CARTHAGINESES Y ROMANOS

CARTHAGINESES Y ROMANOS
Cartagena, verano de 1972.
La ciudad está de fiesta. El jolgorio y la ilusión se acarician en el ambiente. El atardecer sonríe y el mar comienza a recibir un espectáculo increíble de barcazas decoradas con mimo. La velada marítima se inicia con exaltación y alegría.
Las risas se convierten en gritos de pánico, los aplausos en sollozos, el color en oscuridad.
Besos al cielo y un luto en la ciudad, un luto eterno. Casi dos décadas necesitó Cartagena para encontrar un motivo, una ilusión, para poner fecha en el calendario de sus nuevas fiestas, Carthagineses y Romanos.
Cartagena, 1989.
A veces es necesario esperar a que llegue el momento idóneo. Porque siempre hay ideas en el aire que se esfuman por no desarrollarlas y trabajar para que se hagan realidad. Pero en esta ocasión hubo suerte. Siempre la hay cuando Tomás Martínez Pagán está cerca. Su gestión de equipos, su manera de trabajar, consigue que lo complicado parezca sencillo. Y no estaba sólo, no. Estaba acompañado por el presidente del Centro de Iniciativas y Turismo de Cartagena José Marín Alburquerque, siendo Tomás el vicepresidente. Y como no hay dos sin tres, contaban con Rosa Juaneda, la directora.
En sus cabezas rondaba la idea y las ganas de que Cartagena volviera a tener unas fiestas propias. Desde aquella desgracia en el 72 la ciudad estaba vacía. Sí, con su Semana Santa y todas aquellas actividades que no cesaban en sus calles, pero no unas fiestas que la identificaran.
Tomás me cuenta que se crearon unas jornadas de convivencia donde reunieron a todos los colectivos de la ciudad. Políticos, colectivos del ámbito cultural, social, asociaciones de vecinos. Estuvo abierto a todo el que quiso trabajar para dar luz a estas esperadas fiestas.
Y se creó una comisión de fiestas. Y sí, encontraron la temática perfecta, nuestra historia, concretamente en la segunda Guerra Púnica. La lucha entre carthagineses y romanos, nuestras raíces.
Se propuso trabajar con una organización exquisita, basada en el estilo empresarial. Controlando costes, líneas de actividad, equipos de trabajo con responsables. Asegura Tomás que es la mejor manera de trabajar, la más efectiva. Y que se ha mantenido hasta la actualidad, claro está, aportando nuevas formas de gestión los directivos que han ido llegando.
Y así fue como en 1990, en el paseo del puerto de la ciudad, se celebraron las primeras fiestas de Carthagineses y Romanos.
Fiestas que se fijaron para la segunda semana de septiembre y que se conmemorarían los años de dominación púnica en la ciudad. Desde su fundación por Asdrúbal hasta su caída en manos romanas.
A partir de entonces los grupos festeros carthagineses estarían formados por tropas y los romanos por legiones. Y tendrían que inscribirse con un nombre acorde con la historia de la ciudad.
Ese primer año de fiestas se quedará siempre en le recuerdo. Los inicios siempre son especiales. El Gobierno Militar e Infantería de Marina facilitaron las tiendas de campañas para montar el campamento festero, la escuela taller confeccionó los símbolos de las fiestas para el pórtico de entrada al campamento…
Las tropas y legiones diseñaron sus trajes. Unas túnicas sencillas pero que emanaban ilusión.
Me cuentan que el segundo año se celebraron en el Parque de Artillería. Y sí, me han despertado mis recuerdos, porque he podido ver a un gran número de festeros derrochando alegría e invocando a la historia de esta ciudad trimilenaria.
Eva, se vivían las fiestas día y noche en la ciudad, me cuenta Tomás.
Y como todo trabajo bien hecho, aumentaba la ilusión y crecían las fiestas.
Así que en el 92 se creó el gran campamento festero en la explanada del centro comercial Pryca. Sí, sí, un poco obsoleta esa marca. Después fue Eroski, allí nos vacunaron contra el Covid, me enamoré en ese año bajo una carpa de una de las tropas en un día de tormenta y lluvia incesante…
¡Para olvidar aquellos años!
Me cuenta mi primo David Victoria que lleva desde adolescente en la legión romana el Pueblo de Massalia, que sus recuerdos de aquel año son increíbles. Prima, todo era como muy precario. Parcelas con cañizo y una barra para tomar copas. Tiendas de campaña, carpas de camuflaje para protegernos del sol. Se tardaban muchos días para montar, no había nada planificado. Pero dentro de ese caos de los inicios, los recuerdos son de convivencia con las tropas y legiones, la colaboración y las jornadas interminables. No estaba asfaltado el suelo, a veces podías ver una nube de polvo en el aire, levantada por las personas que por allí pasaban. Poco a poco se comenzó a planificar todo más, sobre todo cómo sería el campamento de cada tropa o legión. Recuerdo las ganas de competir a ver quién hacía la portada más alta, la fachada más espectacular…

Fue en el año 92, ante ese crecimiento y expectación donde las fiestas se consolidaron, y cuando se constituyó la Federación de Tropas y Legiones de las fiestas de Carthagineses y Romanos. Fue el año en el que viajaron a la Expo 92 de Sevilla. Nace un nuevo acto, el Circo de Roma, sumándose a la Batalla, las Bodas de Aníbal e Himilce…
Mucha historia en estas fiestas…
En el año 209 a.C QUART-HADAST fue invadida y conquistada por Escipión, más conocido como El Africano. Dicen que la victoria romana se consiguió por el método del despiste y que más de 500 romanos treparon por los muros de la muralla terminando con la vida de aquellos carthagineses que vigilaban desde la parte alta. Y así nace Carthagonova y sí, primero Asdrúbal y después Aníbal no pudieron vencer a los romanos…
Y hoy tenemos unas fiestas increíbles, declaradas de Interés Turístico Internacional. Un campamento festero que te hace sentir que eres parte de la historia. Las batallas, el fuego sagrado, los desfiles, la ilusión, los trajes, los personajes por las calles, la diversión nocturna y el intento de acercar al centro de la ciudad ese sabor a historia.

José Antonio Meca ha dejado su puesto de presidente hace muy poco. Él me cuenta que la etapa más bonita es cuando eres personaje. En su caso fue Escipión durante tres años, junto a su mujer con el personaje de Emilia Paula.
Habla del esfuerzo y el sacrificio que supone un cargo así, horas y horas, esperando que todo salga bien, que las fiestas crezcan, buscando nuevas iniciativas.
25 tropas y 25 legiones llevan detrás muchos festeros, muchas ilusiones, muchas ganas de recibir cada año el mes de septiembre con el orgullo de tener el escenario idóneo en Cartagena, para vivir sus fiestas.
Y si hay dos personas que no han fallado en estos últimos 28 años ni una sola vez, esos son los dos grandes artistas, ilustradores, Joaquín Alcaraz y Rogelio. Ilustradores de la revista de la Federación de Tropas y Legiones y la felicitación de Navidad.

Todo con esa ilusión que le ponen, la magia, la profesionalidad, para llenar de color la vida y estas fiestas que esperamos como cada año, después de volver de nuestras vacaciones de verano. Ese momento en el que la ciudad nos recibe, los faros nos saludan, el teatro romano luce bonito y se abren las puertas para revivir aquellos años pasados, envueltos en nuestra historia.
LA VENTANA DE EVA
EVA GARCÍA AGUILERA