Opinión

Cartagineses, romanos y algo más

Juan M. Uriarte
Juan M. Uriarte
Cartagineses, romanos y algo más

I. Hoy terminan las fiestas de Cartagineses y Romanos 2025 (CyR). Los cartageneros crónicamente se han sentido maltratados, pero también a veces han podido ejercer un improductivo victimismo. Hoy terminan las fiestas de CyR.  ¿Cuatro locos amantes de disfraces y cervezas? Independientemente de lo que a cada uno personalmente le atraigan los jolgorios, las Fiestas de Cartagineses y Romanos cuyo trigésimo quinto aniversario se celebró hace un año, me parecen unos festejos dignos de alabar porque su creación y consolidación contradicen precisamente el victimismo y la resignación. Tres décadas de unas fiestas que se han enriquecido, y desde 2017 declaradas Fiestas de Interés Artístico Internacional. La recreación de una fiesta histórica representando los orígenes de la ciudad, su fundación por los cartagineses y su posterior conquista por los romanos en el contexto de la Segunda Guerra Púnica es una idea histórica, lúdica y brillante.

Cartagena era un municipio que expresaba sus “fiestas” en la Semana Santa, y por distintos motivos, no tenía unas fiestas locales propias en décadas más allá de su devoción a la Virgen de la Caridad.

Cartagena tiene sus cuatro hermanos santos, y dan nombre barriadas, calles, iglesias, mercados... Fulgencio, Leandro, Florentina e Isidoro. Siempre he pensado que la figura de San Isidoro, el menor de los hermanos, podría haber sido el más ilustre patrón de la ciudad. En España muchas ciudades tienen fiestas de origen cristiano. Sin embargo, la familia de “los Cuatro Santos”, emigró a Sevilla en la época bizantina. Isidoro, la gran figura intelectual de la España visigoda siempre llevará añadido el topónimo de Sevilla tras su nombre; Cartagena pues, sin opción de poder colocar al ilustre y santo autor de las Etimologías como patrón de las fiestas de la ciudad.  Sería fácil dejarse llevar una vez más por ese sentimiento victimista local de mala suerte.

Es por este motivo que me parece una pasada que por una vez los cartageneros no se arrugasen, y en vez de lamentaciones y resentimientos improductivos, supieran crear las fiestas de C y R, poniendo en valor su geografía e idiosincrasia unida a su historia.

II. Cartagena fue habitada antes por tartesios y fenicios; hay dudas de si el emplazamiento de la ciudad tartésica Mastia aludía a Cartagena, o en costas de Mazarrón. Lo que sí está fehacientemente documentado es que Quart Hadast (Ciudad Nueva) fue fundada por el cartaginés Asdrúbal en el año 227 AC. Los cartagineses en su Primera Guerra Púnica habían sido expulsados por el ejército romano de las islas de Sicilia y Cerdeña, y decidieron entrar en la península ibérica para su expansión. El emplazamiento, su extraordinario puerto natural, la riqueza de minerales, etc, hizo que Asdrúbal fundará sobre estos poblados nuestra ciudad. En veinte años escasos de presencia, los cartagineses crearon infraestructuras, foro, acrópolis, calles, templos; había comercio de esparto, salazones, industria de astilleros… Uno de los mayores retos era la escasez de agua, ¿en esto hemos avanzado algo?

 

Roma y Cartago tenían firmado un acuerdo con el río Ebro como límite norte del dominio cartaginés en la península ibérica. El general cartaginés Aníbal pocos años después se encontró con la rebeldía de Sagunto, a pesar de estar en zona cartaginesa, bajo el Ebro. Aníbal conquista Sagunto tras un sitio de ocho meses; Roma parece inactiva, pero plantea un ultimátum a Cartago para que entreguen a Aníbal. Aníbal sorpresivamente ataca la península itálica con victorias sorprendentes. Roma observa con preocupación el peligrosos auge cartaginés, y  Escipión desde Tarraco (Tarragona) realiza un brillante ataque terrestre y marítimo. Magón Barca, hermano de Aníbal, tiene que entregar la ciudad. Frente los escasos veinte años cartagineses, los romanos estuvieron varios siglos en su Cartago Nova, primero dentro de la Hispania Citerior o tarraconense, y posteriormente segregada de esta, en la Provincia Cartaginense. El desarrollo de la ciudad sufrió altibajos en la evolución, pero hubo muchas décadas de apogeo y siglos de administración romana de la ciudad.

Tito Livio puso en boca de Publio Cornelio Escipión esta arenga previa al combate que es una maravillosa loa a la ciudad: Vais a atacar las murallas de una sola ciudad, pero en esta única ciudad conquistareis Hispania entera. Aquí están los rehenes de todos los reyes y pueblos más conocidos. Aquí está el dinero de los enemigos, las catapultas, las armas. Tomaremos una ciudad muy hermosa y rica. Hasta aquí se llega desde África directamente; este es el único fondeadero desde los Pirineos hasta Cádiz.

 

 

III. Hoy sólo quise pararme a reflexionar sobre estas Fiestas de C y R que son también terapéuticas para algunas frustraciones histórico-administrativas de esta tierra. Roma nos aportó a todos los habitantes de Hispania las comunicaciones (calzadas), la lengua latina, y así luego la base de nuestro español; nos transmitió la filosofía griega, y sobretodo nos trajo ese gigante para la civilización que fue el Derecho, es decir, el individuo, la persona, el orden y la justicia, frente la tribu y la arbitrariedad. La Europa de hoy está configurada en sus cimientos- se quiera ver o no-, por, la razón griega, el derecho romano y la perspectiva cristiana.

Así pues, ¿cómo no estar orgullosos de esas raíces? ¿cómo no estar orgullosos de que nuestros niños y jóvenes cartageneros conozcan así en un tiempo lo que es fiesta, cultura, historia, raíces, antepasados? Salir de Cartagineses y Romanos no es disfrazarse y tomar cervezas, sino adentrarse en lo más valioso: Lo que nos diferencia de la brutalidad, y eso se llama la civilización occidental.

 

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