Llanto por Santos Cerdán y toreo a los españoles

Imagino que haber ido los cuatro juntos en coche dando vueltas por España en aquel Peugeot, les tuvo que unir mucho: Koldo, Ábalos, Santos Cerdán y Pedro Sánchez. Hoy me he acordado de Albert Rivera cuando hablaba de la banda de Sánchez, y que ya todos conocemos mejor como la banda del Peugeot. Aquí no está prohibido robar, aquí está prohibido que te pillen. No me las voy a dar de adivino, pero siempre le vi cara sospechosa a este señor llamado Santos Cerdán. Más que su mirada huidiza y escasa empatía mediática me llamaba la atención su corto currículo para tan alta responsabilidad. No hay que ser universitario para ser diputado, ya lo sabemos, cualquier mayor de edad, con dieciocho años cumplidos puede ser parlamentario en Cortes, pero me resultaba enormemente llamativo su formación y experiencia para ascender a la derecha del Imperator. Nunca le vi al interfecto brillantez oratoria, ni presencia ni lustre. Me sorprendía su ubicación en el organigrama del PSOE; Cerdán justo debajo de Sánchez y Chiqui Montero, esa olimpo trinitario. No sé, no sé, Cerdán me parecía un político de serie B, un número tres del PSOE de saldo, más se asemejaba a guardaespaldas a lo Koldo, que hombre de altas magistraturas.
Currículo del menda: Un FP-II en Electrónica, y dos trabajos como técnico de mantenimiento en Navarra en las empresas agroalimentarias Iberfruta y Bonduelle. A los treinta años se afilia al PSOE y sale concejal de su pueblo, un municipio navarro de tres mil habitantes llamado Milagro. Oportuno topónimo. Milagro el suyo, pasando de concejal de pueblo, a jefe de la guardia pretoriana en el corazón de histórico PSOE, cobrando comisiones y mordidas a go-gó, como cualquier político de derechas, ups. Milagro en Ferraz, milagro en Milán, todo muy cinematográfico, neorrealismo italiano a lo socialista, pegando el timo a todos los españoles. Milagro el que va a necesitar su abogado para que no ingrese en Soto del Real.
En los últimos tiempos cada vez tenía además Santos más cara de looser, rostro de portero goleado, seguramente carcomido por su conciencia, que en algún sitio palpitará. Nunca me cuadraron cuáles podrían ser las habilidades políticas o humanas de este circunspecto Santos, el hombrezuelo en el que Sánchez depositó el poder del partido. Hoy me entran escalofríos y pánico al pensar que este tipo estuvo negociando con Puigdemont.
El santo corrupto delincuente Santos negociando con un delincuente fugado y en rebeldía. Los ladrones somos gente honrada. Ambos allí en Waterloo en el sofá tomando chocolate belga y un té lleno de amnistías y euros, fumándose un puro, ventilando el futuro de España. Cuidaban la paz social de España. Los zorros a cuidar de las gallinas. Gallinas hemos sido, sí y seguimos siendo los españoles.


Sánchez hoy ha salido a torear a las cinco de la tarde con una breve rueda de prensa. Llevaba mas de cuarenta días sin comparecer ante el respetable, pasando su propia cuaresma llena de desdén hacia todos. Convocados para la corrida de la prensa en el albero de Ferraz un poco después de las cinco de la tarde. Hora taurina cien por cien. “El toro ya mugía por su frente /a las cinco de la tarde”, como en los versos de Lorca. Comenzó Sánchez con un par de capotazos y pucheros iniciales queriendo parar al morlaco que le soltaron anoche, con pena y excusas de mal pagador. Algunas frases de antología: “Esto no va de mí”, “yo no soy perfecto”, dice el maestro. “Tengo muchos defectos”, ¡qué perfecto soy al hacerle dimitir!, quería decirnos realmente. Seguía su faena emborronada, queriéndonos torear a todos con su comparecencia.
“Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.”
Enseguida puso dos pares de banderillas, algo traseras, al PP; mostró, eso sí, toda credulidad a la anteayer malévola UCO y a la pérfida judicatura. Mucha tomadura de pelo al personal hemos visto, faena de aliño, dos avisos, estocada ineficaz, descabello y pitos del respetable. Sólo una preguntita más, que sea fácil, porfa. Nada de pasodoble, ¡no estamos para músicas, coño! Eso sí, chulería torera toda, mirando al ruedo televisivo mientras decía ufano: “Asumo todas las responsabilidades”, es decir, ninguna. El vestido de luces, ceñido, y marcando paquete, que eso le gusta. Joder Sánchez, ¡España no se parte, España se desangra!
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!