Montanaro de aquí: LA MANGA O LA DESAMORTIZACIÓN DE ARROYO, QUE NO DE MENDIZÁBAL O MADOZ
LA MANGA O LA DESAMORTIZACIÓN DE ARROYO, QUE NO DE MENDIZÁBAL O MADOZ
Sirva la metáfora de Mendizábal para llamar la atención sobre el desprecio y el abandono del Ayuntamiento de Cartagena y por extensión el de San Javier sobre la Manga, Cabo de Palos y el Mar Menor, pero principalmente la parte más a levante de la laguna salada bajo la jurisdicción y descontrol de Arroyo y sus huestes.
Un problema principal es la falta de oposición consecuente y notable, las divergencias entre líderes en MC por el sueldo, uno arrepentido y otro que no lo “ha visto más gorda” y el absentismo racional sánchista derivado a Cartagena le hacen ser la reina de todas las fiestas, para eso sí que es una notable emprendedora pero lo básico, es descaradamente despreciado y denigrado casi populistamente.
La desamortización de Mendizábal saneó la Hacienda nacional, ahí estábamos, una suerte de expropiación interesada, una por la guerra Carlista, otra por necesidades impuestas y de intereses particulares, aquella abrió la posibilidad de solicitar préstamos, obtener liquidez y dinamizar la economía. Claro, no fue la decisión más justa desde el punto de vista social, las tierras no fueron entregadas a los campesinos, sino que quedó en manos de quienes tenían suficiente dinero para adquirirlas, lo de siempre, ahora salen a subasta los espacios abandonados en Cartagena, ¿Quién se los quedará?, apuesten. Así y entonces gracias al populismo impuesto, el nivel de vida de los campesinos empeoró o, en el mejor de los casos, se mantuvo igual, ya que, con el cambio de propietarios, lo habitual era el incremento de la renta, cachis...
En cualquier caso, la desamortización de Mendizábal constituyó una estrategia que se aplicó de manera exitosa y que contribuyó a la instauración del capitalismo en España y al comienzo de una época de bonanza y cambios en el panorama económico. Ojo, estoy a favor del capitalismo pero en contra del populismo chabacano y ordinario en el que se ha convertido este Ayuntamiento venciendo humo.
Leía en prensa estos días la odisea de viajar en autobús en La Manga, realmente todo este verano ha sido una odisea en la Manga, pero tenemos policía local en el agua motorizada a 50 metros de la playa interrelacionando con los bañistas, además con documentación gráfica, ¿para qué?, cosas del querer…, pero en plena Plaza Bohemia, abarrotada sobre todo en fin de semana los gorrillas han tomado el parking con no mucha educación por ser generosos, ninguno autóctono de la zona y los tumultos naturales o masivos han estado huérfanos de policía permanente y a pie, quizás estas formas de patrulla y seguridad inducida son cosas del pasado y es mejor patrullar caballo…, y si los avisas van a tomar el número a los comerciantes, increíble pero cierto.
Como diría Cesar Vidal y sin ánimo de ser exhaustivo parte de los hechos son los siguientes. Cabo de Palos es en sí una ratonera para minusválidos y carritos de bebe, no está desarrollado en general ni en particular para el ocio y desplazamientos de impedidos y otros con problemas de modalidad, intenten desplazarse desde la plaza con rotonda hacia Ronda de Levante rotonda de Cala Flores, inhóspita e imposible, ya, alcanzar la zona de Cala Flores, restaurantes y zona comercial sin coche, es de yincana olímpica.
El tema de los aparcamientos y la circulación es una asignatura pendiente de difícil configuración y la expropiación en urbanizaciones de terrenos como el caso de la zona de Géminis en Entremares no es la solución, es generar un problema legal de donde no lo hay, como hace el sanchismo, incoherente y con un fin social más que dudoso, el beneficio es nulo en contra del perjuicio que es enorme y caro, además, pagado con los impuestos de los ciudadanos a los que no se les recurre, así como en anteriores críticas se ha denunciado, cómo es, cerrar, en pleno mes de julio cuatro días una zona de aparcamiento de soportales comerciales y BBVA para inaugurar cinco farolas, abolido el último día por crítica, pero chabacano y ordinario en pleno siglo XXI. El abandono estructural de infraestructuras tiene su máximo parangón en el mirador del Galúa, si ya fue una chapuza de obra, de materiales y de desarrollo, su mantenimiento es cuando menos, pobre por no decir absentista, solo pasan a retirar la basura, un servicio que, si bien se ha mantenido activo y por zonas, incrementado por la empresa, es a costa de una notable subida de impuestos para la misma a nivel municipal, quizás los contratos principales habría que revisarlos con una buena gestión y con participación de los actores principales de las empresas concesionarias, son millonarios y determinantes.
Como decía, el problema de movilidad en toda la Manga y de insalubridad por malos olores no es patrimonio solo de la parte norte de San Javier, el transporte público es común y las deficiencias también. La Federación de Vecinos de Cartagena advirtió de las consecuencias del cierre de los consultorios y de la falta de especialistas este verano y ha sido otro rosario de infortunios, hablan las malas lenguas de hasta 500.000 personas en la primera quincena de agosto, yo personalmente creo que eso era hace años, poco a poco los servicios decadentes, las infraestructuras deficientes han convertido La Manga en un retiro más espiritual que de ocio y divertimento, y eso pasa factura todo el año, también es cierto que este Ayuntamiento solo sufre críticas y desaires, como dice la Alcaldesa, dos meses al año y pronto todo olvidado. A pesar del desastre de La Manga 365 y La Manga 2.0, ¿Humo? “El objetivo de la Estrategia de Desarrollo Urbano es lograr la transformación de La Manga en un núcleo turístico sostenible, mediante la solución de los problemas de accesibilidad, y desde la dinamización del tejido empresarial y el empleo para la mejora de la oferta turística durante todo el año” decían ya hace unos años...
Un paseo marítimo que recorra toda la costa es inviable por la actuación desmedida urbanística y además el cierre hermético limitando el derecho a paso del peatón a la playa y, ¿digo yo, me pregunto? ¿Por qué no se expropian las lindes con la playa para hacer un paseo marítimo en condiciones y necesario, que una entidad como La Manga merece? La adolece de falta de Manga de uniformidad, todo es diferente, como un gran libro de cuentos dispares que solo comparten las hojas y las tapas del mismo yaqui ni siquiera el mismo autor. 21 kilómetros de diferencias que contrastan descaradamente, zonas masificadas y superpobladas, edificios de diversos estilos y no muy acertados, chalés caprichosos al gusto todo derivado de una edificación caprichosa en todas sus derivadas confusas e incoherentes
Un paraíso entre dos mares, ese es el mantra turístico, de paraíso poco, dos mares sí, por imposición de la naturaleza, en su génesis seguro que lo fue, un edén es contemplar unos atardeceres espectaculares mientras se disfruta de un refrigerio, hoy entre infraestructuras ominosas de una Manga que quiso ser y nuestra especulación con bula municipal y regional no ha dejado ser en estas décadas más, la decadencia y cada año más aumentada.
Insisto en la reorganización territorial de esta siempre desdichada región, nacida de intereses espurios y sin el objetivo de engrandecerla allá donde ningún ciudadano encuentra su gentilicio apropiado, una región con generosa diversidad y rica en desarrollo condenada al ostracismo más penoso, una región que necesita restablecer las fronteras municipales (ya se hizo con La Unión en 1869), con las necesidades del siglo XXI restaurar las fronteras provinciales, solo los verdaderos provincianos populistas están al margen de esta reivindicación y solo entonces, Cabo de Palos, la Manga y el Mar Menor empezaran a resurgir como el Ave fénix de sus propias cenizas tras 40 años de despropósitos.
“No es, Señora, ni una fría especulación mercantil, ni una mera operación de crédito, por más que ésta sea la palanca que mueve y equilibra en nuestros días las naciones de Europa: es un elemento de animación de vida y de ventura para España. Es, si puedo explicarme así, el complemento de su resurrección política”. Juan Álvarez Mendizábal (febrero 1836)
Andrés Hernández Martínez