LA MANGA, UN ENCLAVE ÚNICO, QUE ESCONDE URBANIZACIONES CON ENCANTO…

LA MANGA, UN ENCLAVE ÚNICO, QUE ESCONDE URBANIZACIONES CON ENCANTO…
La Manga del Mar Menor, es un paraíso singular que tiene la particularidad de contar con una sola columna vertebral de unos 21 kilómetros de longitud, que sirve de entrada y salida para todos sus visitantes y residentes, y que separa el Mar Mediterráneo de aguas transparentes, del Mar Menor; considerada la laguna salada más grande e importante de Europa.
Expertos en materia de Urbanismo, Ecología y Sostenibilidad, han mantenido de manera generalizada la opinión de que tanto el desarrollo urbanístico, la dotación de infraestructuras, y/o de servicios, así como la construcción masiva de edificaciones y otros complejos residenciales, desde los años 60, podrían haberse realizado de una manera más pormenorizada, ordenada, planificada, y sobre todo, de una forma inmensamente más respetuosa con su entorno y el medio natural.
Actualmente, este desarrollo que ha sufrido La Manga del Mar Menor con el paso del tiempo, comporta una mezcla de sentimientos, reconociendo el inmenso daño causado a este medio de origen virgen y natural, pero a su vez un valor añadido que poco a poco se ha ido creando y consolidando, situando a este estratégico y privilegiado lugar, en un destino turístico de referencia, que aporta además una calidad y forma de vida única.
Muchas de las urbanizaciones que conforman y dan vida a La Manga del Mar Menor, ahora ya arraigadas y con solera, esconden un encanto especial, como sucede en La Urbanización Rubí II del año 1989, localizada en el punto kilométrico 4 del Término Municipal de Cartagena, y junto al emblemático y significativo “Monte Blanco”. Es hermana del Residencial Rubí I, y también comparte saga en la “familia de piedras preciosas” junto con otros residenciales como son el Ágata, Ópalo o Esmeralda; todos ellos proyectados por el arquitecto de origen cubano Joaquin Sebares Aceval
Nos habla de ella con emoción Fran Pérez, que llegó con tan sólo 8 años, y ahora ya con 45 vueltas al sol en sus espaldas, recuerda aquel primer verano en La Manga con mucho cariño, al referirse a una reciente urbanización, con sus instalaciones principales sin terminar y apenas viviendas habitadas; días de playa en un Mar Menor vivo donde los caballitos de mar se avistaban fácilmente, y un mar mayor de arenas finas y aguas cristalinas, con paseos en familia al atardecer, que a veces tenían recompensa con un alto en el camino en la heladería San Francisco del Zoco o en la heladería Verdú de la Plaza Bohemia, para reponer fuerzas.
Nos cuenta con inquietud que el verano siguiente, fue diferente, la Urbanización Rubí II se fue habitando de extraordinarias familias que la hacían y la siguen haciendo especial, donde el respeto primaba y sigue primando por encima de todo, con amigos y amigas, con los que sigue manteniendo la amistad y el contacto con gran parte de ellos, y donde no eran necesarios los teléfonos móviles, porque el punto de encuentro en su pista central o su gran piscina, era sistemático. Nos traslada Fran, que no sabe que pasa en esta urbanización, donde el inquilino siempre vuelve año tras año y donde por suerte, el cambio generacional se está produciendo en muchos casos dentro de la misma unidad familiar de origen, lo que hace que la esencia original se mantenga.
Si Fran Pérez tiene que destacar algo de esta Urbanización singular, no duda que son sus fiestas tradicionales, que empezaron en el año 1990, promovidas por su madre Nani Esteban, su vecina Pilar, con la ayuda siempre de otros vecinos que las hacían posible y que estaban allí para echar una mano. Este año, para no perder la tradición, tendrán lugar el próximo 7, 8, 9 y 10 de agosto. Nos dice que son fiestas con pocos medios, pero con muchas ganas, sufragadas por los propios vecinos y vecinos, que ayudan cada año a que no se pierdan, en las que la diversión está asegurada y donde no falta una traca de inicio de fiesta, juegos populares, hinchables, atracciones sorpresa para todas las edades, una cena de convivencia, una gran chocolatada y una tranca fin de fiesta.
Cartagena Actualidad quiere rendir homenaje a esas urbanizaciones de La Manga del Menor con encanto; donde suceden cosas y conviven personas que las hacen especiales, y en especial a la Urbanización Rubí II, en su 35 aniversario de sus fiestas tradicionales, y a por muchas más.