnos. Me he acordado del hospital de campaña que aparece en el lienzo de Augusto Ferrer-Dalmau, de título ‘El precio de la victoria’. Es un cuadro impresionante. Me vino también el versículo: No he venido para los sanos sino para los enfermos.

Sentirse enfermo y herido es el inicio y quizá lo más dificultoso.Hablarte así te incomoda, es demasiado directo; así no se escribe un artículo educado probablemente.

 Volvamos a empezar el artículo: Va a empezar el cónclave. No me resisto a participar en las elucubraciones, pues además de católico, me siento hoy también un poco vieja del visillo.

Hay una frase del papa Francisco que se hizo célebre y quiero hoy colocar en el centro: Los sacerdotes tienen que oler a oveja. Pastor con olor -tantas veces hedor- a oveja. Imagen bella. Pero la belleza no se debe a una especie de solidaridad democrática y cercanía ovina, sino porque el pastor da la vida- se arriesga- por sus ovejas; y cuando encuentra la perdida, la pone en sus hombros y vuelve muy contento con ella. Huele a oveja, sí. Olor y hedor. La oveja estaba mal, estaba en peligro de muerte y sola. No es una frase, no es un poema. Se vive mal empecatado, por eso hay que ir a por las ovejas, y llevarlas al hospital de campaña con el rebaño. Fue todo un acierto la frase de Francisco, no sólo porque va en contra del clericalismo entendido como casta sacerdotal, sino porque al final, oler a oveja, es oler a mierda y estar pringado. La Iglesia debe hacer obra social, pero no es una especie de ONG con muchos trienios y prestigio, sino hospital de guerra, que recoge todas nuestras basuras morales.

La frase, la exigencia para que los sacerdotes tengan olor a oveja es una variante de la de San Agustín: Para vosotros soy obispo, con vosotros soy cristiano; con vosotros, oveja, para vosotros pastor. Necesitamos un papa pastor, que nos enseñe, nos santifique y nos gobierne (cf. LG) y nosotros debemos saber ser ovejas, que no es lo mismo que ser borregos. Saber vivir juntos, en comunidad, que eso significa la palabra ekklesía. La tentación es querer sobresalir, encandilados por “doctrinas extrañas” y abandonar el rebaño, verlo poca cosa para nuestra inteligencia y “proyectos de crecimiento personal”. La tentación de querer ser egregios, o sea, literalmente salirse de la grey, escuchando otras voces a las del pastor. Decía el primer papa: Pues vosotros andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas.

II. Frente la dialéctica política de progresista-conservador, necesitamos un Papa que haga esencialmente... lo que Cristo pidió a aquel primero, que no era el más brillante de la clase:

- Pedro, ¿me amas?

- Tú sabes que te amo

- Apacienta mis ovejas

Apacentar, dar pasto a los ganados, instruir, enseñar. Pastar, o sea, comer hierba u otros vegetales cortándolos con los dientes en el lugar en que se crían.

Mi apuesta: Un papa pastor, evangelizador y con experiencia en lugares en conflicto. El cardenal Pierbattista Pizzabala, treinta años viviendo Jerusalén, hebreo parlante, conocedor del conflicto palestino-israelí. Un Papa para otro aggiornamento que a la vez sea volver a las raíces. ¡Qué mejor para ir a las raíces que el obispo de Jerusalén! ¡Qué mejor lugar que el Papa provenga de Tierra Santa, ese lugar que suele llamarse El Quinto Evangelio, el lugar donde camino físicamente Jesús! ¡Qué mejor que un franciscano para seguir después de Francisco! ¡Qué mejor que un custodio de los Santos Lugares para custodiarnos a todos!

Pablo VII sería un bello nombre para el nuevo papa, el ardor misionero del apóstol Pablo y la finura doctrinal de un nuevo Pablo VI que supo cerrar el último Concilio. Pablo VII me gusta, aunque veo difícil que un franciscano no desee llamarse Francisco II.

- Pedro, ¿me amas?

- Tú lo sabes todo

- Apacienta mis ovejas