Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: RESPONSABILIDAD ¡YA!

Paco Marín
Paco Marín
PENSANDO EN VOZ ALTA: RESPONSABILIDAD ¡YA!

PENSANDO EN VOZ ALTA

 

RESPONSABILIDAD ¡YA!

 

La gente que se dice “ser político” y dedicarse a “la política” lleva unas semanas un tanto chuscas e increíbles. El pueblo llano debe de estar un mucho sorprendido y sin saber para que sirve una persona que dice que hace política y que poco menos que va a ¿salvar? España. Cuanto daño están haciendo unos y otros. Yo únicamente veo irresponsabilidades y “tu más”.

 

Es por ello que pido responsabilidad a todos los partidos políticos… vean que digo a los ‘partidos políticos’, no a sus dirigentes, no a sus secretarios generales, no a los cabezas visibles; sino a los componentes de los mismos para que aparten de sus puestos a los que día sí y día no salen en televisión y en los distintos medios para decir nada, banalidades y negarse los unos a los otros el pan y la sal. No podemos seguir en esta dinámica de irresponsabilidad que nos puede llevar a situaciones insospechadas. Todo lo que no sea poner a España por encima de cualquier otra cuestión es perder el tiempo, estamos viendo que lo único que quieren unos y otros es estar en el ‘machito’ del gobierno al precio que sea. Pienso que más que ser cualquier cargo hay que ser responsable, y ser responsable es muy difícil ya que significa dejar a un lado cuestiones que nos pueden parecer indiscutibles y aceptar otras que no teníamos en nuestra agenda. Ser responsable es, por lo menos, intentar ser un líder…y el liderazgo es algo muy complicado, significa rodearse, a ser posible, de personas con criterios de sobra para sacar adelante el proyecto público, no personal, en el que uno se embarca.

 

En estos días, reitero, se ha esparcido porquería sobre el tablero nacional a mansalva y, curiosamente, todos quieren llevar razón y niegan la mayor. Sean coherentes (coherente: que tiene o manifiesta una unidad sin contradicciones). Por lo que es de esperar que todos cedan en algo y admitan criterios de los demás; que entre unos y otros hagan encaje de bolillos y se pongan, insisto una vez más, al servicio de España. Como apunté anteriormente los momentos nacionales, europeos y mundiales son duros. Necesitamos un gobierno fuerte, y sin tonterías un día y sí y otro también, con una oposición a la altura de las circunstancias. Oposición seria, sin postureos, sin declaraciones vacías y sabiendo lo que hace. En estos momentos parecen pollos sin cabezas dando vueltas sin sentido alguno.

 

Hay un libro La sombra de Suárez” (Plaza y Janés, 2014) que todos los políticos actuales deberían leer para aprender que es negociar de verdad, dejando en la cuneta todo aquello que entorpecía el nacimiento de una nueva era en la historia de España.

 

¡Ahora!, el ‘bien de España’ no se debe conseguir a cualquier precio, ni debe ser el bien personal. Responsabilidad es negociar, es pactar, es hacer sacrificios mutuos con otros grupos políticos, no, insisto, para hacerse eterno en un sillón sino para que el caminar de España sea firme y decidido a la vez que se nos considere un país serio.

 

Pueden venir momentos delicados muy serios y preocupantes con la llegada de políticos populistas y políticas no exentas de una serie de fobias peligrosas. También hay que estar preparados para los embates económicos que están por todos sitios. Además, hay que lidiar con el déficit y todo lo que supone negociar con Bruselas. Hay que ser fuertes y, repito, gobierno pétreo con una oposición a la altura que mejor convenga para los intereses nacionales; que realmente haga oposición, que esté ojo avizor a las distintas derivas que puedan surgir día a día.

 

Sólo le pido a sus señorías que prioricen: España, partido y por último sus personas. Que hagan y presenten peticiones que conduzcan a resolver hechos reales y no se enreden en utopías, amnistías y cantos de sirena. Y, sobre todo, que parlamenten continuamente entre sí y con los contrarios, manteniendo el respeto debido en todo momento.

 

Y, como apunto siempre, nadie es imprescindible y todos somos contingentes. Responsabilidad ¡YA!