Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: UNA VEZ MÁS: RESPETO

Paco Marín
Paco Marín
PENSANDO EN VOZ ALTA: UNA VEZ MÁS: RESPETO

PENSANDO EN VOZ ALTA

UNA VEZ MÁS: RESPETO

Pienso en voz alta si no sería mejor y más productivo que todos nos respetásemos en nuestras respectivas formas de pensar, de ejercer una u otra religión, de llevar a cabo nuestras tendencias sexuales… en fin, vivir y dejar vivir, desechando de una puñetera vez el machismo, el feminismo, ser de uno u otro signo político, creerse el hijo de lo justo y verdadero.  

El tiempo de la caza de brujas ya pasó. Vivimos en España, donde no se persigue a nadie por ser hetero, homo o trans o lo que le plazca y salga de las mismísimas gónadas. Y donde no debemos perseguir a nadie por sus creencias religiosas.

Seamos capaces de somatizar el “respeto”. «El respeto es un sentimiento positivo que se refiere a la acción de respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona o cosa. Como tal, la palabra proviene del latín ‘respectus’, que traduce ‘atención’, ‘consideración’ y originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que merezca una segunda mirada sea digno de respeto» -Adriana Morales (Venezuela)-.

Es fundamental, el “respeto”, para lograr una armoniosa interacción social. Para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades. En este sentido, el respeto debe ser mutuo, y nacer un sentimiento de reciprocidad. No podemos imponer nuestros criterios ni ideas y no pueden imponernos sus convicciones.

Entre todos; padres, maestros, profesores, educadores, amigos, vecinos… ciudadanos; enseñemos a respetar. Respetar no significa estar de acuerdo en todos los ámbitos con otra persona, sino que se trata de no discriminar ni ofender a esa persona por su forma de vida y sus decisiones, siempre y cuando dichas decisiones no causen ningún daño, ni afecten o irrespeten a los demás. Además, respetar también es ser tolerante con quien no piensa igual que tú, con quien no comparte tus mismos gustos o intereses, con quien es diferente o ha decidido diferenciarse. El respeto a la diversidad de ideas, opiniones y maneras de ser es un valor supremo en las sociedades modernas que aspiran a ser justas y a garantizar una sana convivencia.

Hagamos un esfuerzo y hablemos con respeto de las diferentes religiones, creencias y comportamientos del ser humano. Procuremos ser sensibles, ponderados y reflexivos, no incurramos en descalificaciones o menosprecios.

Si no guardamos la consideración o el debido respeto a una persona, sobre todo si le decimos cosas poco apropiadas, estamos cometiendo una falta de respeto.

Comentarios