Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: SEGUIMOS CAMINANDO

PENSANDO EN VOZ ALTA: SEGUIMOS CAMINANDO

PENSANDO EN VOZ ALTA

SEGUIMOS CAMINANDO

Se hace muy complicado y difícil pensar en voz alta, todo lo que “hierve” en tu interior, cuándo ves cada día como transcurre el devenir de tu país, autonomía y ciudad.

Es muy triste leer, ver y oír, jornada si y jornada no, que este o aquel responsable político, o que esta o aquella persona designada para una determinada tarea, están haciéndolo mal o no están cumpliendo con los que serían los cánones de decencia personal y profesional.

Rápidamente nacen unas preguntas: ¿A qué viene a la política? ¿Por qué nombran a esta o aquella persona para un determinado puesto? ¿Es cierto todo lo que se comenta o publica?

La pasada semana la mala mar del puerto de Cartagena (España) ha hecho naufragar a la persona que estaba al frente de la APC (Autoridad Portuaria) con tal fuerza que ha tenido que abandonar el timón de mando. ¿Se va sola o acompañada de alguien más? ¿Qué es, realmente lo que ha hecho que el “Puerto” de nuestra ciudad se vea removido? En un momento determinado todas las personas, con distintas responsabilidades, apoyaban a la presienta del mismo y en un chasquido de dedos todos volvían la mirada allende de los faros -San Pedro y Navidad-.

¿Qué ocurre realmente? ¿Qué se ha hecho fatal? ¿Quién o quiénes son los últimos y primeros responsables?

Si alguien de otro partido, que no sea el Partido Popular, me lee e intenta decir que, por ejemplo, “¡qué vergüenza!”, “¡yo jamás…!”, que primero se tiente la ropa, respire profundamente y cuente hasta cien, porque, por desgracia, todos tienen por qué callar. Cuando no es esto, es lo otro y cuando no, lo de más allá. Llega un momento en que la ciudadanía se cansa y se harta de ver quéalbergan los distintos puestos y sillones… más, seguimos caminando.

Es muy triste leer opiniones de personas que, al emitirlas, se creen poseedores de lo absoluto y lo mío es lo mejor de lo mejor, despreciando al que tienen al lado de una forma arrogante y asquerosa. He dicho mil veces y lo vuelvo a repetir que nadie es más que nadie y que todos juntos compartiendo ideas y quehaceres caminaríamos más seguros y a gusto. Este año hay varias elecciones; pues bien, salga lo que salga -amaños habrán- el pueblo llano, nosotros seguimos caminando y opinando aunque nuestras opiniones valgan, hoy día, menos que la peseta.