Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: LA CULTURA COMO SALVA ESPÍRITUS

PENSANDO EN VOZ ALTA: LA CULTURA COMO SALVA ESPÍRITUS

PENSANDO EN VOZ ALTA

LA CULTURA COMO SALVA ESPÍRITUS

Creo que, durante esta semana pasada, desde el día 12 al día 19, la cuestión política ha tomado derroteros muy peligrosos, complicados y difíciles de entender y digerir por los simples mortales que cada día se baten como bravos guerreros para ir aguantando y sobreviviendo día a día.

Dos planos astrales, dos tierras separadas cada día más por la indiferencia, dos series vitales totalmente distintas; separan a los políticos, en general, y a la ciudadanía, en general.

Cada persona se protege de todo este sinsentido que estamos viviendo y soportando de la forma y manera que mejor crea y pueda. Mi escudo particular es la cultura, la lectura, los libros, en definitiva. Con los libros se pueden realizar multitud de actividades, no leerlos solamente (función principal e innegociable) sino darlos a conocer, realizar reseñas, opinar sobre ellos, efectuar presentaciones (poner en contacto al autor con el público interesado), organizar ferias, participar en clubes de lectura para charlar con el autor y opinar largo y tendido sobre lo leído.

Nombrados los ‘clubes de lectura’ quiero detenerme en uno en particular. Dicho “club de lectura” es el que está formado y organizado en la prisión de Sangonera la Verde (Murcia).

No sé qué idea tendrán ustedes de un centro penitenciario. Lo que parece desde fuera es muy distinto a la impresión que uno adquiere cuando está dentro conviviendo durante unas horas con los internos. El pasado domingo, día 11, visité por segunda vez el Centro de Sangonera la Verde, acompañando a Antonio Parra Sanz, que nuevamente participaba como invitado a dicho club con su libro “La mano de Midas”. Veintiuno fueron los internos que departieron con Antonio. Me asombró la precisión de muchos de ellos en las preguntas efectuadas y cruce de opiniones con el autor.

La presentación de 10. El análisis que realizaron de los personajes, uno a uno, de lo mejor que he podido presenciar en todo el tiempo que llevo gozando de la literatura. Los ojos se me abrieron un poco más cuando se comentaron una serie de frases entresacadas de la lectura. En definitiva, quedó al descubierto la precisión y cariño que habían puesto en la lectura de, reitero, “La mano de Midas”.

Pasamos más de dos horas inolvidables.Después de la charla y cruce de ideas con Antonio Parra estuvimos conversando, como no, sobre “Cartagena Negra”.

Dimos a conocer el nacimiento, desarrollo y actualidad del festival. Todos seguían con atención cada una de las palabras que pronunciábamos. Creo no equivocarme si afirmo que durante el tiempo que estuvimos juntos se olvidaron de todo, como alguno me comentó, y ayudamos a sus espíritus a sobrevolar los muros de la prisión.

Labores como esta son las que se deben potenciar por todos, autoridades competentes y ciudadanía, para hacerles el tránsito temporal más cómodo y fácil. Comentarles que hemos quedado con los responsables del Centro en que volveremos a realizar nuevas actividades con ellos.

Con algunos de los presentes nos llevamos alguna que otra sorpresa que nos llenó de alegría y regocijo. Hay tres o cuatro personas que se han lanzado a escribir. Uno de ellos le entregó a Antonio un folio manuscrito para que lo leyese y le diera su opinión. Otro nos dijo que llevaba muy avanzada la redacción de una novela y nos pidió consejos para su corrección y posible publicación. En definitiva, el camino que debería recorrer para en un futuro “¿ver su obra publicada?”. Yo me comprometí con él para, en el momento que la tuviera, iniciar las labores de depurado y contactar con alguna editorial para su publicación.

Estas acciones, estos clubes de lectura, son las que contribuyen modestamente a la salva de espíritus.