Efemérides de Juan Manzanares García del 11 de marzo
11 MARZO
La frase de hoy.
El hombre no puede saltar fuera de su sombra.
PROVERBIO ÁRABE
PERSONAJE DEL DÍA
Manuel Cárceles Sabater nace en Cartagena el 11 de marzo de 1850, falleciendo en Madrid el 18 de julio de 1933. Escritor, médico y político español. Fue uno de los principales impulsores de la Rebelión Cantonal de 1873 en Cartagena.
Cuando fue proclamada la Primera República Española en 1873, Manuel Cárceles era un estudiante de 23 años que cursaba Medicina en la Universidad Central de Madrid. A pesar de su corta edad, contaba con profundas convicciones federalistas, había presidido desde 1869 la Asociación de la Juventud Republicana y pertenecía a la corriente del Partido Republicano Democrático Federal denominada «intransigente» y una gran habilidad como orador, que sumada a su itinerancia entre la capital del país y su ciudad natal, le brindaban la oportunidad de destacar en los círculos políticos. Así, poco después del fallido golpe de Estado auspiciado por los republicanos unitarios se encuentra a Cárceles pronunciando un discurso en la manifestación que el 27 de abril reclamaba la instauración inmediata de la república federal, insistiendo al mes siguiente en esta petición en otro mitin.
Ante estos hechos, no es extraño que al crearse en Madrid el Comité de Salud Pública que bajo la presidencia de Roque Barcia empezó a urdir la conspiración que debía derrocar el modelo centralista, uno de sus principales agentes en Cartagena era el estudiante Cárceles. Este recomendó a Barcia adelantar la insurrección, habida cuenta de la marcha anunciada de la ciudad de algunos barcos y regimientos que iban a ser útiles para la asonada, a lo que el cabecilla se negó. A pesar de ello, el 12 de julio tenía lugar la Rebelión cantonal en Cartagena, en el que el joven agitador participó al mando del grupo de Voluntarios de la República y civiles armados que ocupó el Ayuntamiento, las Puertas de San José y Muelle y la Casa de Telégrafos, en nombre de una Junta Revolucionaria local en la que se negó a desempeñar un puesto. Menor éxito tuvo encabezando el primer intento de conseguir que las tripulaciones de las naves ancladas en el puerto secundasen el movimiento, pues fue repelido por los oficiales, quienes conservaron la lealtad de sus subordinados hasta la llegada de Antonio Gálvez Arce.
Avanzada la revuelta, el 1 de agosto se hallaban navegando hacia Málaga las fragatas cantonales Almansa y Vitoria tras el bombardeo de Almería, cuando en virtud del decreto del Gobierno Central presidido por Salmerón declarando piratas a los barcos rebeldes, el acorazado alemán Friedrich Carl las apresó. Manuel Cárceles se mostró partidario del uso de la fuerza para recuperarlas, y cuando la iniciativa en aquel sentido se frustró, evitó que fueran tomadas represalias contra los republicanos «benévolos» de Cartagena, a quienes la turba culpaba del decreto.
El revés no disminuyó la influencia del estudiante que, esta vez sí, accedió a ocupar un cargo de vocal y la secretaría de la Comisión de Marina en la Junta Soberana de Salvación Pública, recién constituida ante una situación de asedio sobre Cartagena. Así, desde este nuevo cometido, apoyó la propuesta de Eduardo Romero Germes por la que se facilitó a la Cruz Roja un barco de vapor para que acompañase a la escuadra cantonal en calidad de ambulancia marítima, siendo la primera vez que se destinaba un buque a esta tarea, y defendió una postura contraria a la capitulación en la junta del 10 de enero de 1874, en la que quedó aprobada esta idea impulsada por Roque Barcia ante unos sitiados desmoralizados por la voladura del Parque de Artillería.
Manuel Cárceles, al igual que todos aquellos que hubieran sido miembros de la Junta Revolucionaria, quedó excluido del indulto prometido por el general sitiador José López Domínguez, de modo que para evitar su captura se embarcó en la fragata Numancia y, junto a otras 1635 personas, se encaminó al exilio en Orán tras romper el bloqueo sostenido por la flota centralista.
En la relativa seguridad de Orán, las actividades de Manuel Cárceles y otros líderes cantonales fueron seguidas de cerca por el consulado español en Orán, que en 1874 notificó que había cursado una solicitud de pasaporte para Suiza. Al cabo de unos años pudo comprobar lo fundado de sus temores cuando se expatrió a bordo de la Numancia, pues en 1878 fue sentenciado en ausencia a la pena de muerte por la Comisión Militar de Cartagena. A pesar de estar dictada una condena en firme, Cárceles se las arregló para regresar a España y ejercer su profesión de médico, llegando a contar con una consulta propia de renombre en Madrid cuando por fin fue indultado, más de treinta años después del veredicto.
El médico permaneció vinculado al Partido Republicano Federal, si bien no volvió a tomar parte en la política activa más que una vez en 1913, cuando fue candidato a concejal del barrio de Buenavista por el partido Republicano-Socialista en las elecciones municipales de Madrid. Se mantuvo sin embargo espectador sobre el tratamiento que daba la prensa a la experiencia cantonal y a su particular participación, y entre 1914 y 1920 sostuvo correspondencia acerca de este asunto con el historiador Antonio Puig Campillo, quien estaba recabando información para su libro El cantón murciano, editado en el año 1932. En aquellas cartas justifica su actuación y se muestra crítico con las memorias de la rebelión que han escrito algunos de sus intervinientes, como el capitán Eduardo García Alcántara o el comunero francés Joseph Lucien Combatz.
Aún viviría lo suficiente Cárceles como para ver nacer la Segunda República Española en 1931. Meses después de su proclamación, el Ayuntamiento de Cartagena le organizó una visita a la ciudad desde Madrid, durante la cual fue agasajado por las autoridades y círculos republicanos locales. En aquel entonces, todavía obraban en su poder los troqueles originales con que habían sido acuñados los duros cantonales en 1873.
En 1933 falleció, y como homenaje a su persona se renombró la calle Rey Francisco del barrio madrileño de Argüelles como «Doctor Cárceles», si bien esta denominación no sobrevivió a la etapa republicana.
EFEMÉRIDES DE CARTAGENA DEL 11 DE MARZO
©Juan Manzanares García
-1614. Ordena el Alcalde al regidor D. Alonso González de Sepúlveda, que proceda al desagüe del Almarjal, por ser muchas las enfermedades que sus aguas estancadas y corrompidas producen en la ciudad.
-1618. Entra en el puerto un gran número de navíos que supuestamente van en busca de barcos piratas, pero no mereciéndole al capitán de la artillería suficiente confianza estas gentes, aumenta las guardias de todas las baterías del puerto y sus baluartes, carga las piezas y manda que se haga guardia permanente mientras dichos barcos estuviesen en la bahía.
-1744. La Armada española que se encontraba bloqueada por los ingleses en Tolón emprende su regreso a España "escoltada" por la armada francesa, supuestamente amigos.
Con rumores sobre la posible traición francesa, la escuadra española compuesta por doce barcos abandona Tolón junto a la francesa con dieciséis naves. Navegan en línea, primero los franceses y en la retaguardia los españoles.
Paralelamente a ellos navegan los ingleses con treinta y dos barcos. A la altura del Cabo Ciccie los franceses largan trapo y se adelantan, momento en que la escuadra inglesa ataca en retaguardia a los españoles, viendo éstos como los franceses los dejan abandonados. Tras cuatro horas de combate, la escuadra inglesa sorprendida por la bravura de los españoles se retira con graves daños.
La batalla de Tolón o de Cabo Ciccie fue considerada en toda Europa una gran victoria española.
El 11 de marzo, entre vítores de la población llega a Cartagena la flota española.
El general al mando de la escuadra española Juan José Navarro es nombrado por el rey en reconocimiento a esta gesta, Marqués de las Victorias. Esto no lo he encontrado en mis libros de historia.
-1747. Tiene lugar la explosión del almacén de pólvora que existía en el camino de Alumbres, donde perecen las 18 personas que, en ese momento, están en el local.
-1766. Es nombrado Regidor del Ayuntamiento de Cartagena, Don Pedro de Torres.
-1820. A las cuatro de la tarde, se presenta ante la casa del gobernador político y militar de la plaza, el comandante Piella, a quien acompaña el pueblo en masa, pidiendo que se jure la Constitución abolida en 1814 y se restituyan a sus cargos los regidores separados de ellos en aquella fecha. Por la tarde, todas las autoridades municipales civiles, militares, así como el clero regular y secular, juran solemnemente el Código Constitucional.
-1867. Nace en Martos (Jaén) el maestro Antonio Álvarez Alonso, autor del pasodoble Suspiros de España.
-1871. Son elegidos diputados a Cortes por Cartagena, D. José Prefumo y Dodero y D. Manuel Lapizburu.
-1876. Nace en Cartagena José López-Pinto y Berizo. Teniente General, Gobernador militar de Cartagena en 1933 y de Cádiz en 1936. Destacado participante en la Guerra Civil española. Estuvo en Irún en el encuentro entre Hitler y Franco.
-1887. En el teatro Cachet, existente en el barrio de Santa Lucía, se estrena el drama "El Caos de un Pasado", siendo su autor Pascual Martínez Moreno.
-1971. Por una feliz idea del cartagenero Manuel López, uno de los pioneros de la radio en nuestra ciudad, se creó la "LLAMADA LITERARIA" que al igual que el miércoles de ceniza salían los granaderos anunciando que se acerca la Semana Santa, se convocó a un grupo de poetas cartageneros para que pudieran participar con sus versos. El acto se celebraba en el Aula de Cultura "Ramos Carratalá" de la CAM. Por aquellos recitales pasaron los poetas José Zarco, Ángel García Bravo, José Ruipérez Peragón, Antonio Gimeno Miguel, Francisco Manteca, María del Carmen Moya, Juan Jorquera del Valle, Juan Mediano Durán y muchos más. Posteriormente se complemento el acto con la intervención de cantaores que interpretaban saetas, entre los que cabe destacar a Manolo Romero, Juan el Macareno, Miguel Caparrós o Curro Piñana, acompañados al tambor por el maestro Esteban.