Efemérides de Juan Manzanares García del 31 de marzo
31 MARZO
La frase de hoy.
Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle.
STEPHEN HAWKING
PERSONAJE DEL DÍA
Juan Beigbeder Atienza nació en Cartagena el 31 de marzo de 1888. General de Estado Mayor, ministro de Asuntos Exteriores y Alto Comisario en Marruecos. Fue considerado un militar intelectual, llegando a dominar con soltura los idiomas francés y árabe.
Hijo del teniente de navío Juan Beigbeder y de Juana Atienza, ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de. Terminados sus estudios, el 7 de julio de 1907 ascendió a primer teniente y marchó al 4.º Regimiento Mixto de Ingenieros, en Barcelona.
Al estallar la crisis de Melilla de 1909, marchó a este destino el 1 de julio, participando en las operaciones en una brigada mixta, hasta que aprobó las oposiciones para la Escuela Superior de Guerra. Concluyó su formación y fue nombrado capitán de Estado Mayor y destinado a las órdenes del general Dámaso Berenguer en Tetuán, donde recibió varias condecoraciones por su participación en los combates.
Al año siguiente se casó, y continuó en Marruecos hasta que, en junio, pasó a la Capitanía General de Zaragoza. El 3 de agosto de 1918 se incorporó al Estado Mayor Central, donde participó en la reorganización del Ejército, motivada por el impacto de la Gran Guerra y, sobre todo, por las Juntas de Defensa, que llevaron al Ministerio de la Guerra impulsar la Ley de Bases de Organización Militar.
Ascendido a comandante de Estado Mayor, ocupó la plaza de ayudante del ministro de la Guerra, su antiguo jefe, el general Dámaso Berenguer, con quien continuó al ser nombrado alto comisario en Marruecos. Llegó a Tetuán el 2 de febrero de 1919 y seguía en el destino en el verano de 1921, al ocurrir el Desastre de Annual.
En Marruecos se había interesado por la cultura islámica manteniendo buenas relaciones con la población, incluso inició estudios de árabe. En su nueva situación solicitó ampliar estudios en Siria, entonces colonia francesa que comprendía el Líbano, de modo que marchó a Beirut a fin de estudiar árabe en el Colegio de los Padres Maronitas. Vuelto a España, el 26 de enero de 1923, pasó a la Capitanía General de Canarias, hasta que, en junio, marchó a la Escuela Superior de Guerra de París, donde terminó sus estudios en 1925. Sin embargo, continuó perfeccionando el árabe en la Escuela de Lenguas Orientales de la capital francesa, hasta que en junio de 1936 regresó a Madrid y fue nombrado, en octubre, agregado militar de la embajada española en París.
Los Tratados de Versalles habían sustituido el Ejército alemán por una reducida Reichswehr. Beigbeder había hecho amistad con algunos militares alemanes y tomó la costumbre de acudir a sus fiestas. En 1927 marchó a Magdenburgo para la celebración anual de los antiguos mandos del disuelto Regimiento Prusiano de Infantería n.º 66, cuyo coronel honorario había sido el rey Alfonso XIII. El mismo año asistió oficialmente a las maniobras del Grupo de Divisiones de Cassel en Hannover y Wesfalia. Poco después asistió en Leipzig a la fiesta de los antiguos oficiales del Regimiento Sajón de Caballería número 18 (2.º de Ulanos).
Al proclamarse la Segunda República en 1931, firmó la promesa de adhesión establecida para los militares y, conservando su graduación fue compensado con la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco. Se encontraba en Berlín el 19 de julio de 1934 cuando, en cumplimiento a lo decretado por el Gobierno español, declaró por escrito no pertenecer a partido político, agrupación ni organización. El 7 de diciembre fue destinado a las órdenes del Alto Comisario en Marruecos.
Participó en la conspiración militar y se pronunció, el 17 de julio de 1936, apoderándose de la delegación de asuntos indígenas. El general Franco lo nombró interinamente delegado de Asuntos Indígenas y Beigbeder medió con los jefes nativos, logrando su apoyo y haciendo detener a los caídes que se oponían. Impulsó el alistamiento de indígenas y ordenó a los interventores que residenciaran a los nacionalistas marroquíes, impidiéndoles cualquier movimiento. La Junta de Defensa de Burgos, lo nombró secretario general de la Alta Comisaría, hasta que sustituyó el 17 de abril de 1937 al general Orgaz como alto comisario, ascendiendo a coronel de Estado Mayor. Pertenecía a la línea de pensamiento colonial que consideraba a los marroquíes miembros de una cultura diferente, cuyos valores convenía conocer y logró que Radio Sevilla emitiera un programa en árabe, destinado a las tropas de regulares, con noticias del mundo islámico, música y literatura norteafricanas. Mantuvo el Protectorado en calma durante toda la guerra, como retaguardia segura y cantera de reclutamiento. Por su habilidad y experiencia en París y, sobre todo, en Berlín, Franco lo nombró ministro de Asuntos Exteriores el 9 de agosto de 1939, contra la opinión de Serrano Suñer.
Decididamente antiliberal y germanófilo, pero no falangista, se opuso a las presiones de Serrano Suñer y la Falange, que pretendían integrar a España en el Eje, ocupar militarmente Gibraltar y anexionar varias colonias francesas norteafricanas. De hecho, ante las tensiones europeas, se mostró partidario de la neutralidad y apoyó el llamado “Plan P”, por el que España debía encabezar a los neutrales para lograr un acuerdo entre Alemania, Inglaterra y Francia contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), reforzando la postura de Madrid con el apoyo de los estados musulmanes, que esperaba impulsar gracias a su amistad personal con el Gran Muftí de Jerusalén.
Sin embargo, el fulminante ataque de los alemanes a Francia, inclinó a Franco hacia la línea que defendía Serrano Suñer. Entonces, Serrano Suñer se inmiscuyó en la política internacional, hasta el extremo de que visitó Berlín acompañado por un equipo de relevantes germanófilos, para entrevistarse con Hitler y Von Ribbentrop, y luego marchó a Roma para conferenciar con Mussolini y Ciano. A pesar de todo, se esforzó para suavizar el bloqueo de los aliados a España, cuya situación económica era desastrosa, y logró que Churchill prometiera mantener el comercio y que Estados Unidos suministraran trigo a través de la Cruz Roja.
Esta mejora de relaciones concitó contra él a Serrano Suñer y los alemanes, cuyo embajador Von Store informó a Franco de la falta de confianza de Alemania en su ministro. Los servicios secretos del Reich le acusaron de mantener conversaciones secretas con Samuel Hoare, el embajador británico, y airearon su relación con la inglesa Rosalinda Powell Fox, agente británica según ellos. Esto último lo retrata, con bastante fidelidad, María Dueñas en su magnífica novela El tiempo entre costuras.
El 15 de octubre de 1940, pese a que Franco lo felicitó por el éxito de su gestión ante Londres y Washington, Serrano Suñer filtró su cese a la prensa alemana y, dos días después, el diario ABC acusó de numerosas maldades a un ministro, cuyo nombre no citaba, pero que no tenía “apellido español”. Sin que saliera de su sorpresa, fue cesado el 18 de octubre y sustituido por Serrano Suñer, momento que empezó a apoyar la restauración de la Monarquía.
El 1 de febrero de 1943 fue enviado a Washington como miembro de una misión militar para tratar de suavizar las relaciones con los Estados Unidos.
En la capital norteamericana ascendió a general de brigada de Estado Mayor, en septiembre de 1943.
Regresó a España en 1946 y, al año siguiente, asistió al curso de aptitud para el mando de Cuerpo de Ejército. Desde entonces se encontró “a las órdenes del ministro”, sin cometido ni mando alguno y defendiendo secretamente los intereses de Don Juan de Borbón. En abril de 1948 fue arrestado junto con los generales Kindelán y Ponte por asistir a una cena monárquica. Nunca volvería a tener un cargo y, el 20 abril 1950, pasó a la reserva por cumplir la edad reglamentaria. Tan sólo en 1955, el general García Valiño, alto comisario en Marruecos, de acuerdo con el jalifa, le concedió la Gran Cruz de la Medahuia en reconocimiento a su labor en Marruecos. Había cumplido sesenta y siete años y no era un peligro político; sin embargo, Franco manifestó su disgusto por la distinción.
Después vivió retirado en Madrid, hasta su fallecimiento el 5 de junio de 1957.
EFEMÉRIDES DE CARTAGENA DEL 31 DE MARZO
©Juan Manzanares García
-1594. No habiéndose podido extinguir la plaga de langostas y vistos los efectos que hacían los conjuros del Padre Castellanos, el Ayuntamiento comisiona a dos regidores para que vayan a buscarle y lo traigan para que conjure la langosta que está desolando los campos de Cartagena.
-1598. El Ayuntamiento acuerda gratificar con 400 reales al licenciado Francisco Cascales en reconocimiento por su libro "Discurso de la Fundación y nobleza de la ciudad de Cartagena".
-1605. La Torre de Cabo de Palos dispara cuatro veces su artillería contra un bergantín que intentó desembarcar gente en tierra con ánimo de apoderarse de ciertos ganados que había por la costa.
-1612. Se recauda dinero entre los labradores y ganaderos que tienen animales, para atender con lo que se recoja a los gastos y gratificaciones que se den a los que presenten lobos muertos en el término de la ciudad.
-1615. Llega al puerto un navío con 1.500 fanegas de trigo del que había sido comprado el cargamento por el vecino Pedro de Seña. El Ayuntamiento embarga dicho trigo hasta que el comprador ceda 600 fanegas para el consumo público.
-1618. Se ordena por el Ayuntamiento que se quiten todos los barcos que los pescadores tienen varados en el Arsenal y los lleven a la sombra del Castillo.
-1810. El molino situado en las puertas de San José se arrienda a Pedro Torralba en la cantidad de 225 reales mensuales.
-1888. Nace en Cartagena Juan Luis Beigbeder y Atienza, militar y político, primer ministro de asuntos Exteriores del franquismo. Asistió al encuentro con Hitler en Hendaya y éste receló de él por tener relaciones con la inglesa Rosalinda Powell Fox. Su relación la retrata con bastante fidelidad María Dueñas en su novela El tiempo entre costuras.
-1900. Se inaugura la línea directa del tranvía desde Capitanía a los Molinos, con un coche nuevo tirado por cinco mulas y haciendo el recorrido sin paradas en 16 minutos.
-1927. Tiene lugar la botadura del primer submarino de la serie C, construido en el Arsenal de Cartagena.
-1990. Cesan los vertidos sólidos a la Bahía de Portmán por parte de la empresa Peñarroya.
-1995. Hallazgo de importantes restos romanos en el Molinete. Entre las calles Sambazar y Pocico se encontró un tramo de escaleras en muy buen estado de conservación que se supuso podría ser la entrada a un templo romano.