PENSANDO EN VOZ ALTA: IA
PENSANDO EN VOZ ALTA
IA
He de reconocer, por mi edad, que hay cosas, progresos, adelantos, innovaciones… que me dan un poco de “miedo” y les tengo un gran respeto. Todo lo anterior deriva de la cantidad de noticias, artículos, escritos, que van apareciendo segundo si y segundo no que me llaman mucho la atención y me asombran. Más de uno, posteriormente, resulta que es falso o que es un “¿invento?” de la IA.
Les adelanto, ya lo habrán imaginado, que soy un analfabeto total sobre este tema. ¿Por qué mi pensando de hoy tiene como tema central la IA? Les explico.
Desde hace más de veinte años, un grupo de amigos, celebramos, cada quince días, una tertulia literaria, en la que charlamos de lo divino y lo humano. En algunas de ellas se preparan temas, que uno de los miembros expone, y a continuación se debate sobre el particular. Antes de seguir decirles que se trata de la “Tertulia Mandarache”. El pasado viernes, día 14, el tertuliano Antonio Lois nos hizo pensar y dialogamos sobre la susodicha IA.
Voy a trasladar aquí algunos de los pensamientos, preguntas, sobre el particular. Divido el tema en dos partes. El lunes 24, tendremos la segunda.
La cuestión arranca de esta manera: «Ha saltado la noticia que George R.R. Martin le pidió a ChatGPT que escribiese una secuela de “Juego de Tronos” y ha llevado el resultado a los tribunales. Considerando una postura objetiva, sin posicionarte en ninguno de los dos bandos ¿Qué opinas?».
A partir de aquí se establece una discusión y, como no, una serie de razonamientos, veamos algunos de ellos: La IA como motor inevitable y necesario del progreso humano. Desde la perspectiva de quienes defienden el desarrollo de la inteligencia artificial, la polémica con George R.R. Martin no se interpreta como un conflicto entre un autor y una máquina, sino como un choque natural entre una tecnología emergente de enorme impacto y los marcos legales tradicionales, que inevitablemente necesitan actualizarse. La postura a favor de OpenAI se basa en varios principios:
La humanidad siempre ha progresado gracias a herramientas que amplían la mente ChatGPT es, esencialmente, una herramienta cognitiva —como lo fueron: · el papel, · la imprenta, · las calculadoras, · los ordenadores, · los buscadores web. Cada avance tecnológico generó resistencia: · “La imprenta arruinará a los copistas”. · “La fotografía matará a la pintura”. · “Internet destruirá la industria editorial”. Y, sin embargo, todas permitieron crear más, mejor y para más personas. La IA continúa esta línea: democratiza la creatividad, acelera los descubrimientos, permite a los no expertos producir contenidos, investigar, aprender y expresarse.
La IA no sustituye a los creadores: amplifica sus posibilidades ChatGPT no reemplaza el talento; lo potencia: · Ayuda a escritores a superar bloqueos creativos. · Permite prototipar ideas de historias en segundos. · Da herramientas de escritura a quienes no tienen formación literaria.
Permite explorar variaciones, estilos alternativos, nuevas estructuras narrativas. Muchos autores ya usan la IA para expandir su imaginario, no para sustituirlo. Prohibir eso por miedo sería como prohibir los pinceles sintéticos porque permiten pintar más rápido.
La regulación debe proteger al autor, sí, pero sin frenar el avance científico. La solución no es frenar la IA, sino crear marcos de compensación, licencias, acuerdos y regulaciones claras que permitan: · que los autores reciban reconocimiento y valor, · que la IA siga evolucionando, · que la humanidad no pierda una herramienta transformadora. Igual que pasó con Spotify, YouTube o la propia industria editorial, la convivencia es posible.
Acabamos hoy con esta conclusión: La IA es una extensión del intelecto humano, no una amenaza. La posición que defiende ChatGPT/OpenAI se resume así:
El progreso tecnológico es inevitable, transformador y profundamente beneficioso. La IA debe avanzar, porque al avanzar la IA, avanza la humanidad. El reto no es detenerla, sino integrarla de manera justa y equilibrada. Con límites razonables, transparencia y respeto a los derechos de los creadores, la IA puede ser —como lo fue la imprenta— una revolución que multiplique el conocimiento humano y democratice la creatividad para siempre.
Hasta la próxima semana.