DESDE MI QUERIDA CARTAGENA DE ESPAÑA. LORENZO VERGARA PAGÁN  (LOREN) ¡LANCÉ UNA MIRADA AL ETERNO BAR SOL,Y…!

Loren
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DESDE MI QUERIDA CARTAGENA DE ESPAÑA. LORENZO VERGARA PAGÁN  (LOREN) ¡LANCÉ UNA MIRADA AL ETERNO BAR SOL,Y…!

DESDE MI QUERIDA CARTAGENA

DE ESPAÑA.

LORENZO VERGARA PAGÁN  (LOREN)

¡LANCÉ UNA MIRADA AL ETERNO BAR SOL,Y…!

Lancé una mirada al eterno Bar Sol de la Plaza San Ginés, y un “poquico” más abajo a la Calle San Antonio el “Pobre”, para ver la fontanería de los amigos de mis padres ¡Hermanos Franco!. Así, terminaba el anterior artículo de ¡MI QUERIDA CARTAGENA DE ESPAÑA, publicado en Cartagena Actualidad, el cual titulé… ¡A PUNTO DE IRME DE VACACIONES!.  En él, les relataba a mis lectores mi recorrido “sabatino” por las calles de nuestra Cartagena de España, en los años 50-60, donde… “saboreando” (afortunadamente todavía lo hago) el olor de nuestra ciudad, y recreándome en los edificios y comercios de aquellas fechas, di por finalizado el articulo en la Plaza de San Ginés, pero…prometiendo que, seguiría caminando por nuestra querida ciudad, para emplazaros en un segundo artículo a que mentalmente me acompañéis y hagamos juntos el paseo.

Ayer, cuando salía de la UPCT saludé a nuestro compañero Antonio Martínez, Conserje de la “Escuela” en el edificio del Hospital de Marina. Le pregunté si se iba para Murcia (donde residía), y me contestó que no, que había decidido venirse a vivir a Cartagena de España, yo, le felicité por su ACIERTO, y…al preguntarle que donde vivía me dijo que, en la Calle San Antonio el Pobre, al lado del Bar Sol. Esa respuesta, me ayudó a recordar mi promesa de contar la segunda parte de mi paseo Sabatino en mis años mozos (55-60) por nuestra querida Cartagena de España, y…ni corto ni perezoso “empuño” el ordenador y me dispongo a escribir la dicha segunda parte de mi paseo, que terminó en la Plaza de San Ginés, y…de ella parto.

Antes de seguir andando (mentalmente) por mi querida Cartagena de España, os recuerdo que, era costumbre mía todos los sábados de aquella época, arreglarme (ponerme bonico jeje) y…antes de reunirme con mis queridos amigos del equipo juvenil RAPIDO C.F. dedicarme a…ver Cartagena, pasear por ella, impregnar mi cerebro de sus calles y de sus edificios, (incluso de sus personajes) hoy día, no me arrepiento de haberlo hecho, porque…afortunadamente los armarios de mi cerebro están llenos de esos recuerdos que…si la providencia me ayuda estarán siempre conmigo, y de vez en cuando, quizá “chocheando”, aparezcan en algún artículo mío, recordando tiempos que no volverán, pero que…os aseguro que eran tal como lo relato, y que tenían el encanto de una ciudad que… se abría paso a codazos para prosperar, y llegar a ser lo que es ahora, el orgullo de todos los Cartageneros de España.

Bueno, pues ya estoy donde acabé el anterior artículo, en la Plaza de San Ginés. Antes de seguir mi recorrido sabatino me paro en el eterno Bar Sol, y…os relato lo siguiente, (porque creo que merece la pena), este Bar, se inauguró en 1927 (hay una placa en el propio Bar que lo atestigua), pero… veréis, se da la circunstancia que, ese año el día 3 de Julio de 1.927 murió cogido por un toro en Madrid, el famoso torero (ídolo de Cartagena España) mi tío abuelo Enrique Cano “Gavira”. Viene esto a cuento porque su fallecimiento se anunció en todos los periódicos de España, y en uno de ellos, (precisamente El Eco de Cartagena), se publicó justo debajo de la triste noticia, el anuncio del Bar Sol, de eso, hace nada menos que 97 años.

La verdad, solo la verdad, y…nada más que la verdad es que…cuando llegaba al Bar Sol tenía tres rutas a seguir, una, San Antonio el Pobre, para P/ San Francisco, otra Calle San Francisco para C/San Miguel, y otra Calle Cuatro Santos para C/ Cañón.

¡Es tanto lo que quiero contaros! Es tanto lo que me gustaría transmitiros…que daría lo que fuera, para que mis letras fueran mágicas y os embelesaran en ellas, para que vierais lo que se puede disfrutar cuando estás enamorado de tu ciudad, y… deseas ardientemente que los demás también lo estén. En esta ocasión,  elijo empezar por Calle San Francisco, pero…lo hago porque quiero (al llegar a Calle Campos) contaros una anécdota que a mí me parece simpática. Os aseguro que escribo de “memorieta, me “estrujo” la cabeza para dejarme los menos comercios posibles, pero…es difícil la empresa. Bien, salgo de Plaza San Ginés, y al lado del Bar Sol, estaba (en la acera derecha) una lechería (nunca supe el nombre de su dueñ@, Calzados La Mallorquina, después la tienda de Loza y Cristal. La librería Athenas de gran renombre, fundada en 1.957 por el gran escritor Alberto Colao, aunque su “alma mater” fue el Sr. Antonio Fidel González, que infundía un grandísimo respeto, esta librería, se convirtió en el punto de encuentro de toda la “intelectualidad” Cartagenera. Al lado de la librería se encontraban los Almacenes Molinero, desfiles de modelos, trajes de novio y novia  (perdonar que me nombre) a uno de esos desfiles me llamaron, para que desfilara, concretamente Pepito Ramos que representaba a la firma Molinero, me llamó para que desfilara y…lo hice, con un traje muy bonito y emocionado, aunque… solo fue una vez por decisión propia. Yo, en aquellos años, me creía el rey del mundo, y además estaba libre de prejuicios. Al lado de Molinero estaba el precioso y enorme edificio de La Telefónica.

En la parte opuesta (o sea la acera de enfrente, para que nos entendamos) estaba Bolsos Balibrea, la Sastrería de Espejo, La Barbería, Tejidos Anaya, el callejón de Zorrilla que me infundía gran respeto, y que ahora tendrá gran relieve, porque se exhibirá con gran esplendor la Casa Museo donde nació nuestro mas insigne prohombre, el gran Isaac Peral. y… formando esquina con Calle Palas (donde nació un servidor) el gran edificio de Tárraga, coronado con su famoso Reloj. (el reloj de tárraga). ¡Qué emoción siento! cuando escribo estas cosas, se que…muchos de mis lectores, perdonaran mis errores, y sentirán los mismos sentimientos que yo porque…ser de Cartagena España y recorrer sus calles desde que eres un niño es un privilegio, y yo, tengo la suerte de gozar de ese privilegio.

Saliendo de la Calle San Francisco y… “dando un salto” me dejaba a la derecha la Plaza de San Francisco, y a la Izquierda La Calle de Palas, donde… (como digo anteriormente) nació servidor.  Bueno, prosiguiendo mi paseo entraba en la Calle de Campos, antes fue Callejón de Campos, yo recuerdo vagamente en imágenes nebulosas de niño, que llegué a conocer el callejón antes de la demolición de la parte izquierda, que se unía a la Calle de Palas, esa parte izquierda se convirtió en un gran solar donde se instalaban los teatros ambulantes que venían a Cartagena de España, (el teatro Argentino, circos ambulantes, el teatro Vanden…) ahora, contaré una anécdota que me ocurrió en el Vanden. En la Calle de Campos recuerdo comercios emblemáticos, empezando por Almacenes La Torre, el estudio fotográfico de Juan Sáez… Juanito Sáez presente en todos los encuentros de nuestro EFESË, realizando su reportaje grafico. La sombrerería de Juan Sánchez Cuesta con su escaparate tan bonito, repleto de gorras de mandos militares ¡madre mía que recuerdos!. También estaba la Joyería Muñoz, la tienda de Carles, el Bar Fenix que todavía sigue con nosotros EL QUIOSCO FENIX, y…nada menos que la óptica de ANDRÉS MECA FERNANDEZ ¿Quién no se acuerda de aquellos anuncios en los cines de Cartagena que decían…Óptica Andrés Campos 3, jeje. 

Os he dicho anteriormente que, os contaría una anécdota que me ocurrió en el Teatro Vanden, pues bien, ahí va. Paseaba yo por delante del solar donde estaba instalado el Teatro Vanden (hoy, es el edificio de Hacienda) ¡de pronto!, sale una señora del teatro, y me dice…¡nene! ¿quieres entrar gratis al teatro?. Le contesté afirmativamente, y me dijo “literalmente”. Entras al teatro, y te subes arriba a la general, cuando pase una chica vendiendo papeletas para la rifa de una muñeca, le compras una tira (me dio un dinero), el sorteo se celebrará en el descanso, y te va a tocar a ti la muñeca, naturalmente cuando termine la función (y sin que te vea nadie) nos devuelves la muñeca. Le dije a todo que si, y…efectivamente se celebró el sorteo, y la muñeca (preciosa) me tocó a mí. Aquello, me produjo una satisfacción enorme pues jamás me había tocado nada.

Continué viendo la función, con mi muñeca agarrada, y pensando que me la llevaría a casa para regalársela a mi madre cuando viniera de permiso. Cuando terminó la función salía yo tan contentico del teatro cuando… me asalta la señora de marras, y me dice en tono enérgico…¡arria la muñeca!, me quedé de piedra, no me acordaba absolutamente de que tenía que devolverla, me sentí frustrado, y se me saltaron las lagrimas, con las ilusiones que me había hecho de regalársela a mi madre… que desilusión, me resistí  todo lo que pude pero…me amenazó con llamar a un tío para que me diera un tortazo, y…le devolví la muñeca.

Se me va el Santo al cielo, y en vez de hablaros del paseo por Cartagena os cuento mil cosas, pero…se que me disculpáis. Se está haciendo muy largo el artículo. Desde luego mi intención es pasearos a mi lado por nuestra maravillosa Cartagena de España, y enseñaros los magníficos edificios y sus calles (incluso, sus costumbres) pero…es imposible que no me detenga en muchas anécdotas  que me han ido ocurriendo, por todo ello, y contando con vuestra complicidad, muy pronto continuaré mi paseo, prometiendo que lo empezaré al salir de la Calle de Campos cruzando por Calle Jara, para Calle San Miguel. Pero…¡eso!, será otra historia. Así que… con vuestro permiso doy por finalizado este segundo capítulo de…MI PASEO POR MI QUERIDA CARTAGENA  DE ESPAÑA, pero…continuará. Un abrazo de vuestro amigo Lorenzo Vergara Pagán (Loren)