Opinión

Si no eres non grato, no eres nadie, por Ramón Galindo

Si no eres non grato, no eres nadie, por Ramón Galindo

Y con esto poco a poco, aún no he visto a nadie arrodillarse por las recientes decapitaciones y degollaciones de los musulmanes hacia cristianos en Francia, ya sean las víctimas blancas o negras.

Yo no las he visto -a pesar de ser bachiller de los antiguos y hablar francés- pues no estoy suscrito a Charlie Hebdo, y además tampoco me gustan los insultos infundados, y menos los sacrilegios ni de unos ni de otros, pero muy desfavorecido tenía que haber salido Alá en las caricaturas, para cabrear tanto a esta gente. También puede ser que la promesa de las de las setenta y dos virgenes que los esperan en el paraíso los ponga a mil por hora, y ya desde recién bajados de la patera, se permiten el lujo de patear a los vigilantes de seguridad en Canarias, con su grito de guerra de “Al-lahau-àkbar” (Ala es grande).

Pero así son las cosas, depende de quien y donde somos buenos o malos. Y parece ser que Toni Cantó, con sus deficiencias ideológicas incluidas, se lo ha tenido tenido que explicar muy clarito a sus señorías del martillo y la hoz.

Y así continúa esta pandemia en la que curiosamente los futbolistas se bajan voluntariamente el sueldo y los políticos -para no perder la costumbre- se lo suben. Aunque sería justo recordar que el resultado de la votación de dicha subida, equivale en número de votos a la de la pasada moción de censura.

Y así vivimos en un país, cuya casta comunista se acomoda en grandes mansiones bien protegidas y que tanto cacareaba de lo que en cuestión de sueldos era justo o no, y ahora solo sus dietas de comida, superan con creces los sueldos de quienes tienen que mantener una familia.

Tampoco le ha temblado el pulso a la ministra de “igual-da”

para justificar el despido de su otrora comadre Teresa Rodríguez por la dilatada baja maternal, que la política no para ¡Salvo excepciones! Como el ministro de universidades que cuál Guadiana, cuando sus circunstancias se lo exigen aparece y desaparece a su antojo, importándole todo tres pitos.

A así con este rumbo, en un país donde a su Rey lo nombran persona non grata en determinados municipios o asociaciones, lo que están consiguiendo es el efecto contrario, de que sí alguna partida de patanes de estos, ya sean catalanes, vascos, gaditanos o de algún barrio de Sevilla, no te han otorgado dicho estatus, es que no eres nadie.

Y así, prendiendo el puro de los domingos, como de costumbre, en perjuicio de mi salud pero a la vuestra, aprovecho para enviar un fuerte abrazo a amigos y familiares.