Opinión

“¡TODOS AL TRENNN!”

“¡TODOS AL TRENNN!”

Y con esto poco a poco llegó la Navidad. Es posible que muchos no crean en lo que representa, -o que digan que no creen- pues nada mejor que aprender a rezar que “cuando se le ven las orejas al lobo”. Sin embargo, celebrarlo lo celebran todos, incluso los no creyentes con mayor intensidad y mejores viandas. Trabajar no trabajan, pero además en el caso de otras inclinaciones religiosas también se acogen a lo suyo sin que nosotros podamos hacerlo, pues ni nosotros podemos beneficiarnos de las prebendas laborales de los días de ayuno y fiestas nocturnas de los de la media luna, y muchísimo menos si estuviéramos en sus países podríamos negarnos a ir a trabajar en Navidad o Reyes. De los del martillo y la hoz ya ni hablamos, que le pregunten a Yolanda que quería que comiésemos ajos, cebollas y patatas y al ministro Garzón con cuyas tan famosas declaraciones a “The Guardian” las pulardas, cochinillos y corderos hubieran escaseado anoche en las mesas, en favor de la rúcula y las berzas. Pero me atrevo a decir, y sin temor a equivocarme, que en ambas lujosas mesas de estos dos mendas ayer y hoy brillarán los mejores y más caros manjares.

¡Y cómo no el discurso del Rey! Yo lo escuché atentamente, los mensajes fueron claros y aunque se lo supervise Moncloa y Pedro esté haciendo todo lo contrario, las frases, que literalmente copio y pego, quieren decir lo que quieren decir y no hay más ni distinta interpretación, venga el analista político que venga.

“El nuevo escenario que vivimos está causando en nuestra sociedad una gran preocupación e incertidumbre”.

“las democracias en el mundo están expuestas a muchos riesgos que no son nuevos; pero cuando hoy en día los sufren, adquieren una particular intensidad. Y España no es una excepción”.

“Necesitamos fortalecer nuestras Instituciones (…), que respondan al interés general y ejerciten sus funciones con colaboración leal, con respeto a la Constitución y a las leyes, y sean un ejemplo de integridad y rectitud”.

“Han pasado ya casi 45 años desde la aprobación de la Constitución (…), pero el espíritu que la vio nacer, sus principios y sus fundamentos, que son obra de todos, no pueden debilitarse ni deben caer en el olvido.

Yo especialmente me quedo con: “LA INTEGRIDAD TERRITORIAL Y LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS SON PRINCIPIOS IRRENUNCIABLES DE UN ORDEN INTERNACIONAL BASADO EN REGLAS Y QUE SIEMPRE DEBE BUSCAR LA PAZ”.

 

Que, aunque esta última frase la “inyectó” en el contexto de la Guerra de Ucrania, vayan aplicándose el cuento algunos de por aquí. Especialmente el presidente del Gobierno que, aunque ausente siempre en materias de protocolo y queriendo subirse al tren antes que el Jefe del Estado seguramente habría que ir sacándolo ya con una “alegórica” patada en el culo del vagón con unas elecciones anticipada que este país necesita urgentemente o el tren descarrila.

Cada cual saque su análisis político, pero yo lo entiendo perfectamente.

Por cierto, y referente a la inauguración de un AVE, que tarda más que el ALVIA, que el que lo trazó desconoce esa norma de que la línea recta es la distancia más corta y precisamente en la parte orográfica menos accidentada de España, por eso sea que le llamaron “La Mancha” y dicho sea de paso si desde Murcia han reducido unos minutos después de miles de millones de inversión, desde Cartagena lo han aumentado, y por supuesto con el billete más caro.

Ya lo dije hace muchos años, si queremos medios de transporte públicos más eficientes, hay que obligar a los políticos a que viajen en ellos, prohibirles el desplazamiento de largo recorrido en el vehículo de alta gama que le pagamos nosotros y por supuesto las generosísimas dietas si van en el suyo, “TODOS AL TREN” y se arregla esto en 4 años, ya sea en Murcia como en Extremadura. El mayor enemigo del AVE es el coche oficial, al igual que el mayor enemigo de la política es el arribismo, pues se complica aún más la cosa cuando al arribista lo subes a un coche oficial (y no me refiero precisamente a los seguidores de la ya exhausta Arrimadas, sino a los que se arriman a ver que pillan, a los que desconocen lo de la línea recta), la mezcla de ambos es explosiva y perjudicial para la sociedad.

Y así fumeteo el puro de los domingos, que envuelto en su aroma y los sabores del café que en este día de la celebración de la Natividad del Señor aprovecho mejor que nunca para escribir estas líneas con la mejor excusa de desearos una FELIZ NAVIDAD.

 

 

RAMON GALINDO