El Hospital Santa Lucía avanza en el tratamiento de las alergias graves a alimentos en niños

El Hospital Santa Lucía avanza en el tratamiento de las alergias graves a alimentos en niños
La consulta pediátrica de alergia alimentaria grave ha mejorado la calidad de vida de unos 20 pacientes con edades desde los 8 meses a los 14 años
La Unidad de Alergia Alimentaria Grave del Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario Santa Lucía avanza en el diagnóstico y tratamiento de las alergias graves en alimentos en los niños y ha mejorado, desde su puesta en marcha, la calidad de vida de una veintena de pacientes.
El Hospital Santa Lucía se consolida como un referente en el abordaje integral de estas patologías que afectan cada vez a más niños y cada vez se enfrenta también a pacientes más complejos, muchos de ellos con alergias alimentarias múltiples, anafilácticos que precisan seguridad, y con el reto de poder mejorar su calidad de vida.
Explica la coordinadora de la consulta, la doctora Esther Bragado, que “hemos ido progresivamente incrementando la franja de edad de nuestros pacientes y cada vez más, iniciamos inducciones a la tolerancia alimentaria a edades más tempranas y precoces: en la actualidad estamos tratando a niños de entre 8 meses y 14 años con una tasa de cien por cien de casos resueltos”.
Añade “Nuestra experiencia se inició como solución en niños mayores alérgicos, con situaciones de mucha complejidad, muchos de ellos anafilácticos, pero actualmente se ofrece a niños cada vez más pequeños, pues estamos observando, al igual que en centros de mayor experiencia, que en ellos los resultados son más fácilmente alcanzables, con los beneficios que ello conlleva. Igualmente, empezamos con un único alimento, leche de vaca, y en la actualidad hemos añadido huevo y frutos secos”.
Las alergias alimentarias suponen un motivo frecuente de consulta y los alimentos implicados más frecuentemente son las proteínas de la leche de vaca, huevo y frutos secos que pueden provocan reacciones muy graves y potencialmente mortales.
Lo que diferencia una alergia alimentaria de otro tipo de reacciones es la respuesta del sistema inmunitario. En una reacción alérgica, el sistema inmune predispuesto genéticamente, reconoce erróneamente que una proteína extraña es peligrosa.
La doctora Bragado indica que, “tras uno o varios contactos con el alimento, se genera una respuesta “exagerada” con síntomas inmediatos que pueden afectar a uno o varios órganos, pudiendo desencadenar reacciones graves como es la anafilaxia”.
Muchos de estos pacientes pueden resolver su alergia de forma natural, en los primeros años de vida. Sin embargo, existe un porcentaje de pacientes en los que esta condición se mantiene en el tiempo, sumando en muchas ocasiones varios alimentos, y comorbilidades como el asma, dermatitis atópica, rinitis alérgica.
Hasta hace algo más de una década no existía solución para ellos, y únicamente podíamos mantener las dietas de evitación y tratar las reacciones cuando aparecían, lo que conlleva una reducción significativa de su calidad de vida.
Circuitos en la consulta
Actualmente, copiando el modelo de la inmunoterapia (vacunas de la alergia) contamos con la posibilidad de poder inducir esta tolerancia que el paciente no ha conseguido alcanzar por sí mismo. Pero ello, precisa crear un sistema que permita el seguimiento estrecho del niño.
En el hospital, “hemos diseñado un circuito optimizando los recursos de nuestro Servicio de Pediatría: realizamos pruebas de provocación abierta alimentaria durante el seguimiento de los niños alérgicos en el Hospital de Día Pediátrico, ubicado en Urgencias Pediátricas”.
Contamos con la consulta monográfica de Alergia Alimentaria Grave, en la que los pacientes que cumplen criterios de severidad, son valoran de forma multidisciplinar e individualizada, y se propone a las familias esta alternativa terapéutica (inducción a la tolerancia). Se trata de un proceso, durante el que los pacientes recibirán el alimento al que son alérgicos de forma frecuente (diaria en muchos casos), por lo que antes de iniciarlo necesitamos formar a las familias y asegurar una comunicación fácil con el equipo sanitario.
Actualmente los pacientes que se someten a las pautas de inducción a la tolerancia oral, acuden a Unidad de Cuidados Intermedios Pediátricos donde reciben la dosis de inicio del alimento en cuestión, que diariamente deberán tomar en domicilio. Semanalmente estos pacientes acuden a dicha unidad donde son valorados por nosotros, y reciben una dosis incremental hasta finalmente llegar a una ración habitual del alimento. Nuestro objetivo es bajar el umbral de reactividad del paciente y ganar seguridad para evitar las temidas reacciones.
Una vez acabada la pauta, es preciso mantener el seguimiento de estos niños para comprobar la tolerancia y por otro lado, vigilar que no aparezcan complicaciones digestivas secundarias